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Fantasmas de Marte

Ciencia ficción. Terror. Fantástico. Acción Marte, año 2176. Debido a la superpoblación de la Tierra, el Planeta Rojo se ha convertido en una zona habitada, pero sigue siendo un lugar peligroso. Para colmo, durante una exploración se descubre que una civilización marciana que ha permanecido dormida mucho tiempo, ahora está despierta. En tal circunstancia, un pequeño grupo de policías es enviado a una lejana población minera con la misión de escoltar a un peligroso criminal. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 54
Críticas ordenadas por utilidad
2 de marzo de 2020
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que me descolocó al ver la película fue que los escenarios, paisajes, decorados, edificios, vehículos, etc, me recordaban las series de TV de las décadas de 1960 y 1970, lo que estaba muy bién para la TV de aquellos tiempos, pero queda muy pobre para una película de 2001. A veces, esperaba que al abrirse una puerta apareciesen Kirk y Spok tal y como eran en la serie original. Eso impide que te creas la historia.
Si recordamos "Desafió Total", con el Schwarzenegger, que es de 1990, es decir, 11 años anterior, nos damos cuenta enseguida de que la ambientación marciana en interiores y exteriores, sin ser ninguna maravilla, es muy superior a la de Carpenter.
Contar la película en flashbacks es una metedura de pata total, porque ya sabemos que personaje va a sobrevivir (no digo cual) y que el resto van a palmarla.
Los personajes civiles, los que no son policías ni bandidos, están casi de relleno y para aportar alguna información antes de que los maten.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
muarijun
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23 de noviembre de 2006
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mezcla entre Resident evil, Pitch black, Abierto hasta el amanecer y con un montón de orcos que parecen componentes del grupo Kiss... Con esa música heavy metal que la hace todavía más videoclipera... Sinceramente, penosa.
Santiago Lopez
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4 de junio de 2020
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la mitad de la década de los '90 en adelante el subgénero conocido como "space horror" volvía a contar con el beneplácito del público gracias a títulos como "Horizonte Final" o las siguientes y muy mediocres secuelas de la saga "Alien", extendiéndose este fenómeno a producciones con aires comerciales nada disimulados.

"Pitch Black", el desastre fílmico "Supernova", "Misión a Marte" o "Planeta Rojo" fueron sólo algunas de las aventuras situadas en el Espacio y con retazos de terror y suspense directamente heredados de la obra maestra de Ridley Scott (nunca superada). En este panorama de gran afición por la evasión (o invasión) espacial, incluso el bueno de John Carpenter formó parte de él. Hablar de este director es sin duda hablar de uno de los artesanos con más imaginación y audacia que jamás hayan pisado la industria cinematográfica americana.
Sin embargo los continuos fracasos de crítica y taquilla duelen y desmoralizan a cualquiera, aunque uno haga por seguir su propio camino lejos de las obligaciones del éxito comercial...pero no sólo era eso. A Carpenter se le estaba marchitando el talento, y demasiado pronto. De aceptar pobres encargos ("El Pueblo de los Malditos") a volver sobre sus pasos y facturar cosas horribles como "2.013: Rescate en L.A.", una de sus peores obras, si no la peor. Tres años después de estrenar su desvergonzada y entretenida epopeya vampírica de aires "westerns", se propondría escribir un guión junto a Larry Sulkis situando la acción en ese lugar que siempre le llamó la atención desde que comenzó su carrera con "Dark Star": en el Espacio exterior.

Esta aventura se inicia en el siglo XXII y en las llanuras rojas del planeta ídem cuando un tren se dirige sin control a la ciudad de Chryse con la teniente Melanie inconsciente en su interior. A veces un comienzo prometedor asegura el éxito a lo largo del metraje y hasta el final; ese no es el caso de "Fantasmas de Marte", cuya historia arranca cuando la protagonista, rescatada y sometida a juicio, se presta a relatarnos los hechos que la han llevado a esa situación...y así durante el resto de la película. Ella y sus compañeros Bashira, Michael, la comandante Helena y Jericho, quien sólo piensa en cazarla por banda, fueron enviados a una remota ciudad minera para llevarse a un peligroso criminal llamado "Desolation" Williams.
Pero una serie de cadáveres mutilados y el paraje desértico torció sus planes radicalmente. Ya está expuesto el planteamiento y el escenario único, ¿y a qué nos remite esto?...pues ni más ni menos que a un homenaje claro y directo al "western" que tanto ama el director, pero cambiando las montañas del Oeste americano por las de Marte y a los indios por unos individuos que han sido poseídos por una extraña fuerza infernal surgida de las profundidades del planeta (hay que introducir elementos fantásticos...).

