Castle (Serie de TV)

Muchos (Realmente muchos) alaban el gran trabajo de Nathan Fillio en la serie de televisión, Castle. Y yo no voy a ser menos. Simplemente, después de encontrar cualquier crítica buena hacia él y su personaje, decir que la señorita, hasta ahora un poco desconocida, Stana Katic, es realmente buena en su trabajo. Entra con las escenas con la convicción de saberse ante el Gran Nathan y aún así es capaz de interpretar un papel al más puro estilo "Sé quién eres y, en el fondo, me da igual". Beckett, también conocida como la Reina de Hielo, se va derritiendo a medida que la serie continúa y Richard Castle o tal vez Nathan Fillion, se van ganando poco a poco un pedacito de su corazón.

A parte del gran elenco de personajes, refrescante, nuevo y gracioso, es una serie de policías como las que todos hemos visto alguna vez. La mayor diferencia, diría yo, es que en esta, Castle representa lo que todos haríamos de estar en una escena así. Molestar, ponernos nervioso y hacer auténticas locuras. Quizá por eso, para nosotros, los fans de la serie, signifique algo tan importante.

El que únicamente lea el título de mi crítica, adjunta con la nota dirá que es una gran contradicción, pero lo que trato de decir con ello es lo siguiente:

La televisión tiene ahora un montón de series similares, claramente, a una le va bien, pues las demás hacen cosas similares o iguales. Generalmente, eso ha pasado siempre, pero en esta ocasión, ha sido el tema de "Investigación y Crimen" la que ha cortado el bacalao (CSI y derivados, NCIS, Navy, Sin Rastro ... Castle)

De entre las mencionadas y las que no, Castle cuenta con algo que no tienen las demás, más bien dos cosas:

1-Tiene un toque original con respecto al personaje Castle, y no digo el porque porque sería Spoiler, pero creo que se sabe.

2-Porque, a aparte de ser casos de investigación, crimino logia, "Castle" es fresca, divertida y ligera, no esta cargada de dramatismo, es una serie bastante simpática, destaca porque dentro de su género es extraño, aunque esto no significa que en ocasiones no cuente con momentos más dramáticos, pero diría que este es el factor que hace de Castle una buena serie.

Mi opinión: Entretenida, cómica sin pasarse y ligera, a la que te puedas enganchar con facilidad y sin complicaciones para amoldarte a verla, ya que es bastante sencilla de seguir.

Pero me encanta Richard Castle.

La serie no propone absolutamente nada novedoso, ni nada que no hayamos visto miles de veces. Por lo general me aburren las series de policías que para colmo son autoconclusivas en cada episodio. Y la cuestión es que tenemos muchas de ellas en la pequeña pantalla. Por suerte hay mucho donde elegir.

Paré en Castle por casualidad, vi un capítulo y, lo reconozco, Fillion me hizo reír. Y así durante la gran parte de la serie. A pesar de su esquema trillado, la serie divierte y es lo que uno busca. La química entre todos los actores funciona a la perfección, y si pudiese echar algo en falta sería que el arco principal avanzase con más velocidad.

En la Temporada 6 para mí ha perdido algo de frescor y reconozco que la fatiga empieza a notarse, pero todavía espero con ganas la T7.

Muy recomendable para desconectar con una serie policíaca que se sale de la norma gracias a su humor.

Lo primero a comentar es que, en esta serie de televisión se entremezclan diferentes aspectos, el primero es una historia de amor - odio, entre sus personajes principales, que a su vez se dedican a resolver crímenes sucedidos de manera extraña.
Seguramente no te hará trasnochar para verla, pero cada capítulo te atrapara aun más, ya que hará que tú mismo te hagas preguntas sobre como ha sucedido el crimen que los protagonistas están resolviendo, es una manera de que los espectadores se unan a los personajes y no tener la sensación de que insultan tu inteligencia.

Castle es una de esas series que nunca te cansarías de ver. Casi todos los casos que se presentan están muy bien traídos, y en todos los capítulos tenemos esa mezcla de humor y de intriga que tan bien encaja. Uno de los pilares de la serie es, sin duda, la gran química entre sus protagonistas, Castle (Nathan Fillion) y Beckett (Stana Katic). Son el contrapunto perfecto. Beckett desde el principio era una policía seria, centrada en su trabajo y a la que no le gustaban las tonterías, pero desde que conoce a Castle se va soltando cada vez más y nos permite ver el gran cambio del personaje a lo largo de la serie. Nathan Fillion lo borda, sobre todo con su expresión gestual, y Stana Katic está muy bien en su papel de poli dura.
Pero el dúo no está solo: Están secundados por Ryan (Seamus Dever) y Espósito (Jon Huertas) que le dan un toque cómico a la serie y que encajan a la perfección con el dúo protagonista. También hacen un gran papel sus dos jefes a lo largo de la serie: Roy Montgomery al principio y, sobre todo, la capitán Gates.
Si bien, es verdad que la serie ha perdido en la última temporada bastante chispa, pero sigue siendo una serie que merece la pena ver.