Castle (Serie de TV)

Hace poco y por casualidad ví en televisión un capítulo de la 4ª temporada de "Castle" y me atrapó de tal manera que sentí la imperiosa necesidad de empezar desde el principio...
Ahora, y con todas las cartas sobre la mesa, puedo asegurar que mi primera impresión no sólo es que fuera acertada, sino que me quedé bastante corto.

"Castle" no es una comedia; tampoco es un drama, aunque en cada capítulo encontremos crímenes, asesinos, víctimas, psicópatas... "Castle" es algo así como una "dramedia", con todas las dificultades que a mi entender presenta este subgénero, todo hay que decirlo, marginado por los premios, no así por el público.

La química entre el entrañable Nathan Fillion y la bella Stana Katic es innegable. Ellos dos soportan el peso de la serie con la colaboración de unos muy buenos secundarios y de unos actores invitados bastante convincentes.

Los capítulos son cortos, no más de 40 minutos, y aunque ello le aporte gran dinamismo, tal vez haga que alguna vez se pueda escapar algo. No obstante, al final del capítulo no acabas en absoluto con la impresión de que te hayan "timado". Acabas con ganas de más.

A pesar de que para algunos los guiones puedan resultar simplistas o predecibles y que algunas historias son verdaderamente inverosímiles, logras sumergirte dentro de ellas y pasas unos momentos realmente entretenidos porque, al fin y al cabo, ésto no deja de ser ficción... pero ficción de la de verdad.

Y ese algo es Nathan Fillion.

Uno de esos actores con los que te gustaría salir de marcha y que provoca que te quedes pensando: “como molaría tener al Fillion de colega, si señor”.

Tiene carisma, tiene encanto y cae bien.

Ya me engancho en Serenity (en los extras no pude reírme mas) y ahora en “Castle” se nota que está en su salsa, el papel le viene como anillo al dedo.

Pese a que la serie no sea sino una copia de las más veteranas “Bones”, “El mentalista”, etc, etc… Gracias al buen hacer de Nathan Fillion y a la química con su co-protagonista Stana Katic consigue diferenciarse del resto, siendo notablemente más divertida e interesante (para mi gusto).

Muy buena.

Nota:7,5

Nathan Fillion vuelve a su lugar, la televisión. Aunque no se puede comparar con uno de sus últimos trabajos en televisión, la genuina Firefly, para mí es la mejor serie policiaca de la actual parrilla, superando con creces a CSI o NCIS: Los Ángeles.

Capítulos autoconclusivos, ligados a la busca de inspiración de un famoso escritor interpretado por el gran Fillion. Sin olvidarnos de la poli en que se basa el prota de su novela, con la que hay cierta tensión sexual, y esos dos detectives colegas y un poco capullos.

Si yo te digo que esta es una serie en la que cada capitulo (a veces dos) se resuelve un crimen y que no tiene una gran trama, tú que piensas? Seguramente que es una serie para ver cuando la echan en la tele, para pasar un buen rato, pero no para engancharse. Así es como la veía yo, al menos. Pero en realidad, hay más detrás de cada capitulo que el hecho de resolver un crimen.

Tenemos al gran Richard Castle, tan gracioso, como inteligente, tan creído, como padrazo. No tardas en ver lo grande que es este personaje. Y a su lado siempre esta la inspectora Beckett, la cual parece que si la tocas debe de ser mas dura que las piedras. Estos dos personajes son prácticamente toda la serie. Porque te enganchas a Richard Castle, a la trama de la madre de Beckett, a la química entre estos dos, al sin fin de crimenes que hay que resolver...

Aparte de estos dos, tienes a la madre e hija de Castle, las cuales no tienen una gran importancia en cada capítulo, pero que son la perfecta ayuda que tiene Richard para resolver crimenes y afrontar sus problemas personales. También están otros dos personajes importantes como Esposito y Ryan, los compañeros de Beckett, que no son tan brillantes como la pareja protagonista, pero que siempre dan un gran paso para resolver el crimen.

No es una serie que vaya a marcar un antes y un después, no es algo que vayas a tardar años en llenar su hueco, pero si que es una serie que hay que ver y que esta hecha para disfrutar, para que al final de cada capítulo sueltes el ya típico: "Pero que buenos son, joder!"

Castle es una serie policiaca en la que el escritor de novelas de misterio, Richard Castle (interpretado por Nathan Fillion), utiliza su estrecha relación con el alcalde de Nueva York para así, quedarse en la brigada de homicidios e inspirarse en su nueva compañera de trabajo, la inspectora Kate Bequett (Stana Katic). Este último personaje tendrá una relación de amor-odio con el escritor y además se convierte en la protagonista de su nueva novela.

Esta serie rompe con todos los tópicos de las series policiacas de hoy en día. No solo incluye originales e imprevisibles crímenes, sino que mezcla el ingenioso humor, sarcasmo e ironía por parte de Castle, y la seriedad y respeto por los asesinatos que suceden a lo largo de los capítulos. Existe un gran contraste entre las personalidades de los dos protagonistas, incluso sus propios caracteres cambian radicalmente según la situación. Por un lado, está Richard Castle. Un famoso y mujeriego escritor cuyo éxito le hace ser engreído, y a veces, un tanto insoportable e infantil. Aunque por otra parte su ingenio, inteligencia y el amor y protección hacia su hija Alexis (Molly Quinn) y su madre Martha Rogers (Susan Sullivan) hacen de él un personaje encantador. En el lado opuesto, se encuentra Kate Bequett. Atractiva e inteligente inspectora que soluciona sus investigaciones con frialdad y seriedad, que hacen de ella una persona reservada y difícil de conocer. Sin embargo, de vez en cuando, este personaje nos deja ver su lado sensible y emotivo.

Las diferencias entre los distintos personajes, el buen uso del sarcasmo y la ironía, y la originalidad de los crímenes que se dan, hacen que Castle sea una de las series más divertidas y entretenidas que podemos encontrar en la televisión.