La noche del día siguiente

Thriller protagonizado por Marlon Brando y rodado en Francia en 1968. Basado en la novela "The Snatchers" (1953) de Lionel White, responsable de obras como "Clean Break", adaptada al cine por Stanley Kubrick en 1956 con el título "The Killing" ("Atraco Perfecto") y también de "Obsession", llevada al cine por Jean-Luc Godard en 1965 como "Pierrot le fou" ("Pierrot el loco")

La película narra las vicisitudes que rodean el secuestro de una chica burguesa, interpretada por la atractiva Pamela Franklin, a manos de un grupo de secuestradores no muy profesionales, con la intención de pedir a su padre un fuerte rescate.
Las interpretaciones rondan el aprobado justito, mención aparte para la actuación de Richard Boone, que no me parece muy acertada y lastra un poco el clima dramático de la película.

A pesar de sus altibajos y de algunas situaciones un poco forzadas, es en conjunto un film estimable y está impregnado de una estética de Serie B que a mí personalmente me fascina. El director también acierta con una atmósfera claustrofóbica cuando rueda en interiores. También podríamos destacar la banda sonora creada por Stanley Myers ("El Cazador") y las localizaciones de la costa norte francesa en Le Touquet.
Además, siempre es un placer disfrutar con la presencia del gran Marlon Brando.

Desde el principio, por la relación entre los secuestradores, te puedes imaginar el transcurrir de la película. La actuación de Brando por encima de las demás. También tenemos a un creíble Richard Boone.

Son un grupo de delincuentes que deciden secuestrar a la hija de alguien con gran poder social y económico. Son una pareja: Brando y Rita Moreno, el hermano de ésta y otro que ficha éste último de Miami, pero que no gusta a ninguno de los otros, por sus formas de tratar a la secuestrada. Pretenden no hacerla daño a la chica para que no tomen represalias ni la justicia ni el padre de ella. El plan no es perfecto, siempre hay algo que falla. Se dan instrucciones al padre de cómo hacer el pago del rescate. Existen diferencias entre los secuestradores.

No hay mucho más, es una película pobre, pero se deja ver. Quizás fui demasiado generoso con la puntuación.

239/08(08/12/16) Thriller anodino, del montón, envejecido, lento a pesar de no ser largo, con guión que se atropella en situaciones incoherentes, donde el único aliciente es ver a Marlon Brando actuar, a lo que se suman unos secundarios notables, Rita Moreno y Richard Boone. Hubert Cornfield dirige de modo ramplón un guión escrito por él y Robert Phippeny, basándose en la novela “The snatchers” (1953) de Lionel White (“The killing” o “Pierrot le fou”). Film sobre un secuestro que arranca de modo interesante, proponiendo una tormenta de relaciones entre los raptores en un lugar cerrado (una casa junto a un acantilado), exponiendo potencialmente una tensión claustrofóbica, esto no es aprovechado, y a medida que avanza se embarra y desbarra, se lía demasiado y propone momentos que rozan (siendo benévolo) el ridículo, capítulo aparte merece su sonrojante epílogo, que más bien parece una tomadura de pelo.

La hija del millonario Dupont (Pamela Franklin) llega tras un viaje en un avión a un aeropuerto francés, allí es recogida por un chófer, Bud (Marlon Brando), en la travesía por carretera en Rolls-Royce para junto a otro conducido por una mujer, Vi (Rita Moreno), del otro se baja un tipo, Leer (Richard Boone), y se monta con la heredera, esta se inquieta y resiste al acompañante. Al final llegan a una casa apartada junto a un acantilado, ya dentro Leer le cuenta a la chica que ha sido secuestrada. Tendrá importancia en el relato el cuarto de los secuestradores, Wally (Jess Hahn), un gendarme metomentodo (Gérard Buhr), y el dueño de un bar (Jacques Marin).

