Deuda de sangre

Una vez más, Clint vuelve a deleitar, aunque en este caso menos de lo habitual. "Deuda de sangre" es una buena película y entretenida, pero poco más.
El argumento está bien, el trasfondo es interesante, pero al guión le falta chicha, mayor dificultad. Es demasiado facilona y concluyente.
De lo mejor de la película es el personaje de Jeff Daniels, "Buddy", que además le viene al actor como anillo al dedo.
En definitiva si quieren ver una buena película policiaca, ésta no les defraudará, pero tampoco esperen una obra maestra.

Había por ahí una cancioncilla de Bisbal, creo, que decía Corazón latino, de sangre caliente, pegado a tu piel, te lleva a vivir un romance sin fin... o algo así. Total, que la peli es igual que la tonada esa. De hecho, parece que el guión lo ha escrito la misma lúcida persona.

Esto va de que a un tiarrón de rompe y rasga le transplantan el corazón de una mejicana de metro cuarenta y el hombre se vuelve tierno, y no sé qué más. También hay un villano que ni en los dibujos animados, oiga.

No se luce mucho el director tampoco tras la cámara, pero delante sí, claro. A carisma no le gana nadie.

Una sandez.

Tras unas cuantas obras maestras como 'Bird', 'Un mundo perfecto', 'Los puentes de Madison' o su crepuscular y más sincero homenaje al western en 'Sin perdón', más todo lo que aún quedaba por venir (sí, me refiero al Eastwood actual que vive en posesión de todo su talento), el veterano actor-director tuvo ocasión de dirigir una cinta de intriga de esas que tan buen resultado suelen dar en la taquilla y en la crítica.

'Deuda de sangre' es desde el principio una de las obras menores en la filmografía de Eastwood. Un film que no apasiona en ningún momento a pesar de que la historia llega a enganchar cuanto más enrevesada y difícil de resolver se va tornando, rematado con un final que llega a echar por la borda el que parecía un aceptable resultado provocando que el desenlace parezca poco creíble y considerablemente previsible, aunque durante los 90 minutos anteriores de metraje pareciera exactamente todo lo contrario.

A pesar de esto merece la pena revisionarla al menos una vez por encontrarnos con una historia de intriga que no apesta ni insulta la inteligencia del espectador, porque Clint tiene su ''punto'' como investigador atormentado, por un estupendo reparto y también como entretenidillo pasarratos sin grandes pretensiones más que la de ser una cinta de intriga por encima de la media actual. Y a fe de que a pesar de sus defectos lo es.

·LO MEJOR: lo bien calculada y enrevesada que se encuentra la trama. Clint Eastwood, en ambas facetas.

·LO PEOR: el convencional y previsible desenlace. La historia no apasiona ni convence del todo debido a un guión carente de corazón y la fuerza necesaria.

Un agente del FBI con una enfermedad cardiaca, persigue a un psicópata en una carrera a pie por las calles de la ciudad. La fatiga le provocara delante de las narices del asesino perseguido, el deterioro irreversible del corazón y un infarto que le pondrá al borde de la muerte. La necesidad de un nuevo corazón para poder continuar viviendo, es el arranque de un brillante film donde el agente del FBI ya retirado, tendrá que continuar la persecución del criminal de manera personal.
La película tiene un ritmo intenso, engancha al espectador en su butaca, y mantiene el interés y la intriga hasta el final. Eastwood sabe darle a su personaje ese matiz único en el, entre cínico, rudo y solitario que el publico espera y encuentra con deleite.
Recomendación: No se la pierdan, son 2 horas de buen cine de acción.

Nadie puede negar que el argumento parecía interesante, a priori, pero quién haya visto la película, quizá coincida conmigo en que el guión no posee ni pies ni cabeza, se suceden situaciones unas detrás de otras, aparentemente sin sentido, y además, y por si fuera poco, contamos con la total y absoluta inexpresividad de Clint Eastwood.
Por lo tanto, un film decepcionante, que pasa por la pantalla sin pena ni gloria, previsible (se ve venir desde lejos) y a ratos absurda. Es mejor enterrarla en el olvido.

Mi nota: 2.8