De hecho la aparición de éstos, y además presentados como la tribu de guerreros de "Mad Max II", elimina por completo la sensación de auténtico misterio y sitúa al film en unos esquemas mucho más previsibles y ordinarios. Carpenter prepara entonces el terreno para un duelo a la antigua usanza recordando su mítico "Asalto a la Comisaría del Distrito 13", aunque lo que hace es plagiarlo sin vergüenza, con el asedio y el personaje de Williams como trasunto de "Napoleon" Wilson incluidos. Es preciso comprender las intenciones del veterano artesano: las de rendir tributo a ese olvidado cine de aventuras y acción de serie "B" sin exceso de trucos visuales, rudo y vigoroso.
Y cruzando sus géneros favoritos: la ciencia-ficción y el "western" (el escenario futurista es meramente decorativo)...pero ese sentido homenaje que hace a sus propios gustos está ejecutado sin imaginación, sin gracia y sobre todo sin talento, algo de lo que éste nunca ha adolecido. Y es que nada bueno se puede extraer de unas situaciones absurdas y previsibles, diálogos escandalosamente idiotas y personajes maniqueos y extremadamente planos (más que una tabla de planchar), destacando por encima de todos el casanova Jericho, quien incluso en mitad de una situación tan peligrosa como la que están viviendo sigue tirándole los trastos a la teniente (y ésta, tras haberse presentado como una mujer fuerte y enérgica, sucumbe a las lisonjas de aquél como si nada, yéndose a pique el personaje).

Para rematar, unas escenas de acción rodadas a cámara lenta, cuyo efecto es terrible, y una sucesión de "flashbacks" y "flashforwards" que no hacen sino sacarnos una y otra vez de la trama. ¡Y es que todos los personajes tendrán su pequeña historia que contarnos! Dejando al margen la funesta edición de Paul Warschilka, la gran banda sonora y el buen trabajo de efectos especiales, diseño de producción y fotografía, quizá lo único que se pueda adular, hemos de soportar a un plantel tan carismático como desquiciante (que no es culpa de ellos, sino del guión).
Plantel que encabezada la bella y fría Natasha Henstridge a la cabeza seguida del rapero O'Shea "Ice Cube" Jackson y un Jason Statham previo al estrellato, compitiendo en chulería e diotez, las veteranas Pam Grier y Joanna Cassidy, ambas desaprovechadísimas, y esa Clea DuVall sin sangre a la que dan ganas de partirle la cara cada vez que aparece en pantalla. Pasado el ecuador del metraje llega un punto en que no interesa lo que le ocurra a los protagonistas ni lo que está pasando, porque todo decae en un más que tedioso espectáculo de acción sin pies ni cabeza.

Carpenter puso empeño y Sandy King casi 30 millones de dólares en este "western" espacial con toques de terror, fantasía, misterio y humor grueso que, como era de esperar, se rasbaló y estampó en taquilla.
Parecía mentira, pero el talento de un auténtico maestro ahora era pura ceniza, quien tras este batacazo se juró dejar la industria del cine (a la que no volvería hasta pasados nueve años) para acomodarse en la televisiva. Sólo destaco una escena realmente graciosa: cuando Tres se corta el dedo.
Chris Jiménez
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27 de septiembre de 2020
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas secuencias de Ghosts of Mars (2001) recuerdan a otras películas, de mejores épocas, de John Carpenter. Con ciencia ficción y mucho de acción el film cuenta las aventuras de criminales y militares en un futuro muy lejano en el que el planeta rojo está habitado por el hombre.

