The Trigger Effect (El efecto dominó)

-El argumento que en un principio nos propone David Koepp es más que interesante y crea una serie de expectativas que conforme avanza el metraje no se cumplen. Lo que podría haber sido un angustioso thriller se convierte en un drama supuestamente complejo en el que pocas cosas encajan y nada es como debería ser. La trama está llevada en todo momento con un ritmo bastante lento, presentándonos poco a poco a los personajes para que veamos sus debilidades. Dicho recurso me parece algo prescindible, ya que Koepp utiliza más de medio metraje del film para contárnoslo y al final acaba aburriendo con escenas bastante prescindibles y que no aportan demasiado a lo ya visto y a lo que nos queda por ver. El resultado es pues, una cinta claramente fallida que expone las debilidades de Koepp a la hora de ponerse frente a la dirección de un filme. No obstante, la película en su conjunto acaba resultando concisa y contundente.

En lo referente a la intepretciones, Kyle MacLachlan, Elisabeth Shue y Dermot Mulroney llevan perfectamente el peso del protagonismo del filme, con pocos secundarios de fondo. Los tres consiguen elevar su interpretación a un buen nivel y conseguir unos personajes creíbles y cercanos. En cuanto al guión, David Koepp siempre ha demostrado ser un buen guionista de cine y no iba a ser menos teniendo su propio filme entre sus manos. Aunque los diálogos sean buenos, su forma de ir contando la trama fracasa.

En resumen, un drama con un interesante planteamiento pero que al final acaba engañándonos tras la absoluta falta de suspense en el film y acaba por decepcionar. No obstante, a pesar de sus fallos, el film pasa y se deja ver sin más. Pasable.

·LO MEJOR: el guión de Koepp.
·LO PEOR: la historia está muy mal contada.

La primera secuencia está muy conseguida, y a partir del apagón se nos muestra como se podría reaccionar en tales circunstancias; tiene algunos momentos forzados, pero la esencia en la mayoría de situaciones es la de transmitir desconfianza ante cualquier atisbo de peligro ante lo desconocido. La tensión por tanto no son las situaciones en sí, sino lo que se nos pasa por la cabeza. Por cierto; la historia que nos cuentan no es para nada ficticia, sólo hay que cambiar el contexto, un apagón por una guerra, una urbanización por favelas, y... equiliqua.

Dr. Hackenbush.

Lenny Kravitz - I´ll be waiting.

Un apagón de luz en una ciudad americana es el detonante de una concatenación de sucesos violentos que derivan en inesperados resultados.
El prestigioso guionista David Koepp, da sus primeros pasos en el mundo de la dirección, apoyándose en un guión creado por él mismo, ofreciendo una trama de suspense y tensiones, que plasma el lado más oscuro de la naturaleza humana al encontrarse en condiciones extremas.
Expone con acierto los problemas que puede generar un apagón de luz prolongado, creando una atmósfera de tensión y suspense que va in crescendo a medida que avanza el desarrollo de la trama.
Las necesidades básicas comienzan a escasear, y en ese momento, sale a la luz el egoísmo, la desconfianza, los miedos, la histeria colectiva y el descontrol, plasmando con acierto los instintos primitivos de supervivencia, en los que todo vale.
Ofrece del mismo modo una visión y critica acertada, del riesgo que supone la posesión de armas, en un país que defiende el derecho a la compra de armas.
Un apagón de luz desencadena un efecto domino, en el que las piezas del respeto, la educación y el raciocinio se desmoronan vertiginosamente, ofreciendo una visión caótica de la sociedad.
Su director maneja con buen ritmo una historia que aumenta progresivamente en tensión y angustia, consiguiendo mantener el interés por el desarrollo de los acontecimientos en todo momento.
Se apoya en un trío protagonista que gira alrededor de una mujer ambigua, una destacable Elizabeth Sue, que ansia vivir nuevas aventuras para salir de su monótona vida matrimonial, plasmando con acierto el hastió que produce el día a día.
Todos estos elementos, se reúnen en este inteligente, mordaz e inquietante relato, que desenmascara la naturaleza más primitiva del ser humano.

No conocía ni la película, ni a los personajes. Pero no dejó de estar interesante ni un solo segundo. Me parece que lo de obra maestra es un poco desmesurado, pero está aceptable e interesante. Si que es verdad que tiene pinta de película de sobremesa, pero si se le hubiera añadido a un actor más conocido, habría elevado el caché a la película.

Un curioso plano secuencia que no tiene relación con la historia, sirve para comenzar esta película que podría haber estado bastante mejor de lo que está, teniendo en cuenta la idea de la que parte.
Como dijo aquel filósofo, el hombre es un lobo para el hombre. Incluso las mejores personas pueden llegar a portarse como animales en función de las circunstancias. En situaciones límite, la ética y la moral pasa a un segundo plano y solo queda la ley del más fuerte.
En “El efecto dominó”, un simple apagón del que no se conoce ni el origen ni su alcance geográfico, da pie a que los protagonistas tengan que hacer lo que haga falta por sobrevivir en una sociedad en la que impera el miedo y la posibilidad de que te maten por comida o incluso por nada.
El apagón solo es la excusa para plantear un entorno de anarquía en el que puede pasar cualquier cosa. Lo malo de la película es que no pasan las suficientes cosas ni son todo lo interesantes que podrían. El guion no está bastante aprovechado y al final, aparte de la tensión entre los tres protagonistas, la escena de la farmacia y la de la carretera, poco se puede rascar.
Los actores no lo hacen mal, pero como digo, la historia podría haber dado mucho más de sí (de hecho esa misma idea se aprovechó bastante en la serie “Revolution”), y sin embargo se queda en una película del montón que resulta bastante fácil de olvidar, sin que llegue a ser mala tampoco.
Echo en falta más violencia y que se vea más caos en las calles, entre otras cosas