El cadillac rosa

Esta película tiene un esquema similar a cualquier capítulo de The A-Team, mejor conocidos como Los Magníficos. De hecho, Eastwood viene a ser aquí una especie de Hannibal Smith, astuto, noble, honesto, amante del disfraz y las trampas sugestivas, pero sin la compañía del resto del equipo. ¡No, qué va! El viejo Clint se va solo contra el mundo... Ah, y Bernadette Peters, quien oscila en la película con momentos sexis y amargos.
Película regular con una historia que se pudo librar en menos tiempo. Y a ver quien no la haya visto, o quien la vio sin notarlo, el primer papel de un joven llamado James Carrey. A que lo encuentra fácil... más cuando Eastwood le hace la popular mueca de enfado de la que tanto después Jim Carrey se atraería risas.

Película de segunda para un Clint Eastwood acostumbrado a ser el duro del cotarro. Aquí hace de una especie de prestamista para gente que no posee dinero para la fianza que les libera de la cárcel y se ve envuelto en un lio por inmiscuirse en el robo de un maletín que era propiedad de una panda de neonazis y en el robo de un Cadillac rosa. Más tarde la cosa se complica cuando a la madre del bebé (Bernadette Peters), que previamente robó el dinero y el auto, se le roba el niño. Se relaciona demasiado con la mujer y acaba metiéndose donde no se le llaman.

La película la han emitido tantas veces por la televisión, sobretodo por la 1, que se la sabe uno de memoria. Es malita para ser del gran Clint Eastwood, que incluso produjo la cinta y sólo te sirve para echar la tarde una tarde de Domingo. Así que no esperes mucho de esta cinta, aunque al menos te puede entretener.

Sale un jovencísimo Jim Carrey en un casino imitando a Elvis, mucho antes de "Dos tontos muy tontos" y "La máscara". Apenas un flash, pero es de lo mejorcito de la cinta, así que ya te pueden imaginar como es el film.

A Clint Eastwood se le perdona todo, incluso este divertimento en el que se lo debió pasar en grande disfrazándose y haciendo de sí mismo. Pero los guionistas de este largometraje no tienen perdón, las escenas de acción parecen sacadas de un capítulo de la serie El Equipo A, muchos disparos, mucha arma y alguna explosión varia, pero ningún muerto. Una persecución con toda una banda de malotes detrás y él escapando con una mujer y un bebé y sin sufrir un arañazo.
El largometraje tiene un comienzo prometedor, un caza recompensas infalible que le gusta disfrazarse más que a Mortadelo, un tío muy bueno y eficaz. Hasta que se junta con la típica chica de los 80, creándose empatía mutua entre ellos y dando origen a una película mitad película de carretera, mitad de colegas a la fuerza. Pero en cuanto entran en escena los malotes, estereotipados y caricaturescos, la película se va a la mierda, con perdón.
A favor, que tenemos de protagonista a Clint Eastwood, y que a pesar de todo entretiene.

Antes de alcanzar la madurez creativa con Sin perdón y de iniciar una prodigiosa racha de estupendas películas que dura hasta hoy, el bueno de Clint parecía desorientado a finales de los ochenta y protagonizó varios filmes bastante mediocres. Cadillac Rosa es uno de ellos. Cuenta la historia de un cazarrecompensas interpretado por Eastwood que persigue fugitivos atrapándoles con métodos muy peculiares, como disfrazarse o engañarles con todo tipo de tretas. Un día se verá envuelto en un lío cuando caza a una fugitiva que se ha saltado la condicional y que está casada con un gandul con amistades muy peligrosas. La mujer se fuga de casa llevándose a su hija lejos de su insustancial marido. Lo malo es que en el maletero de su coche hay escondida una importante cantidad de dinero propiedad de los amigos del marido que forman una asociación de paletos pistoleros racistas. Cuando Clint da con la mujer se convertirá en objetivo de los pistoleros junto a la chica.

Cadillac rosa es una película de acción con algunas dosis de comedia, aunque se echa en falta más acción. La dirige el amigo de Eastwood, Buddy Van Horn, que un año antes ya le había dirigido en la exitosa La lista negra. De todas formas este Pink Cadillac es una cinta mediocre en la que lo único que me hizo gracia fue cuando Eastwood se hace pasar por un paleto que masca tabaco para entablar contacto con los pistoleros nazis. Lo demás es bastante flojo. La trama no engancha debido a un guión que no acaba por decantarse ni por la acción ni por la comedia, tampoco ayuda el poco carisma de la coprotagonista, una sosa Bernardette Peters. Entre los secundarios llama la atención la presencia casi fugaz de Jim Carrey imitando a un Elvis Presley enano y del rockero Bryan Adams.

Se nota un montón que esta película no la ha hecho Clint Eastwood, como actor malo no es, de hecho es muy bueno, pero no hay comparación, es mucho mejor director que actor.
Probablemente de haber sido hecha por Clint hubiera sido mucho mejor película, por que para mi no tiene mucho, aburre a cachos y es bastante evidente lo que va a pasar en cada escena, vamos que no hay sorpresas.
Pero bueno, dentro de lo que cabe, sale el gran Clint y tampoco es un coñazo de película, se puede ver y se puede disfrutar.