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Rep. Dominicana Los cien pasos (I cento passi)
2.120
Drama
Sicilia, años 50. Cinisi es un pueblo de la provincia de Palermo, conocido por el aeropuerto de Punta Raisi, que los jefes de la mafia local utilizan para sus negocios. Aquí vive el pequeño Peppino Impastato, a cien pasos de la casa del boss Tano Badalamenti, con el que su familia mantiene una estrecha relación, marcada por la ley del silencio. Peppino agobia a su padre con continuas preguntas acerca de la actividad del mafioso, pero a ... [+]
3 de febrero de 2008
17 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la HISTORIA VERDADERA de la vida de Peppino Impastato, no hay nada de maquineado ni falso. Refleja perfectamente la Sicilia de los años 70, y sobre todo, la vida de ese chico, sin romanticismo ni espiritu heroico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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24 de marzo de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
De La mejor juventud guardo un buen recuerdo por el rostro y el personaje de una guapísima y estupenda actriz que se llama Jasmine Trinca, y cuyo personaje (muy agradecido para cualquier actriz, también hay que decirlo), demente, pero inocente, era como un icono de la juventud perdida por los dos hermanos protagonistas de aquella película (para más señas, la misma actriz, aún adolescente, era la hija de Nanni Moretti en la mejor película del director italiano: La habitación del hijo). En su momento no sabía que duraba 4 horas, y me frustró no haberla grabado entera, así que me tuve que buscar la vida (vía emule, para qué vamos a engañarnos) para ver las cuatro horas de la versión para cine de aquella cinta. Y debo decir que la segunda parte de La mejor juventud era una juventud peor, me resultó mucho menos atractiva, más convencional. Volvía a ganar, eso sí, cuando reaparecía Jasmine Trinca.
Con estos Cento Passi, una obra tres años anterior a La mejor juventud, de un director menos experimentado aún ya con espaldas suficientes para soportar un proyecto de esta envergadura, tengo en parte las mismas sensaciones que con la segunda parte de aquella, una sensaciones parecidas, por cierto, a la de otro director italiano actual, G. Tornatore, autor también de su particular fresco-histórico-italiano, llamada Baaria. Sus ideas son buenas, sus intenciones loables, pero les acaba perdiendo la sensiblería. A Tornatore, para ser justos, mucho más que a Tullio Giordana.
Los puntos en común entre estas dos cintas del director italiano son evidentes: una mirada a la historia a medio camino entre el compromiso y el melodrama, con una voluntad testimonial que tiene también mucho de nostalgia de tiempos pasados. A veces uno piensa en Cuéntame cómo pasó, aunque esta comparación por mi parte es bastante injusta. Los cien pasos no es una mala película, pero no es ni mucho menos una gran obra, una obra con verdadera personalidad. Al director se le pueden reconocer sus grandes intenciones, su voluntad humanista, seguro que atacar a la Mafia en Italia sigue sin ser nada cómodo... pero su mirada no es original.
Con estos Cento Passi, una obra tres años anterior a La mejor juventud, de un director menos experimentado aún ya con espaldas suficientes para soportar un proyecto de esta envergadura, tengo en parte las mismas sensaciones que con la segunda parte de aquella, una sensaciones parecidas, por cierto, a la de otro director italiano actual, G. Tornatore, autor también de su particular fresco-histórico-italiano, llamada Baaria. Sus ideas son buenas, sus intenciones loables, pero les acaba perdiendo la sensiblería. A Tornatore, para ser justos, mucho más que a Tullio Giordana.
Los puntos en común entre estas dos cintas del director italiano son evidentes: una mirada a la historia a medio camino entre el compromiso y el melodrama, con una voluntad testimonial que tiene también mucho de nostalgia de tiempos pasados. A veces uno piensa en Cuéntame cómo pasó, aunque esta comparación por mi parte es bastante injusta. Los cien pasos no es una mala película, pero no es ni mucho menos una gran obra, una obra con verdadera personalidad. Al director se le pueden reconocer sus grandes intenciones, su voluntad humanista, seguro que atacar a la Mafia en Italia sigue sin ser nada cómodo... pero su mirada no es original.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Out of Darkness
8 de septiembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película esta cuidada como un jardín, con su bonita cerca blanca rodeándola. Aquellos que como un servidor lleguen a la película de Marco Tullio Giordana con la película La mejor juventud en su mente, que vayan olvidando de encontrar algo tan perfecto y sublime como aquella maravilla, eso era otro paisaje. Este sin embargo, tampoco es una tierra árida donde nada encontrar ni mucho menos.
Hay actores de aquella, hay maneras y formas de aquella, la recreación de la época, el The House of the rising sun, de los animals se escucha también por aquí. En definitiva el paso antes de llegar a aquella, donde se deja ver el estilo de Giordana como director.
Luigi Lo Cascio da vida a Peppino, el personaje que alguno que tire hacia la derecha en nuestros tiempos diría como un perro flauta, de los de pañuelo palestino al cuello y sus acciones de bloque negro. En sus tiempos Peppino es un subversivo, un toca morales en Mafiopolis, como definiría el protagonista su pequeña localidad italiana, acompañándolo de la tonadilla de un spaghetti western de Leone, muy acertado.
Lo Cascio en su linea, de buen tipo, majo, que cae bien, y que tiene también sus ideas claras. La cuestión es que su personaje Peppino, es así, un poco precipitado e impulsivo. Y entre días de radio, reivindicaciones y protestas van pasando esas cosas, esos pequeños gestos que parecen resurgir con los tiempos de injusticias y necesidad de lucha, contra el estado de bienestar o malestar o el sistema en general.
