Rescate en Damasco

Es una pena porque con un poco de buena mano por parte del director se hubiera conseguido una película más que decente. Un "No sin mi hija" desde el punto de vista de un hombre... más thriller que drama familiar.
Y digo que es una pena porque los actores están verdaderamente bien. Yo precisamente la empecé a ver porque el protagonista me había gustado mucho como secundario en otras películas, en especial en "Syriana". Su interpretación no decepciona, ni la de Marisa Tomei, siempre fantástica. Los demás tampoco desmerecen...
Lo que pasa es que el director nos ofrece un montaje confuso que va empeorando según avanza la película, hasta desembocar en un maremagnum final.
Una pena.

Película de 2012 dirigida por Ruba Nadda. Un hombre de origen sirio vive en Toronto con su familia. Su vida da un vuelco cuando recibe la noticia inesperada de que su hija mayor, que él creía de viaje por Europa, está desaparecida tras llevar una semana en Siria. La chica quería conocer el origen de su padre y no dudó en adentrarse en un estado policial muy peligroso. Y el padre inmediatamente se va a Damasco a buscarla, teniendo que enfrentar a muchos fantasmas del pasado y también poner en riesgo su propia vida.

Interesante trama centrada en un país tan complejo como Siria justo antes de la guerra ha conmocionó al mundo durante mucho tiempo por su crueldad, duración y millones de refugiados que movió. Lamentablemente, el guion de la propia Nadda no es demasiado sólido aunque lo que hace que la película sea mediocre es la torpe y hasta incompetente dirección de Nadda. Hay escenas que parecen rodadas por un aficionado y con medios caseros, como las lamentables escenas de peleas. La mala calidad de los planos, los poco acertados movimientos de cámara, el desarrollo de algunas tomas, etc. son muestra del poco talento de esta directora canadiense. Llama la atención que tenga un reparto decente con Marisa Tomei, Alexander Siddig y Joshua Jackson.

Mala.

Es lo que más nos ha llamado la atención. La pulcritud, lo bien planchadas y lo bien que le sientan a Adib (Siddig) las impolutas camisas blancas que luce en la cinta.
Nos ha recordado la letra de la canción de Ana Belén "España, camisa blanca de mi esperanza / reseca historia que nos abrasa / con acercarse sólo a mirarla". Lo mismo pero en Damasco en 2011.
Allí debe marchar el protagonista para buscar a su hija secuestrada por alguna de las quince policías secretas que hay o había en Siria, en una de ellas militaba Adib antes de salir por piernas para establecerse y formar una nueva vida en Canadá.
Reencuentro con los recuerdos, con amigos, enemigos y viejos amores.
Y persecuciones y rescates caóticos en una trama mal hilvanada y dirigida con escasa diligencia. Una de tantas del género, del montón. Nos queda apenas la camisa blanca.
Floja, para pasar el rato sin demasiadas pretensiones.