El día más largo de Kansas City

Un poco inferior a las que analicé previamente, pero no por ello deja de entretener. Nuevamente, destaco las bellas locaciones, rodadas en el ex Yugoslavia. La puesta en escena es correcta, con una recreación excelente del pueblo junto a las vías del ferrocarril. Bien la interpretación de Lex Barker, que en mi opinión es más relevante que en "La Carabina de Plata".

En el comienzo es "Heidi", tal como alguien ha comentado ya. O "La casa de la pradera" en versión alemana.
La nena de la casa, Apanatschi (Glas), cumple años y recibe los regalos. El simple de su hermano, Happy (Cosic), ya lo dice el nombre, se descuelga por los riscos jugándose la vida para coger una pluma de águila y que se la ponga en la cabeza a juego con la faldita corta estilo apache que le regala Vinnetou (Brice). El novio le hace algunos trucos de magia potagia y el padre le regala ... ¿Qué le regala el padre? Pues una mina de oro. No unos pendientitos o un anillo, no, una mina llena de oro. Y claro, en cuanto se enteran un par de botarates que hay por allí y que parecen Don Quijote y Sancho Panza, pues se arma. El sombrero del "Quijote" desde luego parece la bacina de un barbero.
Malos bobos y buenos aun más bobos. Bobería todo. Reflexiones profundas: "Este silencio no me gusta. Vinnetou presagia el peligro y Vinnetou no se equivoca".
Guion plano que se lía entre Kansas y Nuevo México o entre apaches y kiowas. Realización sosa, empalagante, personajes memos. Eso sí, muy rubicundos.
Total una mermelada alemana que no recomendamos. Lo mejor el festival de cohetería, de fuegos artificiales y de fuego en el asalto al pueblo. Como en las fallas de Valencia.
El buen western, donde hay moscas.

La muerte es dura (la vida blandengue).
Te podría poder la ternura, debería hacerlo de hecho, work me lord, pero es tanto el disparate y la idiotez que no, es, como diría el otro, Salvador, un bordado que te sirve para echar a volar tu imaginación (o para torturarte con tu malsana de murciélago preocupación) como una paloma blanca de la paz ya que es completamente imposible quedarte con algo de lo que allí pasa por demasiado tonto e inverosímil o ridículo.
Y además un no parar, hay un montón de personajes, menudo censo, vaya densidad demográfica, y buenos y malos, idas y venidas, asaltos y acampadas, bombas y golpizas, gañanes, oro y costurones, cimarrones, coscorrones, hostiones, explosiones.
Los primeros quince minutos son Heidi y de repente, sin gradación/graduación posible, estalla el apocalipsis, el edén se va a la puta mierda y el mal del corral se enseñorea se jacta, Don Quijote y Sancho se echan al campo o al monte, se lían la manta a la cabeza y la montan bien gorda pericolosa, abren la caja de pandora los cabrones.
A partir de ahí el acabose, el cuento de nunca acabar, quinientos días y las mil y una noches.
Lex Barker, qué hombre, un indio bueno valga la redundancia, otro mago, qué arte, tamariz de antemano y los lagos y los matorrales y las plumas y los caballos, ladran luego cabalgamos.