Tin & Tina

*Mal fario por todas partes

Rubin Stein es quien asume la dirección y guion de esta adaptación a su propio cortometraje, Tin & Tina, perteneciente a la trilogía de cortos “Luz y Oscuridad”.

Tin & Tina se puede describir como una experiencia singular, es una película que no viene a ser convencional y esto juega mucho a su favor. La trama ya llama la atención por sí sola y su desarrollo está ejecutado de una forma sobresaliente. Es una historia repleta de referencias a la década de los ochenta, la cual decide no posicionarse y culpar a nadie, sino más bien presentar un juego al espectador, el cual decidirá o no, creer en la presunta inocencia de los dos pequeños albinos.

La película mantiene un ritmo pausado que no apresura en generar terror, sino más bien en crear una atmósfera muy personal. Encontramos momentos de tensión eficaces, no son muchos, pero si decir que hay uno donde se involucra un bebé que realmente se sufre. Los diálogos de los niños están muy bien planteados, formando una sátira alrededor de la narrativa y que generan bastante interés por saber la que van a liar.

En el segundo acto se decide aportar más protagonismo al personaje de Milena Smit lo cual, siendo muy honesto, nos da muy igual. La película decae con la ausencia de los niños, son unos personajes tan carismáticos que deseas más escenas escalofriantes de las que nos muestran en pantalla. ¿Podría decir que es el punto del que flojea la película? La verdad es que si, el segundo acto puede llegar a ser repetitivo y falto de intensidad. Aún así, la película coge fondo otra vez en su acto final, donde Tin y Tina demuestran que sin ellos la película no va a ninguna parte. Y es que vaya tercer acto, nos meten un plano secuencia de unos veinte minutos donde el agobio se apodera de la película y con el que consolida el director su visión.

*Lola y los niños

En cuanto a calidad actoral, el reparto está bastante decente. Voy a empezar hablando del muy buen trabajo interpretativo de los niños. Sus personajes como ya he dicho llevan la película sobre sus espaldas, si bien su arco no es muy notorio, es la personalidad que aportan Anastasia Russo y Carlos G. Morollón lo que los hace tan especiales.

Por el lado de la pareja protagonista, Jaime Lorente y Milena Smit, tengo sentimientos encontrados. Por la parte de Jaime Lorente como Adolfo no hay mucho que objetar, su personaje sirve como apoyo al de su compañera y el actor ofrece una interpretación notable. Es con Milena Smit con quien tengo en duda si su interpretación logra cautivar o no. La actriz tiene momentos donde luce sus nociones de interpretación y brilla completamente, pero hay otros donde deja mucho que desear y te llega a sacar del ambiente, sobretodo en el plano secuencia del que he hablado antes. De todas formas, no queda en duda el gran esfuerzo y trabajo detrás de su personaje.

*Un deleite visual

Si algo deja en claro Rubin Stein con Tin & Tina es su visión. El director ofrece de las mejores puestas en escena en lo que llevamos de año. Es brutal la manera en la que planifica toda la película, cada plano que se ve es un trabajo minucioso y detallista, donde la composición es lo más cuidado, un estilo que recuerda a Ari Aster en ciertos momentos. La fotografía de Alejandro Espadero eleva más allá esta planificación, la iluminación de cada espacio es verdaderamente brillante y los contrastes entre interiores y exteriores de la película producen una satisfacción visual muy notoria.

La gran Jocelyn Pook aporta un trabajo que si bien está muy detallado en las voces corales, en ciertas ocasiones no congenian muy bien con la imagen presentada. Cabe decir que es en las partes más oscuras y tenebrosas, donde su trabajo se luce por completo.

*Conclusión

Tin & Tina ofrece una experiencia completamente distinta al género de terror español, con la que se pasa un rato divertido y escalofriante al mismo tiempo.

