El hundimiento

No es la mejor película de guerra que he visto, pero el mejor Hitler que he visto. Me refiero, claramente al trabajo realizado por el genio Bruno Ganz. Hitler fue muy confiado con su entorno cercano. Tenía un sentido de la camaradería, casi familiar. Eso explica que de puertas a dentro fuese tan familiar, mientras que fuera se mostraría duro e impertérrito.

Es una de las mejores películas europea de la década, en mi humilde opinión mereció mucho mas tanto en los Oscar, como en los los Goya. Realmente eche de menos una nominación a Bruno Ganz, por que se la mereció y con creces.

Este Film fue autentico cine de verdad, nada de documentales baratos, se refleja las ultimas horas del Führer con una calidad, pura y dura, sin mas preámbulos. Sus miedos, su locura, sus enfermedades que de cara al publico ocultaba. El único ¨pero¨ de la película fue que le dieron demasiado protagonismo a la secretaria ( Alexandra Maria Lara ) bajo mi punto de vista, por lo demás nos encontramos con cine de verdad, repito, puro y duro.

En términos estrictamente cinematográficos, “El hundimiento” de Oliver Hirschbiegel, no se encuentra entre las mejores que este humilde cinéfilo haya visto, su realización abunda en recursos televisivos que la hacen demasiado evidente o didáctica. No me atrevería a determinar, sin embargo, si tales defectos, que por momentos tornan la película un tanto tediosa, son atribuibles a la impericia del director o, por el contrario, a una vocación de rigor documental. Como reconstrucción de los últimos días de Hitler, la película funciona, en cambio, plenamente, hasta el extremo de que el espectador tiene la impresión de cohabitar con el protagonista en el búnker berlinés.

La interpretación de Bruno Ganz es deslumbrante, alejada de histrionismos caricaturescos, consigue captar ese vacío aniquilador que irradiaba Hitler, capaz de convertir a sus acólitos en maquinas devotas y deshumanizadas. El principal logro de “El hundimiento” quizá consista en soslayar la convencional caracterización de Hitler como fuerza demoníaca. Hitler es aquí un tipo anodino, con sus ribetes de patetismo, azotado por el “parkinson” y encogido por el peso de la derrota. Sus ocasionales golpes de furia, sus excesos de megalomanía, no hacen sino agigantar su insignificancia, su endeble condición de animal acorralado. Incluso le vemos mostrar cierta condescendencia con su secretaria, cierta cortesía con su cocinera, cierta benevolencia con su compañera Eva Braun.

Sólo su gélida impiedad, su desdeñosa indiferencia ante el sacrificio de su pueblo nos recuerdan que esa alimaña encerrada en su guarida, es el mismo hombre que ha convertido el mundo en un campo de exterminio. Quizá los pasajes más espeluznantes del film sean aquellos que muestran las adhesiones inquebrantables que aquel hombre llegó a promover entre sus compatriotas. Aunque en “El hundimiento”, Hitler aparece despojado de cualquier atisbo sugestivo, es tan solo un vacío que atrapa entre sus fauces y engulle en su vorágine cualquier vestigio de vida. En cierto modo nos enseña que fueron sus compatriotas quienes crearon la grandeza de su “Führer”.

Fueron ellos quienes lo convirtieron ilusoriamente, en el fuego que justificaba sus vidas y en cuya lumbre se abrasaron sin formular una queja. Quizá los hechos que evoca el film resulten afortunadamente irrepetibles; el afán de erigir quimeras y de inmolarse en su derrumbamiento seguirá ejerciendo sobre los hombres su atractivo por los siglos de los siglos.

Tenía muchas ganas de verla, por las infinitas parodias que circulan por Internet en la que Hitler se entera de que ha perdido la guerra.

Pues bien, he leído también que es bastante fiel, que incluso hicieron el bunker igualito que el original, cosa que hace ganar varios puntos.

