Esto es lo que me repito a mí mismo cuando me planteo ver alguna peli, sobre todo si espero algo especial de ella. Nuestro cerebro, de carácter social, cincelado durante milenios por la evolución, siempre tiende a empatizar con la mayoría. Es algo biológico y normal, no hay que sentirse poco original por ello, nos pasa a todos.

Es una teen movie atípica, donde los adolescentes no son tratados como imbéciles o condescendientemente, lo que queda especialmente claro en Kit (genial ese "Aléjese señora" que le suelta a Madame Duret). Además, el toque gótico de la fotografía, con una iluminación especialmente oscura, como creo que requiere una película que va de sombras es, ami juicio, un acierto.

La historia y el guión es muy interesante, con una propuesta que da aire fresco al trillado tema de fantasmas y posesiones. Me ha mantenido pegado al sillón y con algún que otro respetable susto que ha sido construido con la suficiente dosis de angustia previa. Adolece sin embargo, de una falta de desarrollo en la relación que se establece entre las protagonistas, y algunos momentos débiles en la historia, como comentaré en el spoiler.

Los actores me han parecido buenos, y muy buenos Uma Turman (una vez que te acostumbras a su acento, claro;) y AnnaSophia Robb, creíbles y eficaces en sus papeles.

Me alegro de haberla visto. Deseando ahora de escuchar el podcast de "Todopoderosos" dedicado a la misma!!!

Happy! tiene muchos elementos heterogéneos que la convierten en una iniciativa arriesgada, pero que no creo que deje indiferente. ¡Un unicornio con aspecto del asno de Shrek como coprotagonista! ¡En una serie policíaca muy violenta con drogas y perversiones por doquier! El que haya pasado del primer episodio con esta carta de presentación tiene asegurado el disfrute de toda la temporada.

Flash backs con títulos de la época muda, subdivisión de la pantalla al estilo Scorsese, ritmo trepidante acompañado de una buena banda sonora y bufandas muy largas que hasta quedan bien. Cada episodio ofrece, no solo un guión que, a pesar de la caricaturización de los personajes, incluso se sostiene, sino una gamberrada constante que brinda un nuevo aire, muy fresco, al género.

Y Cristopher Meloni... ¡¡Grande!!

¿Que es un musical que en el siglo XXI sigue tan fresco cómo en su lanzamiento? Probablemente.
¿Que los decorados, vestuario y colorido están a la altura de las coreografías? Quizás.
¿Que la idea de ambientarla en una época en concreto, tan particular como el cambio del cine mudo al sonoro, ha supuesto que el paso de los años no le hagan mella? Definitivamente.
¿Que la elección de Debbie Reynolds, Jean Hagen y Donald O'Connor como compañeros de Gene Kelly fue muy acertada? Seguro.

Y sin embargo, tengo la sensación que son los detalles los que hacen esta película tan grande, pequeños matices que consiguen una sonrisa constante de complicidad, casi bobalicona, a lo largo de todo el film...
Sigue en spoiler

El pistolero que ha sido prejuzgado a lo largo de una vida de asesinatos (en defensa propia) como un desalmado sediento de sangre pero que, cuando llega el momento de enfrentarse a la suya propia, realmente se libera y deja entrever unos sentimiento más cercanos a la justicia, la lealtad y el amor que muchas almas caritativas bien vistas por la comunidad... ¿Quién sino Wayne podría hacer este papel?

A Eastwood se lo propusieron, pero no le habría sentado tan bien. Él haría algo parecido después en "Sin perdón", pues de condenados al ostracismo y redención estamos hablando.

El conjunto de actores que le acompañan, todos entraditos en años, realzan el aire crepuscular genuino del film. Por qué no coincidieron antes Siegel y Wayne no lo se, pero habrían hecho otra buena película.

Película entretenida, sobre todo en las salidas en busca de nuevos animales salvajes. Esta es la excusa para presentar las relaciones entre un grupo de compañeros de diversos orígenes con una vida mas o menos bohemia viviendo en una casa-zoológico en mitad de la sabana.

Las expediciones en busca y captura resultan más emocionantes de lo esperado, rodadas de un modo muy dinámico en las que, por cierto, las estrafalarias gafas de protección del polvo le dan un aire curioso a John Wayne.

Sin embargo la relación entre Wayne y Elsa Martinelli me ha parecido un poco forzada y tonta, metida con calzador para colar la dosis de romanticismo que se le presuponen a este tipo de películas.

Sigue en spoiler...