Las aventuras de Sherlock Holmes (Sherlock Holmes contra Moriarty)

En esta película, de las siempre atrapantes historias de Sherlock Holmes, se ve ante una historia que pondrá en juego toda su astucia y análisis de las situaciones. Película desarrollada con una impactante estética, muy bien elaborada y cuidada en cada detalle. El juego de las sombras, esa música penetrante y primeros planos. Creo que Orson Welles se pudo haber admirado con ella, ya que el también desarrollo de extraordinaria manera esta forma de hacer cine. Unas actuaciones muy buenