Ocurrió cerca de su casa

“Ocurrió cerca de su casa” es una película difícil de digerir: vale, lo del asesino seguido de unos cineastas y el estilo mockumentary tienen su gracia, aunque se olvidaron de otro de los protagonistas: la policía. Más cínica que paródica por ser completamente absurda si la enfocamos desde ese patrón. Tenemos miradas más lúcidas e interesantes: el acercamiento documentalista de “Henry: retrato de un asesino” que realizó John McNaughton, el contacto experimental de “Elephant” de Alan Clarke o el paródico de “Los asesinatos de mamá” de John Waters, la tonalidad independiente de “Los asesinos de la luna de miel” de Leonard Kastle o en formato serie la reciente “Dexter”...

Tampoco se trata de un acercamiento psicológico a lo Haneke. El tándem compuesto por Remy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde como el del equipo de filmación es simplemente epatar como una sucesión de actos inmorales que escandalizaran al espectador como lo harán reír en una pretendida búsqueda del humor negro. Me quedo con la provocación de “Asesinos natos” y el humor de Waters.

Se podrá tachar a esta película belga de muchas barbaridades, pero no de falta de originalidad.

Es una obra cinematográfica de auténtico HUMOR NEGRO que incluso llega a ser vomitivo.

Película singular porque intenta pasar ante el espectador por un supuesto documental cuyo tema es adentrarse en la vida de un asesino ególatra, psicópata y majadero; en su familia, en su mundo, en sus aficiones, en su vida de ciudadano normal; y también en el seguimiento de sus acciones asesinas y macabras.

No apta para menores de 25 años, se requiere al menos haber vivido un cuarto de siglo para tragar y digerir una obra como esta; no por su grado de humor desaprensivo y despiadado, sino porque juega con una realidad de alto grado psicópata que resulta peligrosamente aleccionadora para los no pocos admiradores que hay por doquier del rol prototípico de la psicopatía asesina.

El actor Remy Belvaux se merece todas las distinciones por interpretar tan perfectamente el papel de psicópata bestial, megalómano, aparentemente débil, simpático y cuya madre ha malcriado desde el mismo día que lo parió hasta el presente.

¡Ojo al dato!: un filme como éste de asquerosa violencia y deshumanizador mal ejemplo se puede comprar en cualquier tienda de cintas cinematográficas, bajar de Ares o de E-mule, etc.; en cambio otro como "Molokai, la isla maldita" (España, Luis Lucía 1959) que narra la historia de Joseph de Veuster (1840-1998), llamado en religión el padre Damián, misionero belga que tuvo la solidaridad humanizadora de irse a vivir a una isla de Oceanía, la isla de Molokai (una reserva en medio del mar donde se confinaba a los leprosos) para acompañarlos y estar a su lado, sabiendo que acabaría contagiándose de tan terrible enfermedad, pues resulta que una película como ésta, basada en una historia real y positivamente ejemplar, una película cuya realización es notable, no hay manera de hallarla en parte alguna, está descodificada, no se vende en ningún lado y salvo que TVE la emita alguna noche indefinida de madrugada, no hay forma de hacerse con una copia. En resumen: dos ejemplos de lo que social y culturalmente se anima y propaga y de lo que se oculta y se hace desaparecer. ¡Pa'que sepan!

Fej Delvahe

...esta película "cae" tan mal al espectador que es difícil ser generoso con ella. No sólo resulta enormemente desagradable su violencia (cosa que puede tomarse como un acierto en base a lo que se busca) sino que también tiene, por momentos, un tono insufriblemente pretencioso. Pretende aportar filosofía y humor negro pero es tan dura que por lo general no tiene ni puñetera gracia. Al contrario que el Alex de La naranja mecánica el protagonista de este filme no resulta en absoluto carismático. Sus acciones son aún más depravadas y su forma de ver la vida más que atraer aburre y hace que odies aún más a este tipo que encima de ser un asesino brutal y despiadado es un pedante que no le aguanta ni su madre.

Sin embargo, sí que hay -muy esporádicamente- algunas notas de humor logradas y coincido con otras críticas en que el papel de los documentalistas que acompañan a este individuo en sus "hazañas" aporta cierto interés a la cinta. Así que a pesar de que si me hubieran preguntado nada más verla habría dicho que es una cinta repugnante y a evitar (aún más si me hubieran preguntado MIENTRAS la estaba viendo), tengo que reconocer que pasado un tiempo me ha dejado el recuerdo de que aportaba algunos elementos interesantes y de que quizá no era la basura repulsiva y gratuita que parecía. Eso sí, había potencial para hacerla mejor, con humor negro en lugar de marrón y con un asesino que, a pesar de sus horribles acciones, tuviera más carisma o al menos un punto de vista más interesante sobre las cosas.

Curiosa, muy curiosa y original esta película belga, un ejercicio de estilo y una crítica mordaz a los medios de comunicación y al encumbramiento que hacen de la violencia y la barbarie, en nombre de la libertad de información, de la cuota de pantalla y por encima de cualquier consideración ética. Rodada con cuatro duros y tan actual como cuando se rodó, hay que destacar la maravillosa actuación de su protagonista, que logra casi conmover en su inmisericorde rol de asesino por vocación.

Una cinta a descubrir.

En el mundo del vino y del queso hay de todo para todos y también existen vinos y quesos solamente para aficionados. No son para paladares acostumbrados a lo convencional y a lo formateado, son para los que pueden soportar lo áspero y que saben descubrir el oro en el barro.
Esta película se asemeja a estos productos de excepción. No todos son aptos para apreciar el humor negro y sobre todo la inmoralidad aparente del discurso. Porque al fin y al cabo lo que molesta no es la violencia que es mucho menos explícita que en SAW por ejemplo, sino que la actitud inmoral de los protagonistas.
Detrás de cada película siempre hay el esfuerzo de todos lo que la hicieron posible. En este caso los productores, actores, directores son los mismos. Y, en vez de mostrar algo comercial, eligieron de hacer una película arriesgada en todos los sentidos.
Es un poco larga y el ritmo decae al final. Es preferible verla en francés subtitulada porque está muy mal doblada y la voz española no supo rendir las entonaciones y emociones del protagonista.