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¡Menudo fenómeno!

Comedia. Drama David Wozniak (Vince Vaughn) es un hombre de pocas ambiciones cuya vacía existencia da un vuelco cuando, en el peor momento de su vida, descubre que es padre nada menos que de 533 hijos, fruto de las donaciones de esperma que realizó más de veinte años atrás. Por si fuera poco, 142 de ellos quieren conocerle. Remake que Ken Scott dirige de su película 'Starbuck' (2011). (FILMAFFINITY)
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
1 de febrero de 2014
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando las perspectivas son bajas, cuando no se espera ninguna vista apropiada del paisaje escogido, sólo cabe mejorar -dice la teoría-; puede que de ahí la agradable sorpresa, la grata impresión de encontrar una película bastante entretenida, amena en todo el conjunto, con una decente actuación de Vince Vaughn -para variar- y situaciones cómicas que, sin llegar a exagerar, te divierten y complacen durante los 100 minutos de su proyección. Remake de una historia anterior -"Starbuck"- del propio Ken Scott, ésta sirve de base para proporcionar unos personajes dignos, fáciles de ver y seguir, que participan de un distraído desarrollo -con tiempo para la ternura, la risa y el drama-, sencilla de asimilar y absorber y que cumple honradamente su papel de liberación momentánea de las penurias diarias; y, en ciertos momentos, simplemente va de maravilla! No nos engañemos, es sencilla y simple en su elaboración, escasa y limitada en su proyección, de nimio y limitado contenido; pero, está realizada con buena intención, con un asequible arte, con unas cumplidas intenciones y un acertado empeño de forma que puedes captar sus limitaciones pero también apreciar sus virtudes. No esconde ni publicita lo que no tiene; sirve para breve espacio temporal de relax en el que se busca esparcimiento sin ataduras emocionales. Y, hay que admitir, cumple su cometido mejor de lo esperado!!!

http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/
lourdes lulu lou
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1 de diciembre de 2013
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi primera critica, como la vi ayer pues esta va a ser la primera película de la que daré mi opinión, espero que sirva de ayuda no soy ningún experto en películas, me gusta el cine y rara es la vez que salgo aburrido de una película.
La verdad es que no me gusta ver mucho de los trailers ya que casi te cuenta la mayor parte de la película, así que de la cartelera que vi ayer en el cine me decidí por esta porque el trailer era cortito, de una sola escena de la película y me pareció que podía ser divertida y mas de este actor ya conocido en el genero de la comedia.
Pues que decir, no tiene miga, apenas se desarrolla sin sorpresas, sabes que va a pasar sobre la marcha salvo dos o tres momentos algo graciosillos, no oí mas de dos jajas en la sala.
Termine aburrido, demasiado sencilla, previsible, aburrida.
rscfilms
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30 de noviembre de 2013
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
A David Wozniak aquella mañana le costó especialmente levantarse. Tuvo que apagar tres veces el despertador antes de empezar a sopesar los más, pero sobre todo los menos, de salir del microclima que su cuerpo, con la inestimable ayuda de las mantas, había creado a lo largo de la última noche. Cuando llegó a los cien ''Mississippis'' empezó a desperezarse, y aunque era plenamente consciente de que estaba a punto de marcar su enésima impuntualidad a la hora de fichar en el trabajo, no tuvo ningún inconveniente en dedicarse unos momentos a él mismo. A él y a su hobby matutino favorito: el juego de las siete diferencias. Salió a la calle en albornoz, le birló al vecino un ejemplar de su periódico favorito, se sacó del bolsillo un bolígrafo roído y se dispuso a detectar las pequeñas singularidades que distinguirían a dos imágenes supuestamente idénticas. Pero algo fallaba. Sería porque aquella mañana todavía se notaban demasiado los efectos de la farra de la noche anterior, sería porque los problemas financieros se estaban cebando excesivamente en su adormilada mente, pero aquel día no había manera de encontrar una.