Por Nicolás Bianchi

La última etapa de la carrera de Carpenter no ha sido ni la más prolífica ni mucho menos la más interesante. Como si hubiera perdido parte de su don, las más recientes películas del director neoyorquino están, en el mejor de los casos, dentro de lo ordinario y bastante lejos de las producciones que fueron y son icónicas para distintos géneros cinematográficos. Así es como Vampires (1998) o Ghosts of Mars serían, si no fuera por quien las firma, obras por completo olvidadas.

La película comienza en una sala de un tribunal, donde la militar Ballard (Natasha Henstridge en un papel que con su nombre homenajea al escritor J. G. Ballard), brinda un reporte sobre lo sucedido en una base ubicada en Marte. Así, a modo de flashback, se inicia el relato de como la brigada que comanda Ballard, dentro de la cual se destaca también al sargento Butler (Jason Statham, todavía con algo de pelo), acudió a buscar un preso en las instalaciones en las que, sorpresivamente, se encontraron con la consecuencia de una masacre.

Solo un grupo de cautivos cuyo líder es el buscado Desolation Williams (otro gran nombre de un personaje, interpretado por Ice Cube) sobrevivió a lo que sea que allí sucedió. La relación entre militares y delincuentes se inicia con desconfianza pero luego se asienta en pos de la supervivencia. Los presos no fueron los responsables del baño de sangre. Una de las supervivientes cuenta que en el emprendimiento minero por el cual existe ese asentimiento, al explorar una cueva, algo se liberó. Ese espíritu, o fantasma como indica el título, poseyó a los trabajadores que se convirtieron en asesinos rabiosos e iracundos.

Así es como presos de un huésped, mecanismo que en algo recuerda a The Thing (1982), un grupo de hombres se ve volcado a la destrucción de otro conjunto de personas que están encerrados, no en una comisaría como en Assault on Precinct 13 (1976), sino en una base minera de Marte en el año dos mil ciento y pico. El planteo general, que lleva aproximadamente media película, se hace denso y demasiado lento. Al volver periódicamente a la sesión en la corte con la teniente Ballard queda claro que algo muy malo y violento ocurrió, y que la mayoría, sino casi todos, de los personajes murió en el interín.

Cuando militares y delincuentes zanjan sus diferencias y se preparan para el asalto de los hombres poseídos por fantasmas, algunas tomas reviven el mejor cine de Carpenter. Los estallidos de violencia le dan un dinamismo, siempre con toques de comicidad, a la película que hasta entonces no había tenido. Lamentablemente el uso de efectos especiales muy rudimentarios para mostrar como los espíritus ingresan en los cuerpos humanos afean varias secuencias del film.

Por más que cuente con pasajes de entretenimiento logrados es imposible dejar de pensar, al ver Ghosts of Mars, que Carpenter lo hizo mucho mejor. En definitiva, se trata de una película que no es del todo fallida, pero que cuyos mejores momentos no hacen más que evocar a obras muy superiores.
El Golo Cine
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26 de julio de 2007
4 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Punto negro en la filmografía de Carpenter.

Parece que quería intentar hacer una película más comercial que todo lo hecho hasta el momento y el resultado final fue una historia aburrida, sin pies ni cabeza y que cae en un sinfín de tópicos del género.

La película trata de sumergirnos en un planeta Marte colonizado por los humanos y utilizado como prisión de máxima seguridad. El caso es que llega el grupo de protagonistas, guardias, compuesto por un grupo de actores mediocres (salvamos a Satham) que dan vida a un hetereogéneo grupo de estereotipos andantes y carentes de cualquier tipo de inteligencia. De repente son atacados por no se sabe que (¿fantasmas de los marcianos?) y ahí empieza la acción. A partir de aquí la historia recuerda bastante a su clásico "Asalto A La Comisaría Del Distrito 13" e incluso a "La Cosa" y poco más que reseñar, tiros, muertes, milagros...

En definitiva, película para olvidar, en los últimos años y del mismo estilo, le da mil vueltas "Pitch Black", incluso la secuela, a pesar de ser una historia más comercial, "Las Crónicas De Riddick".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Edu
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