Escrito por Adrian Condoy

Me refiero a los supuestos padres, que no a a los niños, que son para echarles de comer aparte. El caso es que Rubin Stein rodó un corto en 2013 con el igual título y ahora diez años más tarde lo retoma y amplia para un trabajo que él mismo ha definido como "en su esencia, una película de misterio" y la productora, como “un thriller religioso con tintes de terror”. Lo cual suena, de entrada, interesante. Luego descubrimos que se ambienta en la España de 1981-1982, y esto le da un aspecto extraño, pero a la postre también fallido, porque no es posible asociar los géneros por los que transita "Tin & Tina", mezclándolos con el mundial de fútbol de España de 1982, el concurso de "El un, dos, tres... responda otra vez" o las canciones infantiles de Enrique y Ana, por mucho que "Super Disco Chino" se aproxime a un temazo. O por lo menos, no consigue aquí crear la atmósfera que se requería con el intento de revival costumbrista de la cultura pop de principios de los años ochenta.

Dicho lo cual, este error no deja de ser secundario. Donde falla y estrepitosamente el largometraje no es tanto en la idea sino en su ejecución. En lo primero, para Stein, no ofrece dudas que la religión en general y el catolicismo en particular es algo horrible, en cambio, se muestra más ambiguo a la hora de decantarse si además de terrible es verdadero o falso. Yo creo que la película nos sugiere que es lo primero. En este sentido, me parece que pocos han entendido lo que propone (SPOILER). En cualquier caso, es una tesis que no es capaz de desarrollar y por eso se queda en una crítica llena de clichés, insostenible desde varios puntos de vista, también el católico. Es decir, que su forma de entender la religión no se corresponde con la que existía ni siquiera en los sectores más integristas o nacionalcatólicos del franquismo de unos años atrás. Además, os recuerdo que la inmensa mayoría de los grandes criminales de la historia moderna, tipo Hitler o Stalin, eran ateos.

Pero como digo un poco más arriba, la tesis de la que parte, la de la maldad de la religión y del catolicismo en concreto, aun siendo claramente errada, podría al menos argumentarse de forma más inteligente, cosa que no hace, y por lo menos servir como argumento para una buena película. Sin embargo, es en su ejecución donde "Tin & Tina" desvaría por completo, desde que aparecen los críos, que han sacado de "El pueblo de los malditos" (1960). Nada en ellos despierta ternura sino repulsión y/o miedo, pero si los protagonistas no son capaces de verlo, tal vez por la necesidad de ser inclusivo, cosa que queda patente en la innecesaria cojera, existe ya un grave problema de simple credibilidad. A partir de aquí la cosa sigue empeorando todavía más con comportamientos cada vez más absurdos, antinaturales y faltos del elemental sentido común, fruto, tanto de la torpeza a la hora de sostener la trama como de asumir el disparatado pensamiento moderno progresista tóxico.

-Esas caritas de moda de moda de moda...
-Esos morritos morritos morritos...
-¡¡¡Postureo del cine españoooooooll!!!!!
-¡¡¡Bodriacoooooooooooooooooooooooooo!!!!
Y así constantemente. Y otra morralla al canto. Y toma pan y moja. Y vaya cuerpo que se te ha quedado ¿eh? Otra vez las caritas-morritos-postureo de siempre: la chica del Instagram flaca de los tatuajes alias "morritos y ojos chungos" y el morritos Lorente "soy actor porque pongo caritas (de moda)" y grito mucho, soy intensito aunque por dentro en realidad no lleve nada y de actor tenga lo mismo que las gordas de Alpedrete haciendo teatro.
¿Y qué decir del pedazo de argumento que se ha sacado de la chistera que tiene donde la escobilla de wáter el tal individuo Rubin Stein (que nombre más cool, de moda)? No tiene desperdicio, bueno es en sí mismo un desperdicio, porque si tenía algo de interés al leer la sinopsis (hay que estar en una isla desierta y que solo te pongan esta película para verla pero algunos somos masocas) luego lo caga bien cagadito y le pasa la escobilla.
Si no fuera porque ya todo el producto interior es así de bruto (y grotesco y de moda) aquí en España diría que es un bodrio que se les ha ido de las manos y que puede ser una comedia de lo mal hecha que está a posta, pero no. Es una prueba (¿otra? os preguntaréis angustiados y en un sinvivir mis queridos amigos, sí, otra) otra prueba más de que a esta gente que comete estos atentados de mal gusto general y particular a un arte llamado cine se la trae al pairo eso, el arte, o sea todo él: la producción, la dirección, el guion, los actores. Todo todo todo (y mira que es difícil, lo admito) es una PUTA MIERDA PINCHADA EN UN PALO. ¡Con un par! ¡A por más bitterkas, seguimos! Próximamente en tu ciudad más cercana otro bodrio de los morritos "Smit & Lorente", compañía de circo y caritas de moda. Para llorar o mejor vamos a reírnos, si total de perdidos al río, from lost to the river.

