Torrente, el brazo tonto de la ley

Torrente es una versión paródica en clave fascistade Taxi driver. Expresión desquiciada de la derrota y del olvido.

Vive en una guarida apestosa y sucia, viste como un desharrapado seboso y harapiento, carece de sentimientos, desprecia a la humanidad entera: a la vecina (a la que solo quiere para follarsela), a los negros (sueña que les ofrece una chuleta para que, peleándose por ella, se maten entre sí), a su padre invalido (al que coloca en la calle sobre su silla de ruedas para que pida limosna y al que alimenta con las sobras de un restaurante pasadas por la batidora), a sus antiguos compañeros de policía y a toda la vecindad. Es alcohólico, racista, un lobo solitario y marginal, machista, maltrata a su padre, forofo del Atletico de Madrid, amante de las pistolas.

La intriga es débil y primaria: una red de tráfico de drogas, una mafia china, policías corruptos, vecina tan deseable como tonta y tres jovencitos arrastrados por el protagonista. El final tremendo y pesimista de los tres jóvenes fascinados por las armas pone de manifiesto la irracionalidad de la violencia.

Segura busca la complicidad humorística del espectador para que se ría con las barbarides de Torrente, para que en lugar de contemplarlo como un producto social lo vea como un protagonista paródico de un cómic bárbaro y provocador. Torrentes hay muchos, pero falta el contrapeso de la distancia o de la mirada crítica.

Sin duda es un híbrido genérico: ecos del thriller americano, tradición negra esperpentica de la comedia española, cine de terror, subgénero gore, humor del absurdo, esquemas del tebeo (El jueves), Russ Meyer, Martin Scorsesse, Azcona, Landismo. Expresión fiel de la promiscuidad referencial y de la permeabilidad genérica de otros directores.

La puesta en escena y el estilo son zafios, toscos, obvios, redundantes, primarios. La estética es cutre, la ambientación casposa, de tipología barriobajera.

Muy destacables es la eecuperación de Tony Leblanc: su personaje aporta la integridad personal y energía moral de un viejo derrotado y abandonado, víctima de todo tipo de humillaciones, pero que es capaz de mostrar entereza y fuerza interior. Es el puente entre dos generaciones muy distintas del cine español.

La fórmula ha generado un éxito comercial que ha sucumbido a la tentación de la secuela a través del mimetismo.

Santiago Segura creó sin proponérselo a uno de los personajes más odiados e idolatrados de la historia del cine español. Me imagino que cuando daba forma a este James Bond asqueroso y grimoso, no se podía imaginar la impresionante repercusión que iba a tener en el cine español y en la sociedad del país.
Pocos personajes han sido tan imitados y han sido tan seguidos. Pocos personajes han producido que sus frases sean repetidas hasta la saciedad. Pocos personajes han hecho que el escuchar su voz, uno reconozca inmediatamente de quien se trata.
Debo decir que esta película me produce una gran risa a la par que una gran repugnancia. Narra la historia de un detective totalmente asqueroso, lleno de tics y situaciones que simplemete revuelven el estómago. Pero todo este compendio, hace que uno no pare de reírse y se divierta.
Por otro lado, debo reconocer que Santiago Segura realiza un papel fantástico. Es tan grimoso su personaje y lo borda tanto, que uno lo ve fuera de ese papel y no puede evitar verle en las situaciones de su personaje. Grave error, pero también es un condicionante para ver que su trabajo es muy bueno.
Debo decir también, que es de agradecer que en esta película se haya recuperado a un actor que estaba totalmente olvidado. Hablo de Tony Leblanc, un actor impresionante que aquí vuelve a demostrar el enorme talento que tiene.
En fin, nos encontramos ante el comienzo de una de las sagas más productivas que ha dado el cine español, y que cuenta con situaciones únicas y personajes brillantes, a la par que son de lo más asquerosas y detestables.

Una parodia social llevándola a límites surrealistas pero manteniendo el tipo, sin llegar a la comedia estúpida, para mostrar lo peor de la ciudad, los problemas que se encuentran sobre todo las personas de la calle pero en máxima potencia, todo es malo, oscuro, sucio, pervertido, desequilibrado, corrupto, avergonzado... y un larguísimo etcétera en una cinta que debe sorprender por todo el mundo, es una auténtica golfería con un humor que no se puede dar en muchos lados, exclusivo español. Gracias Segura, esto es lo que decimos por Canarias la puta bomba.

A ver, para esa gente que dice que es una película exagerada, grotesca y de mal gusto, pues quizá lo sea pero ¿exagerada? ¿Qué pasa? No me creo que viviendo en España no conozcáis a ningún elemento así. Violentos, racistas y homófobos... que cargan contra todo Dios y después en el baño del bar se te ponen al lado a verte la minga.

Brutal crítica sobre el español carca y misógino, de las 3 películas ésta es, quizá, la más oscura y tétrica de todas. Segura nos sumerge en esas calles peligrosas dónde el mayor peligro es cruzarse con este individuo. Como no, Torrente se rodea de lo mejorcito, un chaval con lupas como gafas, un vendedor de cupones ladrón, uno que hizo la FP de electrónica, un karateka agresivo y un chaval de pelo engominado bastante cobarde.

La música de Roque Baños es genial, en general la película me recuerda a 'Teniente Corrupto' de Ferrara pero con humor.

Absolutamente recomendable.

Sin duda es todo un clásico del cine español, Torrente es una película recordada y vista hasta hoy en día.
¿Es Torrente buena?, aquí viene la cuestión, ¿qué es bueno y qué es malo?, eso no sirve para Torrente porque Santiago Segura creó un personaje que ha marcado una época en el cine español.

Según los moldes clásicos, la película es mala, pero viendo lo ocurrido en España tras la aparición del personaje es otra cosa para hablar.

Todo el mundo conoce a Torrente y su mundo, la degeneración del personaje pero las risas que proporciona, unas risas a base de la vulgaridad extrema, un personaje de lo más bajo de la sociedad que posee todos los defectos que el ser humano puede poseer.

Pero a pesar de todo esto, Torrente hace mucha gracia y la primera película se puede ver y ver y nunca cansarte y es porque está pensada con ingenio aunque esté mal hecha y dirigida, eso no importa porque Torrente está por encima de todo esto, su personaje está tan bien y es único y genial.

Todo el mundo ama a Torrente y lo odia pero todos sabemos que es un personaje de ficción e irrepetible.