Sopa de ganso

Uno espera muchísimo más de una comedia que goza de un 8,2, según FA una de las mejores comedias de todos los tiempos
La verborrea incesante de Groucho y los números musicales me cargan sobremanera, solo los recursos de mimo más cercanos al cine mudo son los que me han hecho sonreír. Solo diré unos nombres, Chaplin, Wilder, Lubitsch, Monty Python, Allen humor intemporal, no pasa el tiempo para ellos , hay comedias y comedias, unas envejecen mejor que otras, lo cierto es que me he reído bien poco y trasfondo social o crítica tampoco es que se vean por ningún lado.

Al ver cada peli de los hermanos Marx, uno debe estar prevenido: el universo de estos sujetos se encuentra subordinado a ellos, y nunca al revés. Enmarcados dentro del surrealismo, ya no importa si uno de ellos se acuesta con un caballo, o si una escena de tono dramático deriva en un grotesco y culmina en forma de musical: asi como Chico anda con sus tijeras cortando todo lo que se le cruza, las leyes de los Marx se presentan igualmente fragmentadas, "cortadas".

En esta ocasión existen dos reinos: Freedonia y Sylvania, ambas repúblicas están por batirse a duelo en una enorme guerra y con los Marx en el medio.
Esa es la trama, y podríamos replantearnos hasta donde esas palabras trascienden el eje argumental, puesto que la obra levanta vuelo desde peripecias independientes: desviaciones "naturales", conociendo a los humoristas de turno.
A la hora de hablar de los Marx en tanto cómicos, espero no ser tan exquisito pero a veces me da la sensación de que Groucho y Chico son la columna que sostiene a la leyenda, los demás son relleno: un poco duro, pero yo los siento así cada vez que los veo.

Sopa de ganso comienza en alusión al título y a su modo crea una sopa durante el transcurrir de la cinta, pero mucho más variada.

Supongo que el orden en el que uno conoce una filmografía le influyen a la hora de valorar las distintas películas que la componen. Si hubiese visto "Sopa de ganso" como la primera o segunda película de los Hnos. Marx es posible que me hubiera reído más, que me hubiese notado más sorprendido, que hubiese terminado de verla con la impresión profunda de un humor bueno, fino y original.

Sin embargo, al ver "Sopa de Ganso" apenas esbocé algunas sonrisas. A menudo, al ver diferentes escenas, pensaba en que todo me sonaba. Los chistes y gags, en una proporción bastante alta, son más de lo mismo. El dúo formado por Chico y Harpo, vista una vez, vistas todas. El rollo cortejo-desprecio-cortejo de Groucho a la viuda rica eternamente interpretada por Margaret Dumont, lo mismo. El comportamiento del personaje de Groucho en actos sociales aristocráticos, con sus ingeniosas irreverencias, es bueno las dos o tres primeras películas. Luego empieza a ser un poco predecible.

Quizá el problema es que es que esperaba demasiado, o guardaba un recuerdo demasiado impresionante de mis anteriores visionados de Groucho, Chico y Harpo.

Groucho, Chico y Harpo ridiculizan a los monarcas, a los dictadores, a los diplomáticos, a los generales, a los políticos y a la policía secreta con su reconocible humor iconoclasta y surrealista.

Leo McCarey, especialista en gags visuales, slapsticks y comedia hiperbólica, dota a Duck soup de un sólido ritmo que, unido a unas escenas tan teatrales y poéticas como desternillantes, la convierten en una de las mejores comedias de todos los tiempos.

GROUCHO (alegato en defensa de Ciccolini): Caballeros, Ciccolini puede hablar como un idiota y tener aspecto de idiota. Pero que eso no les engañe. Es realmente un idiota. Les imploro que le envíen junto a su padre y sus hermanos, que le están esperando con los brazos muy abiertos. Sugiero que le condenen a 10 años de cárcel o a 11 años de prisión.

SOLDADO:¡El general informa de un ataque con gases!
GROUCHO: Que se tome una cucharada de bicarbonato y medio vaso de agua.

GROUCHO: Supongo que pensarás que soy un sentimental, pero... ¿te importaría darme un mechón de tu cabello?
MRS DUMONT: Ohhh... no me imagino...
GROUCHO: No te quejes. Te iba a pedir toda la peluca.

GROUCHO: Sólo por eso ya no te daré el cargo que iba a darte
CHICO: ¿Qué cargo?
GROUCHO: Secretario de guerra
CHICO: Muy bien, acepto.
GROUCHO: El cargo es suyo.

EMBAJADOR:Soy hombre de pccas palabras.
GROUCHO: Yo soy hombre de una sóla ¡Largo!

GROUCHO (a Mrs. Dumont): Nos veremos en el teatro. Te guardaré el asiento hasta que llegues. Cuando llegues, ya será cosa tuya.