Manny

Creía que se trataba de un simple documental sobre Manny Pacquiao, pero la verdad es que es una película que emociona y pone la piel de gallina. También pensé que sería una hagiografía del boxeador filipino, pero el film no elude su lado oscuro.

Muy bien narrada, excelente banda sonora, el metraje pasa volando. Creo que es de interés para todos, no sólo para los aficionados al boxeo, la recomiendo fervientemente.

Documental sobre el boxeador filipino Manny Pacquiao, verdadero ídolo en su país.
En ciertos aspectos busca rememorar el espíritu que impregnaba el gran documental sobre la vida de "Senna". Éste se queda a larga distancia de aquella pieza magistral.
Por lo tanto no es necesario ser un aficionado a tan polémico deporte como para seguir con interés la vida de este deportista. De hecho en ningún momento se cuestiona la ética ni valores del boxeo. Lo que intenta es destacar el valor humano y social del personaje y así despertar el interés para todo tipo de espectadores. Aún así, la falta de un tercer acto, un cierre y no un final abierto a lo que es todavía una vida en activo, le resta valor.

Un documental excelente en sus imágenes y en su verdad. Pero se muestra una total ambición capitalista y de hacerse de dinero de los involucrados al lado de él. Se muestran acciones "contando" dinero y además una sobre actuación religiosa, en el pensamiento del gran boxeador. Luego "metido" en política, con grandes proyectos populares, que dieron frutos...No es genuino, si emotivo. Creo, que exagera la espiritualidad del luchador!!

Manny Pacquiao ha sido uno de los grandes fenómenos que han sucedido en el salvaje mundo del boxeo. Un pequeño lobezno de rapidez endiablada, campeón en múltiples ocasiones de distintas divisiones, su figura es tan importante en su Filipinas natal que la guerrilla y el ejército decretaban treguas para que la nación pudiera ver las peleas de su ídolo en paz.

Surgido de unas condiciones económicas paupérrimas, su historia es más que digno material de la gran pantalla. Este documental tiene el mérito de no caer en la hagiografía o lo políticamente correcto. Se muestran algunas cuestiones del marketing desmesurado, el mundo de las promotoras y los errores en los que cae alguien talentoso cuando se ve rodeado de dinero y adulaciones.

De cualquier modo, es una pena que no tenga secuela porque los siguientes años han seguido mostrando luces y sombras. Su polémico (y postergado) combate con Mayweather, su carrera políticas, obras benéficas, regreso al cuadrilátero y... desafortunadamente, sus terribles y atávicos comentarios sobre la homosexualidad que le costaron muchos patrocinios y el respaldo de un sector importante de sus antiguos fans, sorprendidos ante semejante discurso. Aunque llegaron las disculpas, el daño estaba hecho.

Liam Neeson presta su elegante voz para hacer una narración que nos adentra en sus feroces combates con Márquez, Bradley, Margarito, Cotto, etc. La extraña paradoja del guerrero de eterna sonrisa.

Una buena revisión biográfica de uno de los deportistas más destacados de las últimas décadas y que a la vez es un personaje social muy interesante especialmente para Filipinas. Pero claro, pese a tenerlo con su propia voz, se extraña un poco de crudeza porque argumentos y experiencias en ese sentido hay en buena cantidad pero no aparecen en la medida que se espera.

También traducida como “Manny Pacquiao: El gigante del ring” (2013) esta biopic peca de guante blanco y apenas insinúa algunos vicios del boxeador, lo que le resta algo de valor y realismo no obstante, tiene material muy bueno e inédito de los orígenes de “Pac Man”, donde esa infancia sufrida se nos relata pero pese a su precariedad y falta de elementos para subsistir, no llega a generar todo el impacto que debiera.

El golpe al mentón de este documental es sin duda los momentos en el cuadrilátero: los instantes donde Manny Pacquiao logra conectar golpes devastadores en el ring y de paso también sufre el rigor de la furia y la técnica de sus adversarios.

Un plus sobre el fenómeno de Manny es que no es el ser más extrovertido, ni siquiera tiene un aura de divo, por el contrario, se trata de alguien con una sonrisa crónica en el rostro, disperso pero que con un biotipo que no es el habitual dejó su marca en este deporte.

“Manny” santifica a Pacquiao pero igualmente suma y está bien hecha para conocer más del filipino y su irrupción en el mundo del boxeo. Queda corta, no polemiza y básicamente no pone en aprietos al protagonista, pero las secuencias de pelea e imágenes inéditas son un atractivo innegable.

Recomendación:
Aceptable a buena, peca de guante blanco.

=Cité de Buyinski= www.buyinski.wordpress.com