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El embrujo de Shanghai

Drama El gobernador de la decadente y cosmopolita Shanghai notifica a Madre Gin Sling, dueña de un famoso casino, que el local será derribado para remodelar el distrito. La dama averigua que detrás de ese movimiento especulativo está el acaudalado Sir Guy Charteris. Con motivo de la celebracion del Año Nuevo Chino Sir Guy y otros invitados se sientan a la mesa de Madre Gin Sling. Allí, el oscuro pasado del especulador se pondrá al descubierto. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
20 de octubre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuidada ambientación del film que propone J von Stemberg es uno de sus mayores activos y se sirve de una exuberante riqueza de detalles para trasladar al espectador hasta ese enigmático oriente donde el vicio y la virtud son moneda de cambio corriente.
La seducción, el exotismo, la ambición y la intriga tienden una tupida tela de araña que absorbe la atención y conduce la trama con habilidad y de una manera bastante convincente a pesar del algunas premisas que parecen cogidas con alfileres.
Los protagonistas (G. Tierney, V. Mature, W. Huston, etc.) unen su atractivo personal a unas actuaciones excelentes y entres unos y otros se cubre el trámite de un largometraje que, desde el principio, produce la sensación de que podía haber ofrecido más.
ABSENTA
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4 de abril de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “The Shanghai Gesture” (1941) de Josef von Sternberg con Gene Tierney, Walter Huston, Victor Mature, Ona Munson, Maria Ouspenskaya, Phyllis Brooks, Albert Basseman, entre otros. Drama de cine negro, que recibió 2 nominaciones al OSCAR por mejor dirección artística y banda sonora; está basada en una obra de teatro de 1926, del también guionista, John Colton; cuya acción tiene lugar en un Casino de Shanghai, en un ambiente onírico y surrealista, dominado por el misterio y la presencia agobiante e inquietante del mal, especialmente en torno a su dueña y su oscuro pasado; en un cruel juego de máscaras, en el cual los personajes ocultan su identidad e intenciones. Como dato, la obra tuvo 32 intentos de producción, que fueron rechazadas por la oficina Hays, que regula las producciones de Hollywood, y desalentó a muchos estudios; tanto que El Consulado Chino expresó sus objeciones ante la representación de ciudadanos en la obra; y para esta final realización, La Oficina de Hays insistió en más de 30 recortes antes de permitir su aprobación de estreno; por lo que la mirada de Sternberg es sutil e intrigante, cargada de simbolismos enmarcados en una especie de naturalismo fatalista, que a su vez, está impregnado de glamour; eso sí, aquí no hay romanticismo, ni esperanzas, ni ilusiones, porque se muestra un sórdido mundo de prostitución, juego, drogas y lujuria. Si en lago destaca el filme es en la ambientación oscura, típica del cine “noir”, y la estética del expresionismo alemán con el uso adecuado de las sombras, los primeros planos y el encuadre. Del reparto, destacan los personajes femeninos: Fuertes y ambiguos que reflejan la transformación, la decadencia y humillación del ser humano; empezando por la bella Gene Tierney, de 21 años, que pasa de tener un perturbador atractivo, a un personaje decadente sin retorno. La GRAN Ona Munson, es el plato fuerte, con su destacada presencia que con la ayuda de un maquillaje fuerte, unos peinados extravagantes, una joyería exquisita del GRAN Joseff of Hollywood; y un vestuario irrepetible, hace de esta mujer exótica, la figura fascinante de la degradación, la corrupción y el mal del lugar. Curioso que La Munson, una actriz secundaria que tuvo pocas oportunidades de mostrarse como actriz profesional cinematográfica, se come la pantalla con su presencia, sobre todo por su sonrisa ambigua, que oculta mucho afán de venganza, sufrimiento y odio hacia los seres humanos que la destrozaron la vida, e hicieron que se construyera una máscara de mujer de negocios, fría e impasible, que va moviendo sus hilos; donde cada personaje sólo es una marioneta para sus propósitos. Notar que su Casino, es como un Infierno, donde sube al mundo y desciende al Averno, como si fueran las entrañas de La Tierra, la perdición de cualquier ser humano, como un casino diseñado para ser “El Infierno” de Dante. Y el tercer personaje femenino, Phillips Brooks en una corista aventurera, de vida fácil, que sobrevive a cómo puede, muy consciente de sus armas de seducción. De los actores masculinos, todos sometidos a los hilos de Madre Gin, destaca Victor Mature, que pese a sus limitaciones como actor, cumple con su papel de agente corruptor a comisión, de mirada inexpresiva y sonrisa pérfida; y un elenco grande de “extras de Hollywood” que sin tener crédito o mención, “dieron su mejor esfuerzo, y que en su mejor momento son más que suficientemente buenos como para merecer mención” según se dijo en los créditos. En definitiva, la censura prohibió que se mostrara la drogodependencia y la ninfomanía que caracteriza la obra de teatro, y que supongo fue ese condimento que faltó, pues en un ambiente tan podrido y oscuro, se siente la perversión pero no se ve: “Donde las almas se venden y se compran” según se dijo.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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19 de enero de 2021
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, "El embrujo de Shangai" es una película desaprovechada. Y lo es porque es, o debería ser, una película de depravación y vicio, de bajas pasiones, de miseria humana al máximo nivel. Pero se queda cortísima. Muchos personajes (el de Walter Huston, por ejemplo) están dibujados de una forma tremendamente plana y sosa, pese a tener un alma negra como el as de picas. Puede verse una cierta denuncia del colonialismo, del racismo, de la situación de la mujer, de la prepotencia occidental, pero queda muy diluido, supongo que la censura tuvo mucho que ver en el tema. La matería prima o la idea básica es buena, pero el desarrollo deja bastante que desear. Así que nos quedamos con un noir exótico, con algunos buenos momentos, como ese plano inicial del casino o la subasta de las jaulas. El problema es que ha envejecido fatal y a ratos parece una película de Fu Manchú, con actuaciones muy teatrales, muy de cine mudo (que era en parte el mundo de Sternberg). Protagoniza Gene Tierney, "la mujer más bella de la historia del cine", según Zanuck, y no andaba desencaminado. Pero me temo que su actuación es bastante flojita aquí (tiene otras mejores). Especialmente algunas escenas que tiene con Mature (totalmente incomprensible y absurda su relación), disfrazado de árabe de opereta, llegan un poco al sonrojo. Así que lo dicho, es una pena porque había material para hacer algo que te pusiera los pelos de punta, pero a veces te los pone en el mal sentido.
Troglo
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6 de octubre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, ésta es una película fallida y un descubrimiento a la vez. Como poco, es un largometraje raro y curioso, ya desde sus créditos iniciales, pues el homenaje que se hace en éstos a los extras de Hollywood es insólito. Es curioso, en primer lugar, que el título original del film se pueda traducir como "El gesto de Shanghai", cuando parece aludir, o tal vez alude, al personaje de Ona Munson, que no sólo es la mala de la historia sino también un rostro impenetrable, una máscara, y una máscara que es la Medusa de la mitología griega, la diosa con serpientes en vez de cabello que podía matar y petrificar con la mirada. Ona Munson, como "Madre" Gin Sling, es tanto una madre terrible como la reina y guardiana de un infierno de círculos concéntricos, un casino donde ella parece decidir quién vive y quién muere; y un casino donde los antiguos rituales se han transmutado en el ritual del juego, en un continuo giro de ruleta -otro círculo infernal, de repetición, de obsesión sin fin- dirigido por Marcel Dalio.

