La película sirve, además de para pasar el rato, para disfrutar y admirar la exquisita belleza adolescente de Amiah Miller. Una Amiah Miller a la que le sienta bien todo, incluso la posesión demoníaca.

Una familia entera, tiene que huir despavorida (bueno, en realidad la mayor parte del país), ante el ataque de unas formas de vida, auténticamente aterradoras, provocando el caos y la muerte a su paso. Nadie sabe que son, ni el porqué de su aparición en la superficie de la tierra. Aunque siempre queda la sospecha de que, una vez más, la acción del ser humano es, quien provoca la reacción.

La familia compuesta por abuela, marido, esposa y, dos hijos (una chica joven en edad pre universitaria, y un niño). Descubren que a pesar de los pesares, se les puede combatir. Ahí es donde el guion resulta eficaz, los personajes se muestran, aunque asustados, racionales y coherentes. No sin sacrificios, puesto que la abuela Lynn (Kate Trotter) y Glenn (John Corbett) el mejor amigo de Hugh (Stanley Tucci), mueren al ser atacados por las bestias.

A pesar del drama, son capaces de trabajar bien, aplican el sentido común, algo bastante raro en en este tipo de relatos, ya que las historias, los guiones y, los personajes, tienden a despendolarse.

La aparición de unos siniestros personajes sectarios, denominados "Los Hushed" (en realidad, más que una Secta, eran un sectilla que se cortaban la lengua, para permanecer en silencio), quedan retratados como algo bastante irrelevante. No tienen el impacto que, seguramente, la producción había pretendido. Aún así, la familia, tendrá que lidiar y luchar contra este inesperado elemento, añadiendo más drama a una situación, de por sí, desesperada.

La película, en mí opinión, requería otro final. La situación trágica y desesperada que la familia tuvo que vivir, merecía un final, optimista, pero serio. Consiguen llegar al refugio y, con él, cierto alivio y seguridad. Éste, en mi opinión, era el final apropiado para la película.

Siguiente escena y, final. Dos adolescentes, chico y chica, correteando por los bosques armados de arcos y flechas. El ser humano tendría que adaptarse ante este nuevo escenario. ¿Con adolescentes, arcos, y flechas?... anda no me jodas. Éste, desde luego, no era mi final.

A veces, tengo la sensación de haber entrado, en una época, donde los guiones se sirven a la carta. A mi modo de ver y entender el cine, el pre desenlace era el perfecto.

A Pippa (Sidney Sweeney), la vida, le acababa de dar un hostión tremendo. Lo que había comenzado prácticamente como un juego, termina en una tragedia de consecuencias dramáticas.

La vida a veces puede ser muy cruel, tampoco tiene por que haber culpables. A Pippa le pudo el morbo, el deseo prohibido, metió demasiado las narices donde no debía, y tendrá que cargar con las consecuencias. Para mí era el final perfecto.

Había que darle un giro de tuerca más al desenlace final. Pippa la chica mona (aunque a mí me gusta mucho más Natasha Liu), de aspecto tierno e inocente, no podía terminar la película de esa manera, no sea que a la audiencia no le vaya a gustar. La vestimos para el acto final de vengadora, cruel, calculadora... Así sí, ese sí es un buen final.

Estados Unidos está siendo azotada por una serie de siniestros y crueles crímenes. Todos ellos asociados a ritos satánicos, que a su vez, sirven de carnaza para grupos ultra religiosos, los cuales, asocian los crímenes a los seguidores del Heavy Metal.

A pesar de ello, tres chicos y tres chicas hacen buenas migas durante un concierto, siendo las propias chicas, quienes los convidan a seguir con la fiesta a la casa de una ellas. Error fatal, las chicas en realidad no son seguidoras del Metal, sino que forman parte de un grupo radical ultra religioso y, causantes de los asesinatos con la falsa firma satánica.

Las chicas, una auténticas psicópatas, someten a los chicos a vivir un auténtico infierno, llegando al asesinato. Solo una de ellas se muestra discordante, con la actitud cruel y sanguinaria de sus "Hermanas".

Mola muchísimo ver a Alexandra Dadario (ejerce también en la producción de la película), guapísima con su look heavy metal en el rol de Alexis Butler, una sádica y cruel psicópata. Hija de un pastor telepredicador, auténtico artífice e ideólogo de los crímenes que asolan Estados Unidos.

No le va a la zaga Maddie Hasson, como Val, otra zumbada sádica, dispuesta a llevar a los chicos hacia una auténtica pesadilla.

La nota discordante será Beverly, interpretada por una guapísima Amy Forsyth, que horrorizada ante la demente actitud de sus "hermanas", ofrece su ayuda a los chicos para poder escapar de la casa de la muerte. Solamente Beverly y uno de los chicos, Mark (Keean Johnson), conseguirán sobrevivir a una noche de pesadilla, terror, sangre y demencia.

Como suele ser habitual en estos casos, el desarrollo suele ser desesperante. Te haces con un arma y se te cae, consigues un cuchillo y te lo dejas olvidado, siempre le das la espalda a la psicópata, no terminas de rematarlas y te largas sin cerrar las puertas, etcétera, etcétera...suele ser desesperante, pero siempre pasa en los relatos de terror, slasher y demás, que Cruz.

Bien, muy entretenida con buenas partes, las cuales se pueden disfrutar.

Lo mejor, las tres villanas psycho maníacas (salvo una), Alexis, Val y Beverly, con un look metalero que les sienta de maravilla. Sometiendo al horror a tres chavales fans del heavy y, que se las prometían muy felices. No te puedes fiar de nadie, hay que aprenderse esa lección.