Días de garaje

Divertida película musical en que el director nos enseña los problemas de las bandas musicales para darse a conocer. Los problemas en que se ven inmersos sus integrantes son cómicos y le añaden una buena dosis de humor. No en vano, la película va de más a menos y termina por cansar, aunque su final me ha gustado por su credibilidad. Como anécdota, decir que la canción principal de la película es la misma que un año más tarde se versionó para "Escuela de rock".

La película tiene un comienzo esperanzador por su propuesta visual y colorista. Pero se desinfla por la escasa variedad de recursos y por un final excesivamente sencillo y condescendiente. Pd: No he podido evitar acordarme de Jean-Pierre Jeunet en algunas secuencias (y de Darren Aronofsky en otras). Recuento: pierdo un punto.

Pues tenía ganas de ver alguna peli de Alex Proyas que tratara una tematica realista, no´cómo en sus anteriores trabajos "El Cuervo" y "Dark City". Aquí descubriríamos un relato personal sobre el mundo de la música, sus altibajos, su mundo glamouroso, los tópicos y los no tan tópicos. Las escenas divertidas vienen muy bien referenciadas como aquella en la que el protagonista acaba haciendo de clon de Angus Young en un tugurio de Australia (de donde recordemos es el director y la procedencia de la peli).
La película contiene algunos topicazos en imágenes y en personajes como el pasado de vueltas pastillero o la chica. Pero también tiene un punto irónico y sorprendente que arranca al final de la peli y que nos hacen decir que hemos disfrutado como locos con la propuesta.

Di que sí Alex Proyas, no todo iban a ser entidades superiores que controlan a los humanos y configuran sus escenarios como si de una obra de teatro cuyo atrezo puedes sustituir al instante se tratara, ni de alienígenas que vienen a avisarnos del fin de la especie humana, ni de robots que se pasan las leyes de la robótica por sus anos electrónicos. Garage Days es una película simple de un director bueno, de hecho es tan simple que es hasta sosa.
Garage Days se engloba en ese género que podríamos llamar "comedia realista". Realmente no hay partes graciosas, ni carcajadas en ningún momento, tan solo el plasmar en la pantalla una situación real y posible que vista desde fuera, extrañamente se nos hace divertida.

Pero Garage Days no tiene nada que ofrecer, ni siquiera podemos hablar de que estemos hablando de una película que trate el tema de la música. Solo nos enfrentamos a una película donde las idas y venidas de los ligues de los protagonistas son los principales ideales. Realmente podríamos imaginar esta misma película sin el contexto de la música y el resultado sería completamente el mismo, una comedia de líos de faldas sin más, de robo de novias y de ligues esporádicos (e incluso imaginarios). A Garage Days precisamente le faltan días en el garaje.

Actuaciones más que comunes sin nada que destacar, con un Kick Gurry encarnando a una especie de Spider One fisicamente que tiene una historia de amor con Maya Stange, la cual no llegaremos a creer en ningún momento porque se hace palpable la nula química entre la pareja. Cualquiera de los romances que desfilan por la película parecen más sinceros que la trama principal.

Una película que pretende tratar de algun modo el mundo de la música, con todos los tópicos del momento, lo cual incluye drogas, sexo, la persecución de un sueño y el típico final donde se hace una biogafía de cada personaje 5 años después. Quizá encuentres música en la obra de Alex Proyas, pero aquí está carente de melodía, ritmo y sobre todo de alma.

La película rezuma aromas de telefilm. Quitando algunos pasajes en los que nos acordamos de Trainspotting, Jeunet y Aranowski, el resto es puro alegato adolescente. Las bandas son copias sacadas de los vídeo juegos Rock band o Guitar Hero. Poco creíbles. La selección musical poco tiene que ver con el garage o rockandroll... sale The Cure y algunas bandas pseudo punkis, pero excesivamente comerciales. Una oportunidad desaprovechada de utilizar las grandes bandas australianas de rock and roll de corte más underground. Al principio, el rollo videoclip es divertido, pero pronto aburre y la película se hace previsible y aburre bastante. Mal trabajo de Proyas, que nos tenía acostumbrados a otro tipo de cine.