Aunque aquí entro en mi propia dualidad: esta película corre el riesgo de ser como un apoyo a los nazis... ya que llegas a simpatizar incluso con el mismísimo Hitler, y con otros nazis. Así que, después de una reflexión interna, he llegado a la conclusión que todas las personas tienen su propia dualidad. Hitler, dentro de sus creencias y su estado enfermo de conquista, también tenía alguna parte en la que trataba bien a las personas (las primeras imágenes que vemos de él, lo vemos muy dócil y agradable). Con lo que aquí nos muestra de una forma neutral e imparcial, como fueron las últimas horas. Que sí, a todo el mundo (seas bueno o malo) quieres a los tuyos (aunque mandes al infierno al resto). Y es aquí donde el espectador juzga lo que ve y siente.

Me cuesta darle la nota que le voy a dar, pero reconozco su mérito.

A través de una premisa documental, Hirschbiegel nos reproduce las últimas horas de Hitler y sus últimos líderes. Una cinta ambiciosa, verdaderamente loable en su valor histórico e interpretada magistralmente.

Una cinta que trajo polémica ante el retrato humano que realiza de uno de los mayores asesinos y villanos de la historia; un retrato claroscuro y excelente de la caída de un líder, de unas ideas y de su vulnerabilidad final; la increíblemente realista interpretación de Bruno Ganz trasciende al personaje y crea un retrato tan creíble del líder nazi que abrumará a cualquiera.

Acompañado de los retratos de sus fieles seguidores, destacando el personaje de Goebbles y la nueva secretaria, quizás otorgándole demasiado protagonismo. Una película que nos encierra en el búnker con esos villanos vulnerables, con un Hitler enfermo y sin ser consciente de la inminente derrota.

Un notable filme sobre el final del nazismo des del punto de vista de los líderes alemanes, una cinta necesaria y de un valor magnífico subrayado por la abrumadora interpretación de Bruno Ganz.

Duro y contundente trabajo que no se anda por las ramas. Antes de nada recomendar su primer visionado (y todos los siguientes) en V.O.S, no hay otra formar de disfrutar de la rasgada y pasional interpretación del Grandísimo (en esta) Bruno Ganz, una interpretación demoledora, contenida y furiosa a la vez, que eclipsa a cualquier otra que se ponga delante de el, magnífica la mimetización del actor con personaje es clave en la película y en el disfrute de la misma (El trabajo, complicadísimo, de doblaje de este actor en su versión española, es sin duda, un buen intento, pero travestiza claramente su original).

Por otro lado, magnífica narración histórica de esos momentos, con ánimo detallista y sin preciosismos, una realización milimétrica, con claro "Estilo Alemán", alejada de preciosísmos y con intención subliminalmente documental, un trabajo que se disfruta y que ofrece, sin duda, un aliciente didáctico e histórico indudable.

Ante la polémica de la "humanización" del Fuhrer, pues...no la entiendo, ¿Es que Hitler no era un ser humano básicamente?¿quizá detrás de toda esa "demencia" y mal fondo, no era de carne y hueso?, sin duda, su guionista y director, fueron inteligentes en dotar a este film de esa parte desconocida del personaje, haciendo aún mas duro su declive y caida, el amargamiento del Ángel caido, del ídolo humillado, de la sin razón de toda su ambición, de otro modo, hubiese resultado un acabado plano y consabido, previsible y ya visto, como tantas otras películas y otros cientos de documentales.

Destaco algún actor y actriz de reparto de corte de personaje realmente aterrador, La Señora Goebbels, por ejemplo, de mirada gélida y actitud mas gélida aun, escalofriante toda su parte en la película, sin duda.

En definitiva, muy recomendable y una absoluta sorpresa para los que no hayan tenido el placer (o el horror) de haberla visionado. La realidad, de vez en cuando, da un vuelco y acaba fascinando y superando a cualquier ficción.

SALUDOS.