Peppino Impastato se puede considerar hasta cierto punto un ciudadano de esos considerados incómodos para una sociedad comoda, pero... ¿y si no estuviera? La lucha empieza por ser uno mismo. Y hay cierta gente que siempre querrá una forma de estar y de vivir, que no haya gente incomoda que remueva a las masas. Los cien pasos cumple la función de difundir una realidad a veces velada.
Conclusión; una película necesaria en estos tiempos, y en otros que pasaran, quien sabe. Aunque quizá a alguno se le pueda atragantar la parte final, las banderas rojas, y el ensalzamiento de una ideología.
Hay actores de aquella, hay maneras y formas de aquella, la recreación de la época, el The House of the rising sun, de los animals se escucha también por aquí. En definitiva el paso antes de llegar a aquella, donde se deja ver el estilo de Giordana como director.
Luigi Lo Cascio da vida a Peppino, el personaje que alguno que tire hacia la derecha en nuestros tiempos diría como un perro flauta, de los de pañuelo palestino al cuello y sus acciones de bloque negro. En sus tiempos Peppino es un subversivo, un toca morales en Mafiopolis, como definiría el protagonista su pequeña localidad italiana, acompañándolo de la tonadilla de un spaghetti western de Leone, muy acertado.
Lo Cascio en su linea, de buen tipo, majo, que cae bien, y que tiene también sus ideas claras. La cuestión es que su personaje Peppino, es así, un poco precipitado e impulsivo. Y entre días de radio, reivindicaciones y protestas van pasando esas cosas, esos pequeños gestos que parecen resurgir con los tiempos de injusticias y necesidad de lucha, contra el estado de bienestar o malestar o el sistema en general.
Peppino Impastato se puede considerar hasta cierto punto un ciudadano de esos considerados incómodos para una sociedad comoda, pero... ¿y si no estuviera? La lucha empieza por ser uno mismo. Y hay cierta gente que siempre querrá una forma de estar y de vivir, que no haya gente incomoda que remueva a las masas. Los cien pasos cumple la función de difundir una realidad a veces velada.
Conclusión; una película necesaria en estos tiempos, y en otros que pasaran, quien sabe. Aunque quizá a alguno se le pueda atragantar la parte final, las banderas rojas, y el ensalzamiento de una ideología.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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17 de diciembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante film italiano que narra veinte años de una familia siciliana cuya relación se va deteriorando por la vertiente díscola y contestataria de uno de los hijos.
El arranque es muy bueno. El ambiente costrumbrista se retrata con gran acierto. Por momentos parece que nos encontramos ante una insólita obra maestra. Por desgracia a medida que avanza son varios los aspectos que rebajan la calidad de la película. Por un lado el protagonista principal, de joven, no tiene un carisma especial (no el personaje, sino el actor). Por otro, un par de escenas que tendría que haberse resuelto con mayor acierto son bastante flojas de realización. En concreto me refiero a escenas que generalmente sobresalen en este tipo de films, al tratarse de momentos de acciones violentas o atentados.
A pesar de ellos se ve con sumo interés. Tiene un par de momentos que se perpetúan en la memoria, como ese sillón rojo en el que se sienta el joven protagonista, de niño, y la escena en la que ya de joven cuenta los 100 pasos que hay entre su casa y la de su tío.
El arranque es muy bueno. El ambiente costrumbrista se retrata con gran acierto. Por momentos parece que nos encontramos ante una insólita obra maestra. Por desgracia a medida que avanza son varios los aspectos que rebajan la calidad de la película. Por un lado el protagonista principal, de joven, no tiene un carisma especial (no el personaje, sino el actor). Por otro, un par de escenas que tendría que haberse resuelto con mayor acierto son bastante flojas de realización. En concreto me refiero a escenas que generalmente sobresalen en este tipo de films, al tratarse de momentos de acciones violentas o atentados.
A pesar de ellos se ve con sumo interés. Tiene un par de momentos que se perpetúan en la memoria, como ese sillón rojo en el que se sienta el joven protagonista, de niño, y la escena en la que ya de joven cuenta los 100 pasos que hay entre su casa y la de su tío.
18 de mayo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clásico del cine italiano sobre una pequeña historia personal que sirve para resumir una época y una cultura.
El director retrata con maestría un tiempo pasado, como ya hiciera en La mejor juventud, con mimo, con personajes inolvidables y con muchísimo carisma. Se nota el amor por su país y por su historia.
Todo el cast está muy acertado, pero como es lógico, brilla con luz propia su protagonista y el padre de este. Su escena conjunta en la que el padre, cediendo a las presiones de Don Tano, rompe la relación con su hijo es sencillamente desoladora a nivel emocional, y como esta hay varias.
Solo cien pasos separaban la casa de los Impastato y Don Tano, y aunque en realidad no fuera así, es una preciosa metáfora de cómo una sociedad se niega a ver lo que es evidente.
El director retrata con maestría un tiempo pasado, como ya hiciera en La mejor juventud, con mimo, con personajes inolvidables y con muchísimo carisma. Se nota el amor por su país y por su historia.
Todo el cast está muy acertado, pero como es lógico, brilla con luz propia su protagonista y el padre de este. Su escena conjunta en la que el padre, cediendo a las presiones de Don Tano, rompe la relación con su hijo es sencillamente desoladora a nivel emocional, y como esta hay varias.
Solo cien pasos separaban la casa de los Impastato y Don Tano, y aunque en realidad no fuera así, es una preciosa metáfora de cómo una sociedad se niega a ver lo que es evidente.
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