Youjo Senki: Saga of Tanya the Evil (Serie de TV)

Youjo Senki es una serie que rompe los estereotipos de cualquier isekai y nos adentra a un mundo marcado en la guerra entre países (en contexto de los ocurrido en la II Guerra Mundial) y nos presentan situaciones políticas, enfrentamientos épicos e interesantes, estrategias en batallas,etc.

Es una historia que vale la pena dar una oportunidad de ver, sea por su escenas de acción, las situaciones que afronta nuestra protagonista,etc.
En resumen,si buscas un isekai diferente con situaciones de accion, batallas en tiempos de guerra, es una serie que puedes disfrutar.

Seamos sinceros, Youjo senki tiene desde un primer momentos, tintes de ser una obra edgy: los personajes, sus expresiones, formas de hablar... Y es que la serie busca precisamente eso. Tanya Degurechaff es una oficial del ejército del Imperio, vamos, lo que viene a ser el Imperio Alemán durante la Primera Guerra Mundial. Que viene de otro mundo completamente distinto, nuestro planeta Tierra. Allí, trabajaba como oficinista en la sección de recursos humanos, un trabajo que desempeñaba con gusto, despidiendo a empleados innecesarios para la compañía y tratando a los mismos con frialdad. En resumen, un hombre calculador y frío.
Debido al trabajo que desempeña, despide a un trabajador, que luego en la estación de trenes, camino a casa, empuja al protagonista a las vías del tren. Aquí tendrá el primer encuentro entre Tanya y "Dios". Dios detiene el tiempo y le advierte de que este no es el final, de que tendrá que enmendar sus errores en una nueva vida. Tanya, lejos de amedrentarse, se enfrenta cara a cara.
Este viene a ser más o menos el resumen de la lucha que veremos a lo largo de la serie, entre un individuo y un Dios. Pero no se queda solo ahí: el mundo de Youjo Senki es riquísimo en cuanto a worldbuilding. Desde los periódicos que leen los ciudadanos y oficiales, que están escritos en un idioma creado solo para la serie, hasta el equipamiento mágico que usan los magos de la unidad a la que ha sido destinada Tanya como oficial.
La protagonista no ha sido creada para que nos sintamos identificados con ella, al contrario, es una persona calculadora, que hará lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos, incluso si esto supone pisotear a sus compañeros.
La temática militar me encanta y queda bien plasmada en la obra, las animaciones son fluidas y las batallas son una verdadera muestra de proeza por parte del estudio de animación. El diseño de los personajes se desvía mucho con respecto a la fuente original y a más de uno puede echarlo para atrás, es entendible. Pero como anime de acción, destaca por encima de la media en su apartado técnico y por lo original de la ambientación. Recomendado.

La guerra es una porquería. Objetivamente hablando es una de esas situaciones que nadie querría vivir, no vamos a engañarnos. Si te toca una guerra, tienes mala suerte, no lo dudes.

Ahora bien, la guerra es mucho más que gente matando a otra, que es de lo que básicamente trata «Youjo Senki»: doce capítulos de batalla tras batalla con exaltación clara de la violencia, porque el espectador en realidad fantasea con la acción a pesar de ese omnipresente «qué mala es la guerra» que queda de fondo. Uno de sus mayores fallos es que no hay ningún contexto histórico serio, ni motivaciones políticas reales, ni intereses nacionales o conflicto ético. Es la guerra por el simple hecho de hacer la guerra, pero jamás podríamos explicar por qué está pasando lo que está pasando o con quién nos posicionamos en el combate más allá de porque son los protagonistas o me gusta su peinado.

Luego está la protagonista/el protagonista Tanya, que convierte a este anime en ridículo. Es ridículo que una niña de nueve años tenga esa fuerza y que a todos los militares que la rodean le parezca muy normal su mera existencia. Es ridículo, y además preocupante, el arquetipo de niñas asesinas. ¿Por qué? ¿A qué se debe? Tiene que haber chicas, aunque sean niñas imberbes, por narices, ¿con qué intención? ¿Ser diferente, original? No creo que sea por eso, con sinceridad.

Lo peor es que ese personaje no es coherente consigo mismo: se comporta como un psicópata sádico, pero antes no lo era, ese cambio no tiene sentido; no quiere arriesgar la vida, pero luego quiere ganar a toda costa; no quiere creer en dios, pero, la leche, ¡si dios mismo le está hablando!, ¿qué necesita? Mira que a mí la idea me parece hasta buena, pero sería buena si se tomara con la seriedad que exige el género y, para empezar, quitaras la basura de niñas guerreras. A partir de ahí, tienes muchas posibilidades jugando con la idea de la guerra como liberación de los peores instintos o la guerra y la penuria como camino a la fe, tema que aunque parece el principal enseguida desaparece, con lo cual todo tiene aún menos sentido.

Además de todo esto, «Youjo Senki» es aburrido y pesado, interminable, sin carisma ni emoción. Un rollo.

En esa carrera para ver a todos los integrantes del "Isekai Quartet" (2019), toca el turno al último de la fila, después de "Overlord" (2015-), que como ha anunciado una cuarta temporada vamos a dejar su crítica para más adelante, que es el presente "Youjo Senki". Un anime que podría estar bien en tanto que pretende ser serio, adulto y realista, un dibujo animado bélico, con el añadido de que representa un mundo que es prácticamente idéntico a la Europa de la Primera Guerra Mundial, con algún toque de la Segunda. La única discordancia es que en ese universo existe magia y en lugar de aviones hay batallas aéreas entre magos. En fin.

Dicho esto, la obra se desmorona casi desde el principio porque argumentalmente no tiene ningún sentido, no va a ningún lado y es de lo más soso. Su desarrollo es un conjunto de batallas sumamente aburridas, entre otras cosas porque el contexto en el que se desarrollan es inexistente. Es decir, hay una guerra pero no conocemos nada más. Los personajes son absolutamente planos y prácticamente todos los diálogos son instrumentales. "Youjo Senki" carece de comedia, de romance, de fanservice y en realidad de todo. Encima su protagonista es de lo más ridículo en tanto que es una niña de nueve años pero un soldado fenomenal.