Río Bravo

Howard Hawks con guión de Leigh Brackett y Jules Furtham, agrupa en un habitáculo carcelario a diferentes generaciones y tipologías en base a la responsabilidad, el deber, la justicia, el alcoholismo y la amistad con el fin de plantarle cara a una peligrosa amenaza externa.

La película ofrece un sensacional retrato psicológico de personajes y sus relaciones, una fenomenal fotografía en Technicolor de Russell Harlan, una inmejorable puesta en escena, una atmósfera llena de intensidad con la violencia y la amenaza in crescendo, magníficos diálogos y unas efectivas interpretaciones de un reparto mayoritariamente hombruno, que cuenta sin embargo con la significativa presencia femenina de Angie Dickinson en una vinculación amorosa con el personaje de John Wayne.

Extraordinario western producido y dirigido por Howard Hawks en el que suenan en voz de Dean Martin (espléndido en su papel de alcohólico en busca de regeneración) y Ricky Nelson, con el mismísimo Walter Brennan a los coros, canciones como "Rio Bravo" o "My Pony, My Rifle And Me", compuestas ambas por Dimitri Tiomkin (autor asimismo de la banda sonora) y el letrista Paul Francis Webster.

Un enorme John Wayne es el sheriff Chance, que mete en la cárcel por asesinato claro al hermano de un tipo poderoso que por todos los medios hará por liberarlo. Chance se ve obligado a salvaguardar al pueblo y hacer respetar la ley.

Pero Chance (hombre duro, pero también humano), sabe cómo impedirlo, pues cuenta con la colaboración de dos ayudantes de peso, uno de ellos Dude, con dificultades al que interpreta un sensacional Dean Martin (conmovedor como el borracho que intenta superar su adicción y recuperar su dignidad) y un Walter Brenann genial, ayudante viejo y tullido, pero incondicional y muy eficaz.

Se une al grupo un joven y hábil con las armas llamado Colorado (Ricky Nelson), joven e inexperto que demuestra su valentía y su habilidad con el colt. Todos ellos se encierran en la oficina del sheriff hasta que llegue la autoridad del Estado para llevárselo.

Excepcionales interpretaciones, todas las mencionadas (Wayne, Martin, Brennan o Nelson), sin olvidar a la bella Angie Dickinson, la encantadora Feathers, una mujer inteligente y atractiva que acaba seduciendo nada menos que a Wayne, o sea, a Chance.

Sensacional guion de L. Brackett y J. Furthman (adaptación de una historia de B.H. McCampbell). Un filme impecable si un plano erróneo con una gran música del enorme Dimitri Tiomkin (las canciones interpretadas por Martin y Nelson son un deleite para los oídos) y una fotografía de lujo con unos colores sensacionales de Russell Harlan.

La película tiene un ritmo fluido y una atmósfera envolvente, que hace que el espectador se sienta parte de la aventura. Obra que refleja los valores de la amistad, el honor y el amor, y que muestra el talento de un gran director y unos grandes actores.

El gran R. Ebert escribió: “Ver Rio Bravo es ver a un maestro artesano trabajando. La película es perfecta. No hay un tiro que esté mal. Es extraordinariamente absorbente y los 141 minutos de duración fluyen como agua corriente”. No va más.

En fin, obra maestra del género western, que combina acción, humor, romance y música con una dirección impecable y unas interpretaciones memorables.

Hawks no hace más que demostrar, con Rio Bravo, su gran versatilidad en los distintos géneros. Así como ya queda demostrado que es un maestro de la comedia ("La fiera de mi niña" o "Luna nueva" son sencillamente maravillosas), del film noir ("El sueño eterno"), o del drama ("Tener y no tener"), en Rio bravo se muestra también como un artífice del cine sobre el Far West. Se trata, de hecho, de uno de los mejores westerns de la historia del cine: una película atmosférica; una película, como álguien apuntaba en su crítica, de personajes. Este western es una obra maestra a la altura de los de Ford, pese a que no tiene demasiado que ver con el cine de este último.

Siempre he sido muy reticente al western, era de los que pensaba; Western igual a siesta en el sofá. ¡Ay que tonto y que ingenuo! Ahora ya comprendo porqué se dice que el Western es el género por autonomasia, por gente como este pedazo de crack, por este McGiver de la pantalla grande que con tres cactus te hace una obra maestra, por este genio que dota a los personajes de una humanidad sublime... Ni que decir tiene que creo que Howard Hawks y yo, ya vamos a ser inseparables, no creo que haya podido ser de mejor forma mi primera vez, ni con mejor reparto ni director.
Casi me alegro de haber girado la cabeza a este género porque me queda mucho por descubrir de él y me encanta.
Por cierto me fascina el personaje que interpreta Dean Martin me ha hecho sentirme muy identificado, y me encanta la figura paternal de John Wayne, que oscila entre padre y amigo.
La película en si es un balsamo relajante y seductor pero cuenta con momentos cumbre en escenas como aquella en que el viejo defendiendo la prisión dispara a un "nuevo" Dean Martin así como también sobra alguna escena como aquella en que se ponen a cantar, pero claro para algo contrataría el señor Hawks a Ricky Nelson alias Colorado.
Genial mires por donde la mires.

Estereotipo del género, que representa a la perfección la historia de hombres duros que salen airosos de cualquier circunstancia, apenas sin abrir la boca (y esto, quien mejor lo ha hecho en toda la historia del cine, ha sido Wayne), contrapunteados por diversas situaciones más o menos cómicas (¡Wayne con enaguas rosas!).

En realidad, las situaciones narradas son tan típicas que Howard Haws hizo otra gran película (El Dorado) con las escenas eliminadas del guión original.

Quizás, si alguien lee esta crítica, piense que la valoración que le he colgado es algo paradójica (9). Para nada. Los estilos se definen por una manera de contar las historis (y por las historias mismas) y, en este caso, estamos ante un modelo del Western, en el que Wayne brilla como nunca y está acompañado de un Dean Martin soberbio. Para tener entre algodones.