Marea roja

La película se basa, principalmente, en el gran duelo interpretativo entre Hackman y Washinton, cada uno representado ideales diferentes. La atmósfera subacuatica está muy bien recreada con esos espacios reducidos, el uso eficiente de la iluminación y la terminología militar. La última media hora se hace un tanto previsible, pero la tensión no decae.

Una perla escondida, poco reconocida. Se utiliza mucho en cursos de Coaching, Management, y en Resolución de Conflictos. Es un ejemplo de la relación entre jefes y subordinados cuando desde mi punto de vista ambos tienen "su" razón.

De hecho, creo que ese es el principal activo de la película, que ambos tienen razón y que ambas perspectivas son correctas (aunque cada uno se pueda identificar con uno de los dos personajes, yo lo hago). Creo que todo el mundo puede comprender el personaje del Comandante Ramsey de comportamiento militar, disciplinado, que sigue las órdenes con fé en el escalafón y en el sistema. Por supuesto, es fácil identificarse con el personaje del Segundo Comandante Hunter, joven, bien formado, y que es capaz de reflexionar sobre las órdenes y su entorno e intentar sopesar los efectos del cumplimiento de éstas.

Deja ver, permite intuir, situaciones extremas en la cadena de mando militar y la delgada línea de cataclismos nucleares. Los personajes de Denzell Washington y de Gene Hackman, su interacción, y la relación, tanto pública como en privado, son de una ejecución impecable, impagable.

Un submarino nuclear americano está sobre aviso cuando la tensión entre Rusia y Estados Unidos aumenta ante la amenaza de un líder nacionalista ruso de usar armas nucleares contra los americanos si estos atacan su país. La misión de dicho submarino es disparar sus misiles en caso de ataque a modo de respuesta. En un momento dado reciben la orden de lanzarlos, pero cuando se disponen a hacerlo reciben otro mensaje que se corta por un fallo en la comunicación del submarino. Dicho mensaje puede significar la revocación de la orden de ataque, así lo cree el segundo de a bordo, mientras que el capitán hace caso omiso de ese mensaje incompleto y se dispone a armar los misiles para dispararlos sobre Rusia. La diferencia de pareceres provocará un motín.

De acuerdo con que el argumento de Marea roja no resulta muy creíble. La amenaza roja ya no lo es tanto y ni siquiera lo era a mediados de los noventa. Vale que la situación que se plantea es inverosímil como reconoció en su día la marina estadounidense. Pero me importa un comino. Marea roja es una de las mejores películas de submarinos que se hayan filmado nunca. Dos horas de emocionante espectáculo que en ningún momento pierde la tensión, con una banda sonora de quitar el hipo en uno de los mejores trabajos del inspirado Hans Zimmer y unos actores en estado de gracia. En el duelo actoral entre Hackman y Washington ambos están espléndidos pero me decanto por este último que realiza en este film una de las mejores interpretaciones de su carrera. Resulta un placer verles actuar juntos y acompañados de ilustres secundarios como George Dzundza, Viggo Mortensen, James Gandolfini o el veterano Jason Robards.

En lo que se basa prácticamente la película es en el duelo entre Denzel y Gene. Casi que sobraba todo lo de alrededor de submarinos y tal. Pero es que resulta que hasta esa parte está bien. Toda la película transcurre dentro del submarino, con lo cual podían haber logrado un poco más esa sensación claustrofóbica que sí logran otras películas de su digamos "mismo género del submarino".
Pero a pesar de esto, la trama es bastante interesante, tiene un gran ritmo, y solo por ver a esos 2 pedazo de actores dándolo todo, ya merece la pena.
Hay que empezar a reconocer a este gran director, que siempre estará un poco a la sombra de Ridley, pero sin mucho que envidiarle.

Gracias al cine he aprendido a jugar al billar, entiendo el rugby, sé como funciona el senado americano y tengo un amplio vocabulario de conceptos marinos, más concretamente el de submarinos es el que más me atrae. No sólo he aprendido su argot sino que entiendo los diferentes rangos de qué se compone su tripulación, qué funciones ejercen y cúan importante es el que lleva el sónar y la radio.
Desde un principio "Marea roja" ya se otorga una licencia al citar dos obras emblemáticas delgénero como "Duelo en el Atlántico Norte" y "Torpedo". Las dos cuentan con un duelo interpretativo con la misma intensidad como el que aquí nos brindan Hackman y Washington. Maravilloso.
El plantel de secundarios está también a un nivel muy alto y la ambientación claustrofóbica del submarino y su variedad de coloridos lumínicos resultan de una eficacia inusitada.
La trama, aunque típica, está narrada con el brío característico de Tony Scott, pero creo que en este caso más inspirado de lo habitual. Tony Scott realizó en los noventa tres películas consecutivas de gran nivel que van desde "el último boy-scout" hasta esta, pasando por la magistral "Amor a quemarropa", que seguramente sea una de las obras que mejor definen una década.