El lobo de Wall Street

Querido DiCaprio:
Eres un maldito hijo de puta y te odio. Te odio por ser tan buen actor, con tu cara de niñato aún te odio más, pero a pesar de ese odio visceral que te profeso me gustas, me encantas y me encandilas. A pesar de que te sacudiría fuerte en la cara y en el hígado, creo que eres uno de los mejores actores de la historia del cine. No eres Bogart, ni Cagney, ni Cooper, ni Brando, ni Wayne; pero ¿sabes? eres muy bueno, un maldito actor de primera, camaleónico y creíble, y probablemente dentro de cien años, en las clasificaciones aparecerás como uno de los diez mejores.
He visto casi todas tus películas, y continuamente busco tus fallos, y no los encuentro, quiero atornillarte y criticarte, y sin embargo, me encuentro con creaciones superlativas, que me maravillan.
Esta maldita película es una más, siempre me haces reír, siempre me haces olvidar mis problemas, y siempre me das lecciones magistrales de interpretación. Y por eso, por eso mismo te odio, porque quiero ser como tú, porque como decía John Doe al final de la película Seven: Tal vez mi pecado capital sea la envidia...

Bueno como ya se ha dicho todo, seré lo más breve posible.

Película impresionantemente divertida y bien contada, en mi opinión, Scorcese es el director que mejor sabe contar historias pues lo hace con una contundencia y claridad inigualable.

Es genial ver a un actor como Dicaprio mirándote a los ojos y contándote la historia y mejor aún, siendo consciente de las trampas que hace.

Me sorprendieron algunas escenas subidas de tono pero quedaron magnificas con la voz en off del prota. Tal vez el género femenino este un poco incómodo porque las mujeres son retratadas como golfas en su estado más puro, la segunda esposa del Lobo demostró ser una perra que se vende al mejor postor porque cuando su esposo estuvo en problemas, decide abandonarlo.

En fin, soberbia actuación de Dicaprio y todo el reparto, narrada con un tono irreverente y picante, ritmo narrativo arrollador a pesar de sus tres horas es emocionante, comica, suspicaz, igualmenrte la pequeña dosis de dramatismo casi al final, todo gracias al inigualable estilo de dirección de este maestro.

Pero ojo que el mensaje también es claro, los excesos de una vida desordenada se pagan caros.

¿El gran Scorsese se copio de Baz Luhrmann? No lo creo pero la cadencia desenfrenada de su película nos recuerda mucho al ritmo trepidante que encontramos en MOULIN ROUGE (2001) y EL GRAN GATSBY (2013). Lo cierto del caso es que quedamos empalagados con la actuación exuberante de Di Caprio encarnando a un “lobo de las finanzas” en el corazón financiero del mundo: Wall Street. El dinero lo es todo, pareciera ser la premisa de base de éste descenso a los infiernos a través de los excesos de una mundanidad sin arte y decoro. Todo está permitido y las bacanales de sexo, alcohol y droga sirven de pantalla a un hastío alrededor de un dinero especulativo que se obtiene luego de pescar a incautos. El fraude continuo deviene en ilusión para nuevos ricos inmaduros e irresponsables. Ya sabemos que el Diablo inventó el dinero para la perdición humana y aquí Scorsese nos confirma la premisa. Di Caprio es quizás el mejor actor vivo en la actualidad cinematográfica mundial, y si bien su actuación es convincente, a nosotros en ésta oportunidad no nos gustó tanto como en otras películas, y quizás se deba a lo reiterativo de unas conductas basadas en la transgresión gratuita del personaje que le tocó interpretar, y también porque pienso que la película es exageradamente larga. Decir que EL LOBO DE WALL STREET es una mala película es ir en contra de lo evidente. Scorsese es Scorsese y su arte se encuentra en la cima y esto es algo indiscutible. Lo que sí es evidente para nosotros como espectadores es que en ésta oportunidad no hubo la química esperada. No me terminó de convencer esa amalgama de cruda ironía con dosis de drama y comedia a base de martillazos. El mensaje es claro: el dinero, el maldito dinero, te puede hacer tanto feliz como desgraciado. Y una vez más, todo depende de los límites y las consecuencias de nuestras decisiones como adultos. Adicionalmente, hay que agregar que EL LOBO DE WALL STREET es también la radiografía social de los Estados Unidos y su banca financiera donde la ganancia y el interés de unos tiburones egoístas socava el fundamento de una convivencia basada en la equidad. Y el “sistema” así como deja colar daños aparentemente irreparables también es capaz de auto regularse y protegerse mediante la ley y sus principales instituciones. El mensaje es claro: el crimen no paga y los responsables del daño sobre otros debe asumirse más allá de una libertad sin ataduras. Libertad que en el caso del protagonista le condujo a su propia ruina.

Sí, un 8, ¿por qué? ¿Por mí? No, ¿por el resto? ... Quizás, no sé.

Te tiras 2 horas de metraje sin entender nada, estas fuera de lugar. En pantalla aparecen escenas absurdas, supuestamente cómicas, o al menos lo son para el resto de la sala, sin embargo en tí solo causan desaprobación (humor facil? Quizás, aunque acojonantemente contado)

Luego un buen rato de ficción cansina, ya nadie se rie, la gente se empieza a aburrir, no entiende por que no salen las chicas, las drogas, las chorradas y el sexo.

La película se acaba. La gente sale poco a poco. A todos le ha gustado, pero todos tienen caras largas. Unos se quejan de la duración, otros de que era excesiva, a algunos sinplemente les gusta porque no les a aburrido pero TODOS se van con la decepción, con el sentimiento de que aquí, en este mundo algo no va bien.

Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas. Dinero, sexo y drogas.

Añádele:

Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro. Humor negro.

Y tendrás "El lobo de Wall Street". Mucha gente dirá: "Pues qué bien, ¿no? Otra que nos cuelan". Pues NO. Es un bombazo a nivel de entretenimiento y la primera película catalogada como comedia con la que verdaderamente me río a carcajada limpia escena por escena. Es como una compilación de sketches magistralmente hechos y juntados en maratón. Sólo por las risas merece la pena de verdad.

DiCaprio no está de Oscar. Está de no parar de hablar de él durante una buena temporada. Todo un mérito como actor lo que ha hecho. Ha conseguido que por incontables momentos quiera ser como él y tener ese ritmo de vida que ahora ni en sueños tendríamos.

Un pelotazo arriesgado y exageradamente divertido.