Adiós, cigüeña, adiós

Parte del cine que aún se "fabricaba" en 1.971 presentaba títulos como "AUNQUE LA HORMONA SE VISTA DE SEDA..." A MÍ LAS MUJERES, NI FU, NI FA - HAY QUE EDUCAR A PAPÁ - LAS IBÉRICAS F.C. - VENTE A ALEMANIA, PEPE - UNA CHICA CASI DECENTE - NO DESEARÁS A LA MUJER DEL VECINO...

Por aquellas mismas fechas, el cine continuaba anclado en la década anterior, cierto, aunque comenzara a despertar del letargo con ciertas y arriesgadas película como "Mi querida señorita"

La producción de Manuel Summers, se mantuvo en cartel durante un año, lo cual confirma, esa necesidad de un cine distinto, o tal vez más arriesgado, diferente... Era una trama sencilla y quizá, si se analiza con rigurosidad, increíble; pero conectó con una sociedad que empezaba a cambiar y donde se planteaba el embarazo adolescente acometiendo otra perspectiva, con ternura, desde la mirada de unos adolescentes que jugaban a ser adultos.

Debo reconocer que "Adios Cigüeña..." cuando la vi por primera vez, me pareció una producción moderna y hoy... años después, viéndola de madrugada en televisión, me hizo deslizar la mirada sobre ella con cierta nostalgia.

Cariñoso y rendido retrato de los adolescente españoles en la España de finales de los 60, que en su día cautivo, por la novedad que suponía ver plasmado en la pantalla hechos y diálogos que mostraban de forma realista las vivencias e inquietudes de la adolescencia de la época.
Interesante como ejercicio de nostalgia para lo que vivieron aquellos tiempos y como documento antropológico, para el resto de los mortales.
En su dia fue todo un éxito, rodándose después una secuela titulada, El niño es nuestro 1972.
Interesante.

Primer aviso: los que busquéis una película que actualmente se pueda ver sin problema, no hace falta ni que leáis más...
A los que os gusten las historias de una época pasada, podéis empezar a leer esta crítica.
La película está inscrita en una época muy diferente a la actual, en la que los niños aún desconocían muchas cosas y le ponían mucha imaginación a lo que podía suceder. Pues bien, es aquí donde el director da en el clavo, ya que ellos son los auténticos protagonistas de una historia que a veces puede parecer surrealista, pero que demuestra que los amigos son para siempre y que, si hace falta ayuda, serán los primeros en arrimar el hombro.

Película interesante, entrañable, atrevida, inocente, ingeniosa y tierna como ninguna que yo recuerde en el cine moderno o actual (Para mí está a la par que "Hijos de un mismo Dios")

Aderezada además con joyitas, tanto en los diálogos como en las imágenes. (Véase cura echando la quiniela).

Agradable sorpresa para ver con una sonrisa.

Summers posee en su haber algún título interesante durante los años 60 (Del rosa al amarillo, La niña del luto, Juguetes rotos) consiguiendo gran notoriedad en el caso de Adios cigüeña adios (incluso llegó a tener su secuela), una curiosa fábula de amores adolescentes.

Aunque música y realización con el cargante uso del zoom son tan trasnochadas que hacen rechinar los dientes, tuvo validez en la época de su estreno hablar de chicos que practican cómo es eso de ser mayores entre unos padres que reprimen cualquier salida del cesto, o curas y monjas de sus colegios preparando con ellos la típica retrógrada representación del nacimiento de Jesucristo, es la tradición frente al descubrimiento del sexo, algo siempre incompatible.

Sin embargo el humor y la pretendida espontaneidad quedan mitigados al estar los niños doblados en sus voces y además el paso del tiempo ha disipado casi por completo la frescura y posible osadía, si bien con algo de esfuerzo aún se ve con simpatía y se puede entender el éxito alcanzado.