Cenizas del paraíso

Impresionante película, preciosa, me encantó, pedazo de película, sí, señor. No tenía ni idea de que existiera y me he llevado una de las mejores sorpresas cinematográficas del momento. Tiene un guión que te deja pegada al sillón esperando impaciente la siguiente secuencia y un elenco de actores increíbles, empezando por el magnífico Hector Alterio, actor al que conocía de verlo en la tele pero al que no había visto trabajar realmente nunca y me ha enamorado, siguiendo con un Leonardo Sbaraglia al que tampoco había visto actuar, actor que no me caía especialmente bien y que me ha hecho tragarme esa primera impresión, está soberbio, y siguiendo con un verdadero descubrimiento para mí como es el guapísimo Daniel Kuzniecka, maravilloso y super atractivo actor que me ha encandilado. La chica de la función, Leticia Brédice, la cual no me gustó especialmente en Nueve Reinas aquí está perfecta, un papel hecho a su medida. Y termino con la increible Cecilia Roth, que no me olvido de ella, buenísima, estoy deseando disfrutar de todas sus actuaciones, no la había visto trabajar tampoco pero se ha convertido en una de mis preferidas.

Siempre me ha gustado el cine argentino pero es que con trabajos así es imposible no gustar. Película para ver 100 veces.

322/29(24/09/09) Extraordinario thriller argentino, del realizador Marcelo Piñeyro, donde el guión y su reparto resultan soberbios, consiguen atraparte en su red, juegan con el espectador zarandeándolo de un lado a otro, con un montaje que va de adelante hacia detrás y viceversa para conseguir enrollarte en su espiral, en la que siempre te asalta una pregunta, <pero quién mató a Ana Muro? Y porque?>. Con un comienzo arrollador en el que aparece una muchacha asesinada, Ana Muro (Leticia Brédice), y tres hermanos, los Makantasis, declaran a la Juez Beatriz Teller (Cecilia Roth) que han sido cada uno de ellos en solitario, el marrón de la Juez es descubrir la verdad en un caso en el que se cruza el supuesto suicidio del padre de ellos, el también Juez Costa Makantasis (Héctor Alterio). La historia te agarra por el poderío de lo que cuenta, un argumento que te habla de la familia, del amor fraternal, del amor fatal, de la traición, de los sentimientos de culpa y como dice el Juez Costa<lo casual también existe>, el azar te pone a prueba. Los actores que hacen de hermanos, Leonardo Sbaraglia (Pablo), Daniel Kuzniecka (Nicolás), Nicolás Abeles (Alejandro) poseen una química sublime traspasan la pantalla con su fuerza, con la pasión desbordante que imprimen a sus personajes, se salen, desbordan el calor que requieren estos hermanos. Leticia Brédice (Ana Muro) un trabajo colosal, complicado no enamorarse de ella, es una belleza salvaje, es una bomba sexual que sabe explotar todos sus “inocentes” encantos para que a todos se nos caiga la baba a su paso. Héctor Alterio es otro que está…, se acaban los adjetivos, es un coloso que se come a todo lo que se le acerca, es uno de los más grandes actores, goza de un carisma y una personalidad bestial. Y no quiero de nombrar a Cecilia Roth mesurada y contenida, dotándolo de la hidalguía que requiere su rol. El final de la cinta es precioso de un lirismo poético descomunal (Spoiler). Como hándicap decir que su puesta en escena resulta algo pobre, le falta un mayor despliegue de medios, asimismo el detonante de la tragedia chirría, me resulta forzado, no creíble, y esto en un guión tan sólido es casi un delito, lo contare en spoiler. Recomendable a los amantes de thrillers de intriga que enganchan. Fuerza y honor!!!