Sobre remakes (así como sobre todo lo que gira en torno a ellos, que no es precisamente poco) se ha escrito, y presumiblemente se escribirá tanto, que a priori sería hasta ofensivo reactivar el tema dejándonos llevar por una película tan insignificante como '¡Menudo fenómeno!'. El caso es que, a veces (''demasiadas'', podría decirse), la oferta que presenta la cartelera es igualmente tan ofensiva que a uno no le queda otra que contagiarse de la estupidez general. Y hablando de sandeces, ¿qué tal si, para hablar de lo nuevo de Vince Vaughn, sacamos, como quien no quiere la cosa, el nombre de Michael Haneke? Llegado el punto, los más impacientes, por mucho que, efectivamente, sean víctimas de su propia impaciencia, deberían poder reclamar su sagrado derecho a empezar a arrojar piedras al cretino capaz de poner esos dos nombres en una misma frase. Pero, recordemos, es ésta una de esas ocasiones en las que parecen mandar los cretinos.

Al grano. En 1997 a un director alemán le dio por estrenar la que con toda seguridad sea una de las películas más perversas de la historia del cine. Tal era el valor de 'Funny Games' que tan solo era cuestión de tiempo el que a alguien, desde el otro lado del charco, se le ocurriera apostar fuerte por el -cantadísimo- remake. Lo que para nada estaba escrito es que de dicho proyecto se hiciera cargo el autor de aquel prodigioso original. El propio Michael Haneke se fue a los Estados Unidos y, por si el desconcierto no era suficientemente, acabó firmando un calco que acabó de descolocar al personal. Las conclusiones que pueden extraerse de dicho experimento son tantas, y la mayoría de ellas son tan disparatadas, que mejor sería que los que lo seguimos todo de cerca guardáramos silencio. Al fin y al cabo, la voluntad de los grandes maestros debe ser tomada simplemente como lo que es, y todas las vueltas que puedan darse alrededor suyo quedarán igualmente como lo que son: simples e insustanciales vueltas.

Lejos, muy lejos de la órbita de estos grandes genios, encontramos, por ejemplo, a Ken Scott, quien hará dos años se diera definitivamente a conocer con la simpática 'Starbuck'. ¿Su siguiente paso? Irse a los Estados Unidos y repetir exactamente la misma jugada con '¡Menudo fenómeno!'. Juguemos pues a las siete diferencias. Los actores, casi todos (y nótese el ''casi todos'') nuevos. La cancha donde se disputa el partido: ya no estamos en Canadá, sino un pelín más abajo. El deporte practicado por el protagonista: ¿quién dijo fútbol / soccer cuando lo que se estila en estas latitudes es el baloncesto? Alguna escena picantona desaparece aquí en casto fuera de campo. Y ya. Las cuatro anomalías que nos faltan para completar el juego o no existen o son tan pequeñas que cabría adjudicarlas más a un -microscópico- error de imprenta, antes que a la voluntad del autor. Ahora la pregunta del millón: ¿se trata de querer asegurarse de que el remake no va a matar el alma de la materia primera... o de pura vagancia? A juzgar por los resultados, las probabilidades juegan a favor de la segunda opción.

'¡Menudo fenómeno!', traducción desesperantemente ''nuestra'' de 'Delivery Man' (en cristiano, ''El repartidor'') es, para bien y para mala, el vivo reflejo del encanto perezoso de su principal estrella: Vince Vaughn. En efecto, la gracia golfera de la pereza se impone en un proyecto cuya mejor virtud parece pasar por saber imitar, como si de un espejo se tratara, todos los gestos y rasgos físicos del sujeto puesto delante de su marco. Se destapó el enigma. Aquel día David Wozniak volvió a llegar tarde a la carnicería regentada por su familia. ¿Por qué demonios se demoró más que nunca? porque perdió el tiempo jugando a un juego que no podía ganar... porque no había juego al que jugar. Del mismo modo, no hay que romperse el coco, pues no hay en esta sesión nada que no hayamos visto antes. Literalmente. Plano a plano; frase a frase, Scott se limita a seguir su propio manual. Los gags y los golpes de efecto se disponen y se disparan desde el mismo ángulo, en el mismo momento y con la misma intención.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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12 de agosto de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso que esta cinta en sí no me llamaba la atención ya sea por su absurda temática como que de por sí Vince Vaughn no es un actor que me guste ya que no me suele hacer gracia, pero los guardianes de la galaxia se acercaban y tenía ganas de ver algo de Chris Pratt y aunque no haya sido una gran película me ha resultado una cinta realmente emotiva y tierna.
Una historia aparentemente familiar y divertida como puede llegar a ser gamberra y graciosa resulta ser un drama con mensaje, una responsabilidad, la pura realidad, una cinta inverosímil y sin sentido común pero que la química entre Vaughn y Pratt como la actuación de Smulders levantan el interés de la cinta que aunque se alargue en su tramo final resulta gratificante que vaya de menos a mas mejor que de mas a menos. Tiene un par de puntos graciosos pero en general la cinta gana enteros en su parte dramática que aunque sea tópica y previsible resulta tierna y emotiva, tanto que casi me saca una lágrima de felicidad. La banda sonora también ayuda bastante por lo cual se agradece y decir lo mismo de la resolución final de la cinta. Valoro mucho el tema de la importancia de la familia y de que tampoco se puede atender todo a la vez. El miedo a decir la verdad, la sinceridad y mentiras se cuidan muy bien en una comedia que si hubiera sido drama al 100% en vez de al 50% habría sido un drama completamente notable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
StarNine27
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1 de diciembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de los noventa Vince Vaughn empezó a asomar su cabecita por los circuitos independientes. Se empezó a hablar de él gracias a la comedia dramática Swingers pero se hizo famoso por interpretar insulsamente el papel de Norman Bates en el remake de Psicosis pergeñado por Gus Van Sant. Aunque ha participado en unos cuantos dramas -psicológicos-, en la última década Vaughn se ha especializado sobre todo en las comedias tontainas protagonizadas por hombres de carácter inmaduro. Está encasillado en ese tipo de roles y, lo que es aún peor, muy pocas veces resulta gracioso y creíble (y mucho menos entrañable, debido a su cara con facciones de psicópata).