Es una historia muy simple que el realizador complica de modo caótico, creando unos conflictos mal descritos entre los secuestradores, quedando chirriantes y artificiosos sus comportamientos. Eso que en principio la propuesta atrae y tiene mimbres para crear una estimable cinta de suspense e intriga, con ese bien escogido entorno de la casa en medio de la nada entre un acantilado y una playa, pudiendo hacer una narración sobre como los delincuentes conspiran entre ellos contra ellos, pero tira por una senda en que todo es desarrollado de forma confusa, situaciones sin sentido, derivando en el alejamiento del espectador, esto lleva consigo lo peor de un thriller, el tedio. No suma (lo contrario) lo planos que son los personajes, meros arquetipos sin alma, sin motivaciones, sin pasado expresado, ni futuro ansiado, meras figuras acartonadas.

Marlon Brando resulta bastante liviano, con una peluca rubia puesta por su peor enemigo, con una vestimenta horrible, se añade una actuación anárquica, un antihéroe bueno entre los criminales le queda chirriante, y es que no ayuda la falta de hondura, un rol plúmbeo, que jamás empatiza con el espectador, dándonos igual lo que le pase, prueba de este caos de actuación es que Brando estaba paleado con el realizador, pidiendo que los últimos días lo dirigiera Richard Boone. La secuestrada (Pamela Franklin) actúa de un modo que no se sabe si tiene alguna tara mental, o está bajo el influjo de algún narcótico, apenas habla, más pronto la vemos haciéndose furtivamente con la llave para huir de su habitación, como la vemos libre por la casa, o en otro momento la vemos enamorada de Bud, sin que nada nos haya visto atisbar este sentimiento anteriormente. Hay un gendarme que aparece cada dos por tres frente a Vi, está omnipresente sin sentido orgánico alguno, incluso en un momento dado hay una explosión violenta en el pueblo, el gendarme se dirige al lugar de los hechos, pero como ve a la mujer pasa de la explosión y va tras Vi, como si en una dimensión paralela estuviéramos. El colmo es el alambicado y retorcido plan para cobrar el dinero del rescate, solo se le puede ocurrir a un guionista bajo los efectos de LSD (ataque de ironía), para una especie de plan pertrechado estilo sistema Rube Goldberg (aparato excesivamente sofisticado, realiza una tarea simple de manera deliberadamente indirecta y elaborada, haciendo uso de una reacción en cadena), no se puede hacer más complicado algo.

Richard Boone realiza una buena actuación, mesurada, a la vez destilando en su tono y mirada un aire siniestro de tipo perverso, con sonrisa que hiela. Rita Moreno realiza una interpretación un tanto bipolar, una drogadicta que se comporta de modo esquizofrénico, más pronto es calculadora y fría, como iracunda en otros. Jess Hahn como uno más de los de la banda queda simplemente correcto.

La puesta en escena resulta buena, con una estimable dirección artística de Jean Boulet (“Lacelot du Lac”), rodando en la bella costa inglesa, aunque se dice que es Francia, y también en los alrededores de Le Touquet (Francia), esto potenciado por la notable fotografía del belga Willy Kurant (“Masculino, femenino” o “Una historia inmortal), recreando bellos y parajes costeros movidos por el viento, y enaltecidos sórdidamente por la niebla, muy bueno el tramo del climax a medio amanecer, jugando con los contraluces, y el crepúsculo, asimismo exhibiendo asfixia interior en la casa del secuestro, con mucho contrapicado y viéndose los techos para oprimir más. Esto adornado por la música de Stanley Myers (“El cazador” o “Ábrete de orejas”) con suaves melodías jazzísticas. Lástima que todos estos recursos estén al servicio de este producto tan olvidable.

Discreta cinta de secuestros protagonizada por un Marlon Brando en horas bajas al que acompañan secundarios de lujo como Richard Boone o la puertorriqueña Rita Moreno. Los tres son el único aliciente que justifique el visionado de un film que a pesar de su corta duración resulta aburrido y de un estilo desfasado. En el reparto también figura el malo por antonomasia Al Lettieri en uno de sus primeros papeles en el cine.