Tercer largometraje del hispano-argentino Marcelo Piñeyro, escrito por él mismo en colaboración con Aída Bortnik. Gana varios premios, entre ellos el Goya a la mejor película de habla hispana en 1998. Se centra en una familia argentina de origen griego, los Makantasis, integrada por el padre, un veterano juez (Héctor Alterio), y sus tres hijos, un médico cardiólogo (el panameño Daniel Kuzniecka), Pablo, abogado (Leonardo Sbaraglia) y Alejandro (Nicolás Abeles), fotógrafo. Toca varios géneros: suspense, drama y romance.
El film se abre con un comienzo espeluznante: una chica ha sido asesinada y los tres hermanos se declaran culpables. Además el juez Makantasis muere tras caer desde la azotea de un edificio alto. Tras este misterioso punto de partida, Piñeyro va desgranando la agitada vida de esta familia y de la chica (Leticia Brédice), a través de flash-backs, que se organizan en bloques, correspondiendo a los personajes. La encargada de resolver este rompecabezas es una jueza, Cecilia Roth, actriz seria, comprometida y solvente como siempre.
El director de "El método" hace que sigamos las pesquisas, aunque también nos suministra información adicional, quizás en lo más irregular del film, la narración. Yo la habría acortado un pelín, para hacer más ágil la trama, sin dar respiro al espectador.

La actuación de todo el reparto es notable. Sbaraglia está fenomenal, hay que ver cómo se desvive con su papel, metido de lleno con su personaje, tanto su expresión facial como gestual (su rabia, su expresión en la ducha redentora,…) Sin duda, uno de los mejores actores de habla hispana.
A Héctor Alterio no lo vamos a descubrir ahora. Respecto a los otros dos actores, menos conocidos, están muy bien, en la línea de todas de las actuaciones del film.
Gusta mucho Leticia Brédice, en una de sus primeras intervenciones, como Ana Muro, una joven de 22 años muy atractiva, hija única. Su relación con el hermano menor, Alejandro, es muy creíble. Ella derrocha simpatía y sensualidad e incluso se permite el lujo de tener un cierto aire de femme fatale. Este papel le abrió las puertas a películas tan destacadas como “Nueve reinas”, además Marcelo Piñeyro siguió confiando en ella, en “Plata quemada” o “Kamchatka”.
La escena del baile griego muestra una total complicidad y coordinación entre los actores, muy convincente y plástica. Todo un espectáculo. A recordar.

Piñeyro, director de producción de la excelente “La historia oficial” (1985), construye un buen guión, manteniendo el misterio y dando pistas progresivamente para mantener la atención. Les da una gran libertad a los actores, en los que deposita gran confianza al filmar abundantes planos medios y secuencias largas, a lo que responden con creces, logrando una gran intensidad y credibilidad. Una película muy recomendable, especialmente para degustadores de cine argentino con potentes actuaciones.

El buen cineasta argentino, Marcelo Piñeyro, desgrana una investigación judicial sobre un supuesto suicidio y lo que parece un flagrante homicidio. No obstante, lo saben los jueces experimentados, los sucesos no suelen ser tan elementales y mejor conocer a todos los salpicados antes de dictar veredicto.

La irrupción casual de la rebelde hija de un gerifalte en una familia burguesa, liberal y unida, servirá de detonante sentimental y de fulminante carga de dinamita con retardante.

Buen ritmo y algunas buenas interpretaciones hacen de "Cenizas del paraíso" una película recomendable y que alarma sobre algo de lo que todos hablamos y nadie sabe parar: la corrupción y el miedo que dan los especuladores y tragadólares.

Un buen ejemplo del notable momento que atraviesa el cine argentino, lleno de estupendos actores, cineastas comprometidos cinematográficamente y no cinematográficamente, y argumentos sólidos, interesantes. "Cenizas del paraíso" es un drama pesimista centrado en la reconstrucción de dos asesinatos unidos a la putrefacción y a la corrupción, por la cual pagan un ser angelical e inocente. Con excelentes interpretaciones la película es una sobria reflexión sobre la inocencia y la culpabilidad y, sobre todo, se pregunta: ¿de qué sirve la Justicia si hay veces que es imposible hacerla?.