...Y que le gusten los perros

No soy adicto, y creo que nunca lo seré, a las comedias románticas. Normalmente el primer calificativo se queda grande, pero no en esta película, donde alguna carcajada se me escapó. Al principio resulta original y fresca, pero poco a poco se va espesando para intentar quedar encuadrada en el esquema que marca Hollywood dentro de su género. Y es entonces cuando desaparece la gracia y aparece el aburrimiento.
Lane y Cusack están correctos, el resto del reparto flojea excepto la perra Maria Teresa, verdadero prodigio de la interpretación. Por lo demás, un regular a todo y el mal sabor de boca de que se podía haber conseguido algo más.

Una comedia romántica que se sustenta básicamente en el buen oficio actoral y el atractivo físico de los protagonistas. También hay un nutrido grupo de secundarios que forman un grupo muy interesante (prestar atención al delirante abogado amigo de Cusack.)
La película es divertida, si bien por momentos algunas situaciones rondan el absurdo. Esto no es para nada un punto en contra; recordemos que estamos hablando de una comedia por lo que resulta fuera de lugar criticar algún diálogo o escena absurda. Creo que en vez de criticar estos pasajes lo que hay que hacer es reír de buena gana.
Del mismo modo, creo que es desdeñable el aspecto cultural de la búsqueda de pareja que se intenta transmitir, así como el aspecto comercial con la cuestión del sitio de internet. El espectador avispado sabrá separar la hojarasca.
Como ya dije, lo mejor viene de la mano de John Cusack, que siempre le da un interesante aire de profundidad a sus personajes; la simpatía y expresividad de Diane Lane; y los perros, que iluminan la pantalla con su aparición.

Parece que a la pareja protagonista les llegó el guión más sobado del momento, pues se huele que esta comedia romántica de manual la han rechazado varias estrellas antes de caer en las manos de Lane y Cusack, que, seamos realistas, no tienen un gran tirón comercial ni una agenda muy apretada.

Cada uno de su padre y de su madre, comparten su dificultad para encontrar pareja tras una reciente ruptura. Y que mejor manera de volver al mercado que insertar un anuncio en una web de busco pareja, excusa por la cual se ha dado el SÍ a este proyecto, pues de antemano se sabe que tiene atractivo publicitario. Las desamparadas fan de Meg Ryan, como mínimo, alquilarán la cinta.

El cyberamor resulta "novedoso" y siempre apetece seguir la evolución de un romance en la red y ver si, finalmente, acaban con un encuentro en un plato de televisión (ahí radica el éxito de "El diario de Patricia").

Tras su nominación al Oscar por "Infiel", Diane Lane se embarca en esta discreta historia, a la que aporta algo de calidad interpretativa; sin duda, le cogió el gustillo a la informática, y en 2008 persiguió delitos por Internet en "Rastro Oculto", toda una hacker. Por su parte, John Cusack añade otro título mediocre a su carrera y sigue poniendo cara de buenazo.
En cuanto a los secundarios, bastantes caras conocidas: Dermot Mulroney (que tras protagonizar "La Boda de Mi mejor amigo", cae a los infiernos como secundón de turno), Elizabeth Perkins (eterna secundona) o Stockard Channing (toda una experta en subir perfiles falsos en páginas de contactos)

Una amable comedia romántica, típica de los 90, sin estridencias, donde las mascotas no son utilizadas para hacer chistes de mal gusto, y es que aunque no lo parezca, los perros sólo aperecen para dar título a la cinta y para que el chucho pose en la foto de la portada. Las palomiteras y sexys comedias protagonizadas por actores jóvenes dejan paso a un ritmo más relajado, jerseys de punto y paseos por el parque de esta pareja de maduritos que le saca partido a su ancho de banda. Ideal para hogareños, separados, divorciados o viudos.

Lo mejor: no permite que te lleves una gran decepción.
Lo peor: ¿hacía falta una doble para que Diane saltase de una barca al agua?

"... Y que le gusten los perros" es una típica comedia romántica. Lo que no me esperaba es que fuera una película entretenida e incluso divertida (y para que me ría yo... ). Normalmente las comedias románticas son más románticas que comedias, es normal que incluso sean aburridas. Pues por lo menos esta película cumple bien en cuanto a entretenimiento.

Luego tenemos la pareja protagonista, que están bastante bien, así como los numerosos secundarios. Aunque la verdad es que se agradecerían más minutos de metraje para John Cusack, ya que se le echa en falta en muchos momentos. Es Diane Lane la absoluta protagonista. En ese sentido me habría gustado algo más de igualdad. Quizá también ahí radica el principal fallo de la película: en la relación de amor de los protagonistas. Si compartieran más metraje sería mucho más interesante y creible. De esta forma llega el final un tanto precipitadamente y no te acabas de enterar muy bien de a qué se deben tantos cambios de actitud, sobre todo en el personaje de Diane Lane.

En resumen:

Lo positivo:

- Numerosas situaciones cómicas bien llevadas.
- Las interpretaciones.
- La "perrita" Madre Teresa.

Lo negativo:

- Como siempre, las familias numerosas, chismosas y latosas tienen que ser de orígenes "exóticos". En este caso Irlanda.
- Algún numerito vergonzoso y un par de chistes previsibles.

¡Ay!… esta peli me ha dado miedo.

Jesús, ¡qué angustia! Lo he pasado fatal viendo a esos familiares acosar sin compasión, ni decoro, ni sentido común, ni humanidad, ni nada, a esa mujer recién divorciada, para que empiece a salir con alguien ipso facto, sin dejar pasar un sólo día, no se le vaya a pasar el arroz, o algo. ¡Qué agonía de gente, hostia!

Que, a ver, no tengo nada en contra de tener pareja, que es algo natural, es más, yo tengo pareja, no pasa nada, como no pasa nada por no tenerla. No sé, un día conoces a una persona que te gusta lo suficiente como para que te apetezca dedicarle tu tiempo y tus ganas… y surge… es lo normal… y no lanzarte a una búsqueda desesperada y psicótica, coordinada por otras personas que no tienen nada mejor que hacer en la vida que fiscalizar la tuya y colgarte fotos de desconocidos en la nevera.

Estas pelis no son sanas, por idiotas, que maldad no tienen, pero tanta estupidez es peligrosísima para las mentes inocentes.
Fíjate si será tonta la cosa, que Diane Lane, en vez de lanzarse de cabeza a por Cusack, que sería lo lógico y razonable, sobre todo teniendo en cuenta el acoso que sufre de esos familiares suyos, talibanes del emparejamiento, que no la dejan ni respirar, pues en vez de eso, decía, se pone a marear la perdiz en interné y a encapricharse del actor ese otro de la boca torcida. ¡Amos hombre!

Como buena comedia romántica americana que es, aparte de su argumento masticado y tontaina, se abastece de una sobredosis de conservadurismo rancio disfrazado de descoque, que, personalmente, me pone a parir. Prefiero pasar la tarde viendo una peli de exorcismos; las encuentro más creíbles y menos violentas.