Gato negro, gato blanco

Me he dado cuenta de que este film de Kusturica está muy bien considerado por los amigos de Filmaffinity, así que deduzco que no he sabido o podido conectar con ella. Algo se me ha escapado al verla, creo yo, o no he llegado a meterme de lleno en ella. El caso es que Gato negro, gato blanco no es la maravilla que yo esperaba ver.
Kusturica elabora una comedia a la que en ningún momento le falta el ritmo. Además, en ella hay momentos cómicos de todo tipo: comedia costumbrista, comedia negra, sátira y parodia, etc. Los personajes pugnan por ver cuál es más estrambótico y las situaciones disparatadas, sobre todo en la segunda mitad del metraje, se suceden sin descanso. Sin embargo, da la sensación muchas veces de que Kusturica busca el ornato más que otra cosa, y, junto con tanto personaje excéntrico y tanto disparate, puede llegar a producir cierto hartazgo en el espectador, teniendo en cuenta que la película se va más allá de las dos horas. Sin duda, Gato negro, gato blanco es poderosa visualmente y presenta personajes memorables, pero a veces Kusturica parece preso de sus propias virtudes.
El caso es que no llegué a intimar con esta película. Tal vez tuve un mal día o lo que fuera, porque este tipo de películas suelen gustarme mucho. Me sabe mal por Kusturica, al que considero un director estimable, pero no puedo darle más de un aprobado raspado. Lástima.

Una película genial para aquel que le gusten las películas de lios con extravagantes personajes. Esta va de un gitano metido en problemas, con un hijo en edad de merecer enamorado de una jóven camarera. A partir de aquí, todo se lía y lía, y cuando parece que el problema ya está solucionado aparece algo nuevo que estaba a la vista. El tipo de risa que genera no es de carcajada, sino una sonrisa cómica al ver lo extrañas que son las situaciones.
No es una película al estílo videoclip (como Snatch), pero la dirección es genial, la forma de hacer tan extraño y divertido todo. o sé si me he explicado, pero la recomiendo.

A mí me ha encantado. No he visto "el tiempo de los gitanos" y no he tenido la oportunidad de que se me repita Kusturica. Al prinicipio me pareció una gracieta pero a medida que transcurre me parece un canto sincero por la confianza, la fe en la vida. Por la capacidad de asumir lo bueno y lo malo (gato negro gato blanco) con confianza, humor y conciencia de lo pasajero de nuestra vida. No es banal, es una peli que te anima a no ponerte tan grave cuando las cosas son graves pero sin perderles el respeto, sin la tratar de enmascarar la desgracia con una sonrisa, sino de contraponerla. De realmente, estar más allá de ella. Y eso sólo es real y se transmite de forma real, como hace Kusturica, cuando se ha superado. Cuando se decide vivir el dolor pero que no domine nuestra vida. No es tan fácil contar esto, ni se hace con sesudos discursos. Se hace como lo ha hecho, así. Fenomenal.

La película en cuestión, tiene menos sentido que la "del tiempo de los gitanos",pero aun así la película es entretenida y refleja fielmente las costumbres de los gitanos, una etnia triturada por la sociedad que ha sabido soportar, las constantes acometidas racistas, y a podido conservar sus costumbres, y la prueba esta en que aunque haya gitanos por todo el mundo, no importa que seas ruso, serbio, español, portugués, italiano, alemán, francés.... si eres gitano hay un lazo que te une, unas costumbres y un idioma general, el romanes, que viene del sánscrito y es mas antiguo que el latín. No sigo contando la extensa y rica historia del pueblo gitano por que no acabaría, pero por último comentar la canción que suena, el soberbio y electrizante bubamara, la letra es en romanes y naturalmente yo entendí muchas palabras, para los interesados les diré que bubamara significa mariquita (el insecto, obviamente), pero no lo traduciré entero por que sería eterno.Cabría destacar la labor de los abuelos, es increíble pero desprenden ese halo de respeto que los jóvenes siguen ciegamente y con veneración exactamente como aquí en España ,un orgullo para mí y sobre todo SASTIPEN TALI CALOS (salud y libertad gitanos).

Atónito estoy ante el carnaval de personajes raros y situaciones a mitad de camino de costumbrismo y surrealismo. Uno tarda en entrar un rato en el universo bizarro de Kusturica pero al final encuentra entrañable esta historia rocambolesca, llena de giros argumentales, pero en vez de Chicago o Nueva York situada en un entorno rural con unos gángsters gitanos de lo mas paletos.
Lo cierto es que no se la recomendaría a nadie por el riesgo a que me mandaran a galeras pero a mi me ha acabado por divertir y sobretodo sorprender.