¡Menudo fenómeno! es una comedia romántica más dentro de su lineal carrera. Su personaje aquí es un patético cuarentón que ha decepcionado siempre a todos sus seres queridos. Trabaja en el negocio familiar de su padre como repartidor de carne y debe 80.000 dólares por los chanchullos varios a los que se dedica. Su novia le ha dado un ultimátum cuando se entera de que está embarazada y piensa que él no está capacitado para ejercer como padre. La cosa empeora cuando un abogado se presenta en su casa y le explica que, por sus donaciones de semen hechas hace veinte años bajo el nombre de Starbuck, ha engendrado 533 hijos. De esos, 142 van a ir a juicio para intentar derribar las leyes que avalan el anonimato de los donantes de esperma y así conocer la identidad de su padre biológico.

El vuelco que le ha dado este notición al personaje de Vaughn le servirá para plantearse cómo reorganizar su vida pues puede ser su última oportunidad. Como no puede ejercer de padre de más de 100 hijos, decide hacerles de ángel guardián y velar por cada uno de ellos, en la medida de lo posible. La película se balancea entre un humor simplón, inmaduro y de brocha gorda, digno del personaje principal, y el dramatismo fácil. La insipidez de un relato previsible y de manual, no explota las ridículas posibilidades de ser padre de una familia excesivamente numerosa. Se intenta apelar a la emotividad del espectador para hacerse cómplice de la redención de Vaughn en su lucha por crecer, madurar y tratar de reconducir su vida pero no lo consigue en ningún momento debido a la falta de salero de éste. Tampoco ayuda la poca química que demuestra junto a su compañera Cobie Smulders, más perdida que un belieber en un concierto de Los Rolling Stones.

No todo es negativo. Las pocas risas que soltaremos a lo largo de ¡Menudo fenómeno! llegan de la mano del genial Chris Pratt quien, cada vez que comparte una escena con Vaughn se lo merienda, y no porque haya querido tenido que engordar para su papel de abogado fracasado y padre de cuatro niños en su caótica familia, si no porque resulta entrañable, tierno, cercano y simpático.

Poco hay rescatable para nosotros, pues, en esta ¡Menudo fenómeno!. Y más si tenemos en cuenta que es un remake de la reciente y exitosa comedia canadiense Starbuck (2011). Es el propio director y guionista de la versión francófona quien ha adaptado y dirigido su película al inglés. El resultado es similar a otras innecesarias producciones del estilo (13 Tzameti, Funny Games U.S. …) pues, aparte de no aportar nada nuevo y más habiéndose hecho con tan poco espacio de tiempo, pierde el carácter único, el carisma de sus personajes y no innova ni añade matices. Sólo les sirve a los directores para llenarse más los bolsillos con un copia y pega de sus obras aunque, al menos, conserven la dignidad de no dejar que otros metan mano en sus productos.
Monchita
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