El corsario negro

No se dejen engañar por el título de la película, “El corsario negro” poco tiene que ver con la novela de Emilio Salgari. En realidad todo el film es una caja de sorpresas, porque no solamente no es una adaptación del libro, sino que tampoco es una “buddie movie” típica de la pareja protagonista Terence Hill y Bud Spencer, lo cual y es una opinión meramente personal gana en mi valoración final.

La película de Lorenzo Gicca Palli pretende ser de todo menos simpática, es muy tenebrosa, casi parece cine negro. Está también alejada del prototipo de películas de piratas hollywoodienses cercanas a lo festivo. Esta bebe más del Spaguetti-western más sucio y brutal.

Con todo y con ello tampoco puedo seducirles con muchos más argumentos, “El corsario negro” es serie B italiana, con actores que hablan cada uno un idioma distinto, por lo tanto con doblaje espantoso, fotografía mala como suele ser habitual en este tipo de cintas y una escasez de medios que imposibilitan una atractiva cinta de género, sin dinero hacer una muy buena película de piratas es imposible.

Y dicho esto, poco más que añadir que una petición: Que alguien se atreva de una vez a adaptar al cine algunos de los libros de Emilio Salgari.

Producción hispano italiana y que recurre al formato de cine de aventuras de capa y espada ambientada en las aguas del Caribe y donde se truhanes, piratas y marineros van al abordaje y luchan para conseguir que los más preciados tesoros no lleguen nunca a su destino.

La película empieza con el protagonismo de un dudoso aristócrata español llamado Don Pedro (George Martin), truhán y sinvergüenza que negocia con otro aventurero de su calaña, Blackie (Terence Hill) que a la vez lidiarán con el poco fiable Skull (Bud Spencer) para hacerse con un importante botín, raptando a la Virreina Isabel de Mendoza (Silvia Monti) y a una de sus criadas, Carmen (Monica Randall). El cruel y malvado Virrey Alonso (Paolo Magalotti) trazar un plan para engañarlos y atrapar a Blackie que cuenta con el apoyo de no pocos secuaces.

Terence Hill y Bud Spencer no coincidieron juntos como pareja mamporrera aunque a éste último le aparece un rival digno de su talla en el gigantesco y fuerte personaje de Moko, interpretado por el actor Fernando Bilbao. Tampoco es la mejor película de la pareja italiana que incluso se hace extraño verles actuar por separado (apenas el protagonismo de Bud Spencer es solo al principio y al final del film).

A parte ya de que el argumento no es muy rebuscado, que el doblaje deja mucho que desear... como es posible que en una película de terence y bud en la que la gracia es que ya te sabes media película antes de empezar hagan esto... intentar cambiarlos para hacerla más "seria".

A no engañarse, que no se basa en la obra de Salgari, han tomado el nombre, y no sirvió de nada que pongan a personajes como Stiller y Moko, que aquí es blanco.
Sobre las vestimentas, usan del siglo XVII, como los españoles, y algo del siglo XVIII, como el traje de Skull; los barcos son escenarios, para ahorrar dinero supongo, y por eso pusieron escenas del film "El hijo del capitán Blood".
Comprendo que los italianos hacen su mejor esfuerzo en sus films, pero a veces las cosas no les salen bien, pero ya en la década de los setenta, las cosas ya cambiaban.

Muy mediocre coproducción entre España e Italia, de aquellas cuando mi niñez tanto me gustaban.

Vista ahora me ha parecido un auténtico rollo, una peli tediosa, donde los minutos pasan un poco tormentosamente, ya que no hay ritmo ni nada imaginativo, ni siquiera verdaderamente gracioso.

Todos los tópicos de las cintas de aventuras se encuentran aquí reunidos: el atractivo pirata que secuestra una bella dama que se enamora de él, el amigo pícaro que desea sacar pasta de cualquier negocio. La guapa y simpática señorita de compañía de "la chica", el malo muy malo (en este caso, simplemente malo, sin pasarse mucho), y los enemigos del protagonista, y compañeros de oficio, que le intentan chafar sus negocios.

Todo ya muy visto, y mucho mejor en cintas estadounidenses, por ejemplo.

En fin, que las interpretaciones son normalitas y que incluso te aburres algo más de la cuenta.

Aquí ya aparece la pareja Terence Hill-Bud Spencer, antes de su exitazo "Le llamaban Trinidad", que no era mucho mejor que esta, pero gustó mucho más. Lo que son las cosas.

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