10 años y divorciada

El matrimonio de niñas con hombres adultos es una lamentable práctica cultural aún presente en algunos países del mundo. Esta película yemení escrita y dirigida por Khadija Al-Salami, está basada en sus propias experiencias personales. El filme se centra en Nojoom (Reham Mohammed), una niña que a la edad de 10 años que llega a un tribunal para intentar divorciarse de su esposo, obviamente muchos años mayor que ella.

La película de Al-Salami es valiente por mostrar una problemática profunda dentro de su país, presentando esa dualidad existente entre las prácticas tribales de las zonas rurales, frente a la modernidad de las ciudades, donde más allá de la ley del Corán, existe una ley de las personas, sin embargo, sin eliminar del todo a la primera, sino dándole una interpretación distinta y más acorde con los tiempos actuales.

Precisamente, este primer largometraje de Al-Salami, compensa algunas debilidades en la forma del relato, como por ejemplo, actuaciones deficientes, un montaje en ocasiones muy abrupto y un uso del flashback muy marcado, con el sentido de denuncia que tiene su obra, que es lo que le da valía y de hecho lo convierte en el trabajo más sobresaliente de su país.

Con todo y esos detalles mencionados, la película resulta ser valiosa por su contenido, porque refleja cierta parte de una cultura que simple y llanamente no debería existir, no el país o la sociedad como tal, por supuesto, sino está burda y anticuada práctica.

Es el tipo de película que importa más el mensaje que la forma narrativa o posibles errores de acabado.
Que se siga comerciando con el cuerpo y la vida de niñas en países como Yemen es aberrante.
La valentía que demuestra la niña al pedir el divorcio y enfrentarse a su familia y al hombre que la ha comprado para casarse con ella abusando y maltratándola, tiene el mérito de una mujer heroica.
Esta basado en el libro escrito entre Nujood Ali (protagonista real de la historia) y Delphine Minoui.
Historias como esta hay que contarlas y el cine es un medio maravilloso para ello, por su capacidad de difusión y soñemos que llegue a las personas que puedan empezar a cambiar el futuro de niñas inocentes privadas de su juventud y de sus vidas.

Las buenas intenciones no son suficientes para realizar un buen film, ni tan siquiera la ausencia de pretensiones debería de otorgar la benevolencia, pero en cualquier caso este proyecto es útil, al menos, como simple y plana radiografía a pesar de su alarmante falta de sensibilidad y sutileza artística (que tal vez ello sea lo que la salve al mismo tiempo...)
Muy loable y meritoria la fotografía de los primeros minutos del film, a la altura del increíble paisaje yemenita.

Independientemente de cualquier cultura, religión o condición social, existen una serie de derechos que por su universalidad no pueden ser pasados por alto bajo ninguna circunstancia, sobre todo si se trata de proteger a los menores de edad. Bajo esta premisa, llega a los cines mexicanos el trabajo Khadija Al-Salami, la primera directora de cine en la historia de Yemen, quien presenta la película biográfica acerca de la vida de Nujood Ali, una mujer yemení que fue forzada a los 10 años a casarse con un hombre de 30, debido a que las costumbres tribales de la comunidad en la que vivía así lo permitían.

Basada en las memorias de Nujood que se relatan en el libro homónimo, y cuyo título se traduce como “Me llamo Nojoom, tengo diez años y quiero el divorcio”, el cual redactó junto con la periodista Delphine Monoui, la cinta relata la forma en como el padre, desesperado por conseguir recursos para mantener a sus dos esposas, acuerda con un hombre adulto dar en matrimonio a su hija menor de edad a cambio de la dote correspondiente. Una vez formalizado el acuerdo de conformidad con las costumbres religiosas de su comunidad, la niña es forzada a vivir con su marido y a consumar el matrimonio a pesar de no haber alcanzado siquiera la pubertad. Viendo interrumpida su infancia e incapaz de cumplir con las tareas domésticas que su familia política le impone, la menor consigue acercarse a un juez de ciudad para exigir justicia y pedir el divorcio.

La película se muestra como un testimonio de uno de tantos casos en los cuales los derechos de los niños no son respetados, contando con el gran acierto de exhibir con cierta imparcialidad las dos caras de la moneda, ya que si bien es inadmisible pensar que una menor puede desposarse a los 10 años con todas las implicaciones físicas y psicológicas que esto conlleva, la realidad es que tanto el padre como el marido entienden que es algo normal y que incluso es un derecho que poseen de conformidad con las costumbres sociales y religiosas de su comunidad. De esta forma, los adultos no quedan como villanos despiadados sino más bien como gente sin sentido común que desconoce, o pretende ignorar, que existen valores que van más allá de cualquier credo o ley.

De esta forma, el filme se desarrolla con buen ritmo para mostrar una historia bastante cruda sin caer en el morbo o el uso extremo de la violencia. El mensaje se transmite de forma contundente para una audiencia occidental en cuya mente es muy difícil concebir que en pleno siglo XXI continúen sucediendo este tipo de casos. Así, sin ser una cinta de gran presupuesto e incluso haber sido grabada de forma clandestina, se trata de un trabajo de excelente calidad con un guion bien llevado y una fotografía excepcional que muchas producciones de otros países quisieran tener.

El magnífico trabajo de Al-Salami es capaz de mostrar la belleza de un país desconocido el cual a pesar de sus carencias no es exhibido de forma decadente o denigrante, únicamente tal y como es. Lo anterior, aunado a una excelente actuación de la pequeña Reham Mohammed, hace de ésta una película que vale muchísimo la pena, ya que además de interesante, permite conocer lo que sucede en países lejanos y reflexionar acerca de la importancia proteger los derechos de los niños y las mujeres a toda costa.

Calificación: TÚ DECIDES.
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Película con argumento real que podría haber sido más duro en el relato, pero de la forma en la que lo cuenta muestra esa cruda realidad que se viven en algunos países asiáticos donde la cultura y la pobreza a veces produce que niñas tan jóvenes sean forzadas a casarse y tener relaciones sexuales. Esta cinta nos demuestra que se debe avanzar más en esos ideales desfasados y dejar de abusar a los niños/as y que deben vivir su vida como niños y dejar que cuando sean adultos decidan.