Ha resultado una fórmula bastante recurrida y en muchos casos impactante, la inclusión de niños, niñas o ambos, en los relatos del género del terror. Quizás las figuras ya míticas de "Regan MacNeil" (The Exorcist) y la inocente pero terrorífica figura de "Dámien Thorn" (La Profecía-The Omen), sean en mi opinión, las figuras más destacables. Tanto la literatura como la cinematografía, están plagados de éstos elementos con desiguales resultados.

El caso que nos ocupa Tin y Tina, pienso que tiene todos los elementos para ser una buena producción. Creo que está notablemente dirigida, con una escenificación, ambientación y fotografía que realmente me parecen muy notables.

La premisa argumental y el guion pueden resultar un tanto controvertidos, pero ahí están. Cada cual extraerá las impresiones que considere oportunas. Personalmente no soy una persona religiosa, pero me resulta bastante cuestionable la corriente generalizada, en la que el Catolicismo (especialmente), sea utilizado como el muñeco del pim pam pum recurrentemente. No ya en España únicamente, sino como un recurso ya establecido a un nivel global. Sabemos de las barbaridades perpetradas por la Iglesia Católica, pero a mí también me gustaría conocer, además de plasmarse, si las demás religiones (especialmente las monoteístas) no guardan cadáveres en el jardín del patio trasero. No estaría de más, en mi opinión, plasmar historias negras que apunten hacia las otras religiones, de las que no tengo la mas mínima duda las habrá. A mí me gustaría conocerlas también.

La película hubiera podido ser una notable producción si el casting hubiese sido más acertado. La dupla interpretativa adulta me resulta realmente insufrible.

Si Jaime Lorente, siempre me ha parecido un intérprete limitadísimo y con mínimos registros, Milena Smit ya rompe absolutamente el molde.

Milena se ve incapaz de transmitir nada, carente absolutamente de alma. Una especie de zombi que deambula por la pantalla y por la notable escenografía, para apenas balbucear frases y palabras por momentos ininteligibles. He visto a Milena Smit en tres producciones, jamás he visto nada en ella que me haga sospechar de que podamos estar ante un talento del nuevo cine español, todo lo contario.

Se ven ampliamente superados por sus homólogos infantiles, los cuales están realmente bien.

La película pudo haber sido una buena producción, con elementos bien construidos y cuidados por parte de la dirección, escenógrafos, fotografía, maquillaje, etcétera, pero...ese casting ufff!!!

Lo mejor, además de la escenografía y la fotografía, los niños sin duda. Además de recrear aquel ambiente ochentero, con elementos nostálgicos de aquella época, para agitarnos los recuerdos a los que, por aquel entonces, éramos más jóvenes.

Lo peor, la dupla de intérpretes adultos, en especial Milena Smit, casi indetectable, salvo cuando tiene que reseñar y censurar el espíritu machista de su marido y en los alaridos y berreos espeluznantes del plano secuencia final.

La gran mayoría de las cosas que pasan y cómo se resuelven no tienen sentido. Hay que concederle el mérito de crear ansiedad, si la película la hicieron para ello bravo por el director. Desde luego yo me llevaba las manos a la cabeza en cada cosa que pasaba. Parece como si hubieran cogido partes de varias películas diferentes, con sus tópicos incluidos, y las hubieran metido en la batidora para crear un cóctel insulso y desagradable para la vista y el estómago. Con un mínimo de sentido común se puede deducir como va a acabar cada escena, es más, se puede intuir el argumento de la película completa, incluido el final. ¿Por qué? Yo creo que es porque no le han dado demasiadas vueltas al guion y han ido a lo fácil todo el tiempo. No se la recomendaría a nadie, me han dado ganas de anular mi suscripción a Netflix. Me he tragado mucha basura en esta plataforma pero es que con esto me han rematado. Por favor, no más películas de "terror" de esta forma, gracias.