Obviamente, pese a la fascinación que generan la puesta en escena, la ambientación y el bellísimo rostro de Gene Tierney -contrafigura de Ona Munson-, y pese a la brillantez de algunos diálogos, este film no es perfecto y flojea en otras cosas: la relación entre Tierney y Victor Mature no está bien contada o bien carece de coherencia; la relación entre Walter Huston y Mike Mazurki (en la que podría haber una subtrama homosexual), lo mismo; y la segunda parte de la historia deriva hacia un folletinesco melodrama familiar que pierde interés.

Por la importancia del tema del juego, por su ambiente decadente y por su reparto (y su tono) internacional, este film me recuerda un poco a "Quinteto" (Quintet, 1979), de Robert Altman.
Pedro Triguero_Lizana
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31 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arrebatadora representación de un ambiente entre ensoñador e inquietante, en el cual Sternberg aglutina el cine negro con el melodrama no exento de suspense, todo ello bien condimentado por buenas dosis de humo y alcohol.

El ritmo es sosegado y fascinante, mientras que el retrato de personajes resulta admirable, sugerente... dentro de una atmósfera extraña, enigmática y amoral.

Lo mejor del film es su cautivadora factura visual, por no hablar del enorme placer que supone el contemplar a una bellísima y seductora Gene Tierney pasearse por el casino con un garbo incomparable que quita el hipo.
BartonKeyes
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