Cenizas del paraíso

Tras casi hora y media de un interesante e inquietante desarrollo de una trama bien hilvanada, con la suficiente capacidad de interés, los 15 minutos finales tiran por la borda un estupendo trabajo tanto de actores, director y guionista.
Pese a algunos diálogos ocurrentes y lúcidos pero un poco forzados, pese a alguna escena más cerca de la telenovela venezolana que de un Thriller con peso (por ejemplo la escena del caballo y sexo a la sombra del árbol), pese a una desaprovechada interpretación de Cecilia Roth en un papel y en un guión que no es a su medida. Pese a todo ello, Marcelo Piñeiro consigue que nos sumerjamos en una bien escrita trama que combina los mejores elementos del Thriller y una estructura de guión al más puro estilo Tarantino o Iñárritu/Arriaga. Seducción, poderosas y creíbles relaciones familiares padre-hijos y hermanos, poder económico vs. poder político y extorsión judicial se entrelazan y enredan al espectador en una inquietante espiral de sucesos.
Todo ello es creíble, y además se adereza con escenas de gran fuerza visual y musical (escena del baile griego en el cumpleaños del personaje de Héctor Alterio), pero todo ello se desmorona en una escena en particular y en general en los últimos 15' más chapuceros que he podido ver en muchos años. No sé que pasó por la cabeza de Marcelo Piñeiro o de los productores para desperdiciar esta buena historia con un desenlace tan apresurado e inverosímil, pero cualquier cosa que haya pasado por sus cabezas, ésta es enemiga y está reñida con los principios del mejor cine clásico, influencias de las que esta película bebe hasta que termina atragantándose.

Esta es la primera crítica que hago en la página. Y me atrevo a hacerla porque me gustaría rescatar el gran valor de esta película. Me parece que a pesar de ser tan buena es bastante desconocida... quizás por el eterno drama de la poca difusión del cine latinoamericano. Pero probablemente el hecho de haberla descubierto yo mismo es algo que le añade un extra para mí. La película cuenta un drama, pero un verdadero drama humano (no es una bomba lacrimógena) y lo hace de manera extraordinaria: desde el suspenso. Además la narrativa es como un rompecabezas, pues vemos los hechos desde la óptica de 4 personajes distintos de manera progresiva. Entonces, cada vez que vemos detalles desconocidos vamos encajando más piezas hasta comprender la situación en su dramática magnitud. Extraordinaria!

No se explica que una cinta tan brillante como ésta no haya alcanzado el prestigio y renombre de otras grandes obras argentinas como "El hijo de la novia", "Un lugar en el mundo" ó "Nueve reinas", al menos, en España.

Una historia que te impide distraer los sentidos ni un solo segundo y que es capaz de tocar, en profundidad, temas tan dispares como el amor y la corrupción política, las frustraciones humanas y la crítica social, la lealtad y la mentira. Una historia adictiva. Una trama perfecta.

Y dicho sea de paso, un plantel de auténtico lujo donde la Brédice se luce de un modo espectacular.

Peliculón.

Al parecer Marcelo Piñeyro se ha vuelto sinónimo de calidad, al presentarnos en su filmografía grandes aciertos en los que el eje de cada trama por si solo engancha al espectador para concluir la apreciación de su trabajo sin el menor hastío. He de confesar mi sorpresa de lo que puede hacer este señor para mantenernos alertas a cada movimiento y palabra. La tercera de mi colección visual del Sr. Piñeyero y que reafirma las virtudes del cine argentino. Tres hijos, una hija, dos padres, una juez conforman los personajes centrales envueltos en un contexto legal y político corrupto, sin olvidar las relaciones pasionales entre ellos.

¿Quién mató a Ana? ¿Fue realmente un suicidio el caso del juez? Son las dos principales cuestiones a resolver dentro del drama; como recursos las hipótesis y los flashbacks para contar una historia sencilla.

Piñeyro viene a fortalecer su obra con un reparto inigualable en el que podemos ubicar a la fabulosa Cecilia Roth quien se caracteriza por ser bastante selectiva en cada trabajo, y que en México podemos reconocer gracias a películas de renombre como Todo sobre mi madre y Martín Hache.

En México el cine hispano tiene poca cabida dentro de los complejos comerciales, pero por fortuna en esos anaqueles del llamado cine de arte, podemos localizarlos con mayor posibilidad y llevarnos sorpresas, sorpresas argentinas.

Perdonad que discrepe de todos pero creo que erráis. Me niego a aceptar que estamos ante esa película fantástica que todos creéis ver. La historia es lenta, previsible, a ratos aburrida, increíble... De verdad, encima desprende un aire a culebrón que tira para atrás (la escena a caballo, cuando queman el árbol, el bailecito griego). La historia nunca engancha. Ni la narración discontínua ni los flashback le ayudan, es más la detienen continuamente como para rellenar metraje. La interpretaciones, bien Alterio y Roth, los demás... A los otros (dos de los hermanos y la novia) no los conocía pero a Sbaraglia lo tenía en gran consideración. Y se la seguiré teniendo, lo consideraré sólo un pecadillo de juventud pero vaya tela, Leonardo. La escena final del ascensor pretendidamente virtuosa parece hecha por un estudiante de 1º de Imagen. Me viene a la cabeza una película de temática parecida, El secreto de sus ojos, vedla y ya veréis como no seguís considerando esta como una gran película.