Mi Napoleón

Es una pelicula de bajo presupuesto y sin grandes pretensiones. No es espectacular ni su humor es desternillante, sino agridulce. Sin embargo cada vez amo mas éste tipo de cine, sencillo e inteligente, cómplice con el espectador y sin trampas.
Es la cinta todo un recital de Ian Holm que interpreta magistralmente esta pequeña farsa, en la que un emperador decadente, se vé obligado por las circunstancias a actúar como un pequeño burgués.
La película plantea cuestiones interesantes. ¿Qué es mejor, tener el Poder Y la Gloria, o vivir al lado de una mujer que te ama y ser feliz con las cosas sencillas de la vida?
En todo caso se sigue con interés de principio a fin y deja un sedimento agradable en el pozo del recuerdo.
Recomendable.

Dentro de la películas mal llamadas "menores" podría catalogarse esta enésima variación sobre el pequeño gran hombre orgullo de Francia y uno de los personajes históricos más controvertidos y el que más veces se ha llevado a la gran pantalla. Encantadora ucronía admirablemente interpretada por ese pequeño gran actor que atiende al nombre de Ian Holm. La grandeza e inteligencia indiscutible de Bonaparte da un giro insospechado en esta ficticia reconstrucción histórica y con gran ironía convierte al megalómano emperador en un delicioso hombre corriente que es capaz de amar, enternecer y revertir todo su ingenio en las tareas más cotidianas. ¿Por qué no?

En general, disfruté la película. Tiene algunas actuaciones excelentes. No conozco al autor del libro. Me parece que la caracterización de Napoleón -el original y el sustituto- como poco más que un megalómano interesado únicamente en la estrategia militar omite todo sobre sus concepciones políticas.
Además del tan mentado bastón de mariscal, el ejército francés llevaba en sus mochilas el Código Civil y la destrucción del Antiguo Régimen. Esto es algo que la cinematografía y buena parte de la literatura anglosajona suelen desconocer. Tienden a caracterizarlo como una suerte de Atila, como si los reyes y reyezuelos de la época (y de todas las épocas) hubieran sido herederos de San Francisco de Asís. Cierto que fue la bestia negra de los ingleses, pero a mi entender eso no explica ni justifica que se omita toda consideración política.
Por supuesto que la película tiene muchas omisiones más, centrada como está en la descripción de la vida como hombre común de quien había sido tan poderoso. Para una tarde de lluvia, está bien.

La verdad es que es una película sin ostentación alguna, en ningún sentido.
Aun así, reside un encanto en ella que la hace próxima al espectador que la disfruta.
Puede que sea el retrato humano de un emperador venido a menos (Magnifico Holm, como siempre), puede que sea la compasión que sentimos por la viuda que ejerce como tal mucho antes de la muerte de su esposo, y que ahora ha encontrado en el nuevo emperador lo que a base de guerras el mismo Napoleón le arrebato, un compañero, un amor, en definitiva un marido.


No llega al "excelente" en ninguno de los campos que atraviesa, ni tan solo consigue sustentar la clasificación de comedia, puesto que los momentos risibles son pocos.
Pero llega al "notable" en algunos aspectos y al "bien" en todos los demás...
Puede que no destaque en nada, pero tampoco cojea.

Aunque solo sea por Holm y la preciosa Iben Hjejle, yo la recomiendo con enorme firmeza.

Nada espectacular, no es su objetivo, pero la ví en V.O. en los cines Renoir. La verdad es que para quienes nos gusta la historia es una película que recomiendo ver, sin grandes pretensiones, pero creo que la película hace un gran esfuerzo al enfatizar cómo un personaje como Napoleón se desenvolvería en una vida normal, de pueblo.