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El pirata negro

Aventuras. Acción Douglas Fairbanks interpreta a un noble que quiere vengar la muerte de su padre y para ello se embarca en un navío pirata disfrazado como uno de los corsarios. Película reconocida por sentar las bases de las películas de piratas. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
18 de diciembre de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Douglas Fairbanks. Uno de los grandes aventureros de la historia del cine, qué duda cabe. Y lo es precisamente gracias a obras tan emblemáticas y recordadas como ésta que nos ocupa. Con una pureza y una elegancia ya prácticamente olvidadas, "El pirata negro" consigue transmitir a la perfección esas elevadas dosis de aventura y galantería, tan necesarias y disfrutables que, aunque hoy en día ya prácticamente no las recordamos, no dejan de ser ciertamente estimulantes.

Fairbanks interpreta a un joven noble que se enrola en la tripulación de un barco pirata con el objetivo de vengar la muerte de su padre a manos de los bribones del mar. Para ello intentará ganarse primero su confianza, sin embargo, con lo que no contará el intrépido aventurero será con que durante uno de sus escarceos marítimos encontrará al amor de su vida: una joven y bella princesa a la que se verá obligado a proteger como si de su mayor tesoro se tratase.

Douglas Fairbanks se desenvuelve como auténtico pez en el agua dentro del marco que el filme nos ofrece. Con su impertérrita sonrisa, el bueno de Fairbanks deja clara su vocación por la acción y el movimiento en cada uno de los planos del metraje. Y valiéndose de unos escasos pero extraordinarios decorados, el director Albert Parker logra dar buena cuenta de sus aventuras con una fluidez y un ritmo narrativo envidiables. Las típicas acrobacias de Fairbanks quedan fielmente reflejadas por el buen saber hacer de los principales implicados, manifestándose así las escenas de acción como una de las razones de ser de la película, donde los abordajes y las peleas de sables están a la orden del día.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
seagal4ever
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19 de octubre de 2010
4 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fairbanks tiene madera de héroe y lo demuestra cada vez que se le brinda la oportunidad para hacerlo.
Y en esta película no se produce la excepción.
Además la ocasión se la brinda él mismo porque de su propia pluma salió la historia que originó el guión.

¿Y en Technicolor?
Eso mismo. Y, por si fuera poco, dicen que fue la primera.

Otro mérito que se apunta.
Este Douglas hace de todo y todo lo hace bien.
ÉGIDA
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11 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Pirata negro supuso en sus días un rotundo éxito para la Elton Corporation, la productora de Douglas Fairbanks y para la United Artits quien la distribuyo.
Fairbanks estaba posicionado como el más grandioso actor de de acción y aventuras, y tenía el status de una súper estrella en los años veintes. Esta pelicula contiene los elementos clasicos y sin duda se trata de un prototipo del genero que sera heredado mas adelante por el recordado Errol Flynn .
Rodada enteramente con un primitivo proceso Technicolor, que la hace maravillosa para la vista, tiene todo lo que uno busca en este tipo de peliculas, a saber, piratas aguerridos , peleas con espadas , encendidas escenas marineras con abordajes por doquier , y por supuesto al atlético Douglas con sus legendarias acrobacias liquidando a los malos y quedándose con Billie Dove una pollita bastante apetecible .
Pablinchi
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24 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las primeras obras del subgénero de piratas la encontramos ya en el cine mudo, como se trata del pirata negro, una película realizada en el año 1926 por el director Albert Parker (seguramente la película más destacable de toda su filmografía) e interpretada por Douglas Fairbanks, una de las estrellas del cine de aquella época. El pirata negro es uno de los pilares más claros y evidentes de los films del subgénero, que últimamente están tan de moda con la fiebre mediática que estalló con Piratas del Caribe y sus posteriores secuelas.

Es curioso porque pese a que el film nos habla de piratas y gente de igual calaña, su protagonista principal, el personaje de Douglas Fairbanks, no es uno de ellos (pese a que se infiltra como si lo fuera). Es harto conocido que mediante novelas ligeras de aventuras y las célebres películas de Tony Curtis en años más posteriores, los ingleses (generalizando de manera muy basta) trataron de limpiar la imagen ennegrecida del pirata, mediante obras que banalizaban el aspecto temido y cruento de los piratas y que no tenían reparo en muchas ocasiones de mostrarlos como las figuras principales del relato. El caso es que en el pirata negro no sucede esto, porque la historia principal es la venganza de nuestro protagonista, después de que los piratas hayan matado su padre, y como el personaje se adentra en un barco infestado de ellos, para poder ganarse su confianza y finalmente vengarse.

Aún así, la película nos da una gran galería de imágenes que ya forman parte de nuestra mentalidad colectiva, y que asociamos ya de manera indispensable con una buena película de piratas. El paso por la tabla, vendado para que no pueda ver, que realiza un pirata condenado (Douglas Fairbanks después de haber salvado a la mujer), el tesoro que unos piratas tratan de esconder en una isla, los abordajes entre galeones, la figura de Fairbanks rasgando la vela con un puñal, los desvaríos y confrontaciones que comporta tener una mujer a bordo…Todas estas secuencias y otras más son las que la película, creando en parte y en otra recogiendo de la tradición literaria, consigue elaborar, en un cóctel repleto de aventuras que realmente hace de ella una película tan entretenida como pueril.

También aquí ya vemos una imagen cliché de la película de aventuras. Como hiciera Tony Curtis años más tarde, la película se anticipa en el tiempo para mostrarnos las cabriolas y volteretas de Douglas Fairbanks, que no tiene ningún reparo en mostrarnos sus condiciones atléticas. Sin duda el papel está hecho a su medida, y el rol que asume lo cumple el actor a la perfección. Otras películas de Fairbanks en aquellos años veinte también nos mostraban sus habilidades físicas, como Robin de los Bosques (1922) o el ladrón de Bagdad (1924) y hemos de tener en cuenta que se asociaba de manera casi directa al actor con este tipo de papeles de personajes intrépidos, aguerridos y valientes para que los interpretara.

La película cuenta además con una singularidad notable, pues se trata de una de las películas experimento que en aquella etapa del cine mudo ya intentaba mostrar una gama cromática que fuera más variada, yendo más allá del blanco y negro. No por casualidad, sino porque la temática de la película permitía explotar de gran manera la variedad de tonos que confluyen en la historia. Realmente la técnica, pese a lo primitiva que nos puede parecer en algunos momentos con nuestros ojos actuales, funciona en gran manera, creando imágenes de singular belleza, como el mar azul que varía según la luz del ocaso, así como alguna puesta de sol que nos lleva a pensar en pintura romántica. Hablando de esto, algunas escenas de marabunta donde el caos más desordenado es constante y donde los piratas parecen pulular por el barco como hormigas, recuerda a varias obras de Delacroix (especialmente por composición, una secuencia evoca en más de una ocasión a la matanza de Sardanápalo). En los momentos en los que la película se centra en el interior de los decorados su función es minoritaria y pierde más sentido, pero en líneas generales se trata de un experimento más que correcto.

Por lo demás la película sigue con los esquemas más previsibles. Al guión le falta soltura y denota una simplicidad excesiva. No hay profundización psicológica de los personajes, porque tampoco interesa. Es cierto que sobresale algún detalle (la captura del barco, la estética imagen del personaje interpretado por Fairbanks cogiendo entre sus brazos a su padre muerto o las múltiples secuencias en las que los centenares de extras contratados para la película hacen su acto de aparición) pero en líneas generales el desarrollo de la película es irregular.

http://neokunst.wordpress.com/2013/10/24/el-pirata-negro-the-black-pirate/
Kyrios
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