Sherlock Holmes desafía a la muerte (Desafiando la Muerte)

Buena película en la que la trama no pierde interés pese a no ser tampoco excepcional. En principio mezcla un poco el género de terror con el policiaco, aunque miedo no da mucho, pero el clasico desarrollo de acontecimientos con las típicas deducciones de Holmes impera durante todo el film y, al fin y al cabo, si vas a ver esta película tan poco conocida seguramente será porque eres fan de Sherlock Holmes y seguramente te gustará.

Bajo mi punto de vista "Sherlock Holmes desafía a la muerte" es de las más flojas de la saga de catorce películas con Basil Rathbone y Nigel Bruce interpretando a Holmes y Watson respectivamente. Su ambientación y fotografía en blanco y negro son excelentes, como siempre. Pero no me termina de convencer ni el ritmo (roto en las dos ocasiones en que, primero Watson, y luego éste y Holmes, abandonan la mansión Musgrave) ni las palabras del ritual (verdadero núcleo de la historia). En esta ocasión, el llamémosle "MacGuffin Sherlockhiano" me resulta demasiado rebuscado y poco convincente. Buenas interpretaciones de Basil Rathbone y Nigel Bruce, aunque la palma se la llevan unos excelentes secundarios encabezados por Dennis Hoey (Lestrade) y Halliwell Hobbes (mayordomo).

Otra entretenida entrega de los misterios de Sherlock Holmes que se deja ver con agrado, esta vez, sobre todo, por la oportunidad que nos da de ver a un Sherlock Holmes desplegando toda su actividad deductiva y sus dotes de observación a lo largo de todo el film.
Y es que, en esta entrega, aunque a la trama debemos acompañarla con toda nuestra complicidad ( creo que como en todas), tenemos muchas ocasiones de ver al Sherlock más activo, con sus neuronas a toda máquina, dándonos así la oportunidad de tratar de emularle, inútilmente por supuesto, siguiendo las numerosas pistas puestas a nuestra disposición con gran habilidad por parte del guionista que, esta vez, no nos escatima la posibilidad de llegar a las mismas conclusiones, al no ocultarnos, en ningún momento, las claves que nos conducen a ellas. Pero eso sí. Alguna trampa que otra hay ¿eh?. O si no, ¿ alguien puede explicarme qué pinta el reloj dando las trece?. Pero el misterio está bien conducido manteniendo la adecuada dualidad en los sospechosos hasta su razonable climax final.
Por otro lado, la ambientación sigue siendo irreprochable, aunque esta vez casi toda la peli transcurre dentro del interior de una gran mansión. Pero todo está cuidado al detalle, con mimo, logrando exactamente la atmósfera que precisa.
II Guerra Mundial. El señor Musgrove ha cedido parte de su mansión para habilitarlo como casa de reposo para oficiales combatientes aquejados de fatiga de guerra ( estrés postraumático) y el doctor Watson está colaborando en ella. Pero una serie de crímenes tendrá lugar y el doctor se apresurará a buscar la ayuda de Holmes, antes de que sus pacientes se vean involucrados en el escándalo, aunque no podrá evitar la molesta intervención del inspector Lestrade.
Y una cosa hay que reconocer en estas pelis que, me imagino, cabe agradecer sobre todo a su autor, sir Arthur Conan Doyle y es la excelente imaginación desplegada hasta en los más nimios detalles, aún a costa de su verosimilitud.
Para mí esta cinta no desmerece de otras y sigo animado a continuar con el redescubrimiento de la saga.

Una gigantesca mansión llena de secretos. Una milenaria familia con una misteriosa historia y extrañas costumbres. Y comienzan los asesinatos.

Este es el enfoque que nos propone esta clásica película del bueno de Sherlock, magníficamente interpretado, como siempre, por Basil Rathbone. Si bien a primera vista parece más un caso al más puro estilo de Agatha Christie, no deja de ser intrigante y muy disfrutable.

Uno no está acostumbrado a ver a Sherlock resolviendo crímenes en un espacio cerrado, pero la mezcla de búsqueda de asesino y descubrimiento de los entresijos de la historia de la familia, tiene su interés.