Fast & Furious 5 (A todo gas 5)

Quinto trabajo de ese dolor de muelas que es "A todo gas": serie de películas protagonizadas por machotes cabreados y marimachos amargadas que dirimen sus diferencias y futuros laborales con carreras de coches. Sí, esa, esa.

En un nuevo giro de tuerca sin rosca, los protagonistas continúan sus aventuras motorizadas allí donde las habían aparcado dos años atrás, con la novedad de incorporar ahora al más rentable de los peores actores del momento, Dwayne "La Roca" Johnson; un tipo que lleva toda su vida adulta caminando como si le escociesen los sobacos, y que hace años permutó la WWE por el cine para ganar mucho más dinero y romperse menos la espalda. Tonto no es.

Como anécdota, nuestra Elsa Pataky (Pata, para los amigos) también se dejó caer por aquí en lo que fue una cadena de triunfos personales. No en vano, y justo el año anterior, Pata había enfilado y, en un tiempo record, anillado a Chris Hemsworth aprovechando unas oportunas clases de inglés. A la moza, que se ve que tenía experiencia en eso de trincar buenas piezas, le dio esta vez por la caza mayor, agenciándose su mayor logro. Tuvo tino la medio rumana. A día de hoy, sabedora de que el arroz se pasa y hay que aprovechar, ya le ha sacado tres churumbeles al australiano. En la película, es quien pone cara de inspección de Hacienda en todos sus planos (véase spoiler 1).

Y sí, también tenemos a Gal "Wonder Woman" Gadot, cimentando pasito a pasito su carrera como actriz tras apañárselas para hacer de secundaria en la sosísima "Noche y día" (2010), de Tom Cruise. Normal, dado que en "A todo gas 4" (2009) ya tuvo un pequeño papel en donde activó el modo "pezón-pezón", y aquí logró que le dieran más protagonismo. Aun faltarían dos años para que le ofreciesen un contrato de tres películas protagónicas interpretando a Diana Prince, y seis para su exitoso estreno en los cines. Todo se andaría. Por de pronto, ese año aseguró su millonaria inversión marital hebrea con una cría. Si es que aquí, la que no corre, vuela (véase spoiler 2).

En cuanto a la película, al espectador inteligente le dura la suspensión de la incredulidad apenas unos segundos (véase spoiler 3). El resto se lo pasa preguntándose cómo es posible lo que está viendo (véase spoiler 4). Vamos, lo mismo que en las anteriores entregas, solo que ahora Dwayne nos honra con su presencia para poner de los nervios a los gallos que se creían dueños del corral. Porque si la película oliese, apestaría a testosterona y a sobacos sin lavar. Eso sí, los coches turboalimentados han pasado a un plano más discreto, dado que ahora Toretto tiene otros planes (véase spoiler 5). Los $626 millones de taquilla le permitieron recuperar sus $125 millones de presupuesto sin problemas.

En resumen, quinta, que ni por asomo última, aportación de Diesel, Walker y ahora Dwayne Johnson al séptimo arte. Como leí en otro comentario, quienes sean capaces de verla sin hacerse preguntas, dejándose arrastrar por la cascada de barbaridades que ocurren, disfrutarán de este desvarío.

Diez años después de su nacimiento, la saga encuentra su rumbo y su velocidad de crucero. Se acabó el dar tumbos argumentales en torno a las carreras de coches ilegales y depender de las agendas de las estrellas para sacar nuevas películas. La serie “A todo gas” encuentra un núcleo protagonista estable en torno a las figuras de Diesel, Walker, Gibson, Brewster, Gadot y Ludacris (de La Roca hablaremos más adelante) y un eje narrativo sólido sobre el que edificar un producto cinematográfico que asista regularmente cada dos años a una cita con el espectador, el mínimo periodo de tiempo para hacer la digestión de la anterior entrega y sentir la necesidad de repostaje de nuestro depósito de adrenalina.

Se perciben cambios. A pesar del buen trabajo de buscar historias en las que encajar escenas espectaculares, los giros necesarios para seguir sorprendiendo empezaban a ser demasiado espesos. La fórmula Walker-poli-infiltrado contra Toretto-delincuente bajo el esquema de “Le llaman Bodhi” empezaba a dar señales de cansancio así que se hace una transferencia total a un modelo “Ocean’s Eleven” donde todos los protagonistas se pasan al otro lado de la ley y las carreras de coches tuneados dejan de ser el motor de la serie. A partir de ahora, el centro de gravedad de cada entrega será un atraco o alguna clase de misión basada en conseguir algo que está fuertemente protegido mediante el uso de elementos motorizados, bien para ejecutar el atraco, bien para huir.

Como contrapeso a ese fuerte aparato criminal, la saga ficha una de las grandes estrellas del mercado, Dwayne ‘La Roca’ Johnson, una mole de carisma hipermusculado capaz de compartir pantalla con Diesel/Walker sin verse abrumado por su protagonismo. Venga, vale, lo digo: también ficha a Elsa Pataky, que no sólo no desentona sino que aporta momentos de luminosidad. ‘La Roca’ hace de policía expeditivo, de brazo fuerte de la ley y el conjunto conforma un equipazo difícil de superar, aunque una de las marcas de la franquicia será la de tratar de integrar nuevas estrellas con cada entrega, pero de eso ya hablaremos cuando toque.

Más cambios. La nueva “A todo gas” no renuncia a su compromiso con el entretenimiento, a darle al espectador dos horas de espectáculo, de esa evasión inteligente de los problemas cotidianos con la que rompió moldes en 2001. Pero sí cede a los parámetros de diversidad que estipula la nueva sociedad. Desaparecen las chicas contoneándose ligeras de ropa. Se acabaron esos diálogos entre colegas que se llamaban ‘blanquitos’, ‘negratas’ o ‘lechosos’ unos a otros sin que nadie se sintiera ofendido o agredido. El elenco es todo un ejemplo de equilibro racial (blancos, negros, latinos, samoanos, lo que sea que es Vin Diesel…). En fin, todo lo necesario para convertir la serie en un producto industrial rentable que ofenda a la menos gente posible.

Con todo eso, empieza a ser difícil no repetirse al hablar de “F&F 5” y sucesivas. Pero son todas igual de recomendables. La secuencia final en Río de Janeiro con el juego de contrapesos que supone dos coches arrastrando una caja fuerte gigante por calles atestadas de coches es difícilmente superable, de las que amortizan una entrada por sí solas. Icónica. Y el truco de prestidigitación final, igual. Entre medias, los enfrentamientos entre Diesel y La Roca son también platos fuertes. Y, como siempre, están pasando cosas todo el rato entre las decenas de protagonistas atractivos, chistes buenos, peleas bien hechas, más tiroteos que de costumbre, conducciones temerarias… hay para elegir, para todos los gustos.

Se deja por el camino parte de la esencia de las entregas ‘clásicas’, pero el que quiera, la puede disfrutar cada segundo.

En primer lugar, reconozco que vi esta película gratis y porque no me dejaron otra opción. Nada más empezar se te viene a la cabeza que este producto está dirigido a un tipo de espectador palomitero, yo ya sabía a lo que iba, pero no me esperaba que fuera unas cien veces más mala de lo que me temía.

Guión inexistente y repetitivo hasta decir basta, la historia está creada en una tarde. Que dure 130 minutos es obra de una mente malvada.

Relaciones personales frías y sin transmitirte apenas emoción. Trabajo de los actores plano, especial mención para la única cara que pone la Pataky en toda la película, un copia y pega contínuo. Vin Diesel a lo suyo, cara de machito y con eso ya vale.

Efectos especiales buenos, lo único que se salva (aquí es donde se incluye lo del público palomitero y hace que muchos la den por pasable).

No hay que tomarsela como una película seria ni mucho menos, está mas cerca de la comedia por los diálogos absurdos, las situaciones imposibles que se producen en los momentos de acción dejando a Matrix en unos aprendices, por la comicidad que produce ver como intentan crear drama a partir de la nada. Todo en sí, es una gran broma.

P.D.- Es la única que he visto de toda la saga, y será la última sin duda.

Danza Kuduro, al sonar ésta canción en la peli (infame, horripilante y demás adjetivos que no voy a poner), te deja claro al público al que va dirigida la cinta. Por eso, al no ser negro, latino, ni asiático, me cuesta entrar en este tipo de cine.
De todas formas, cuando ves una quinta parte de una saga, ya sabes lo que vas a ver, y la cinta no defrauda en ese sentido, persecuciones, tías buenas, musculitos, diálogos infames, y poco sentido del humor.
Posiblemente sea la mejor peli de la saga (cosa no muy difícil), pero peca de ser algo larga, ya que acabas agotado de tanta acción.
En definitiva, una peli que da lo que pides, y a la que poco se le puede achacar, es una quinta parte, por lo que sabes lo que te vas a encontrar. Por cierto, la Pataky estás menos creíble que en 'Di Di Hollywood', cosa que parecía imposible.

Para mí hay dos tipos de cine: el que busca entretener, sin mayores pretensiones, y el que busca algo más. No por pertenecer al primer grupo, la película ya pierde enteros, para nada, tan sólo son estilos diferentes.

"A todo gas 5" vuelve a contarnos las aventuras criminales de O'Conner (Paul Walker) y Toretto (Vin Diesel). A estos se le unen muchos viejos conocidos, de todas las entregas anteriores, lo cual le añade un toque de nostalgia nada despreciable. Esta vez, quien les pondrá las cosas difíciles es Dwayne Johnson. En "Sed de venganza", su papel de protagonista se hacía muy cansino; sin embargo, en ésta, le sienta bien no estar todo el tiempo en pantalla. Por no hablar, de lo bien que quedan Diesel y Johnson cara a cara, un duelo de músculos de infarto.

El guión, como de costumbre, es una excusa y los guionistas lo moldean como quieran para ir a donde desean. Es mejor desconectar en este caso porque si no, nuestra parte racional nos chafará la diversión. Hay algún que otro bajón en el ritmo (aguantar el tipo durante más de dos horas es difícil), pero nada suficiente para hacernos bostezar.

Sin duda, lo más importante y donde mejor brilla "A todo gas 5" es en la acción. No se puede comparar con ninguna de las anteriores, con una persecución final de auténtico infarto. Además, las favelas de Río resultan un paisaje impresionante como trasfondo.

En definitiva, los "elitistas" del cine huirán de esta película como de la peste, pero si te gusta la buena acción y los buenos coches, dale una oportunidad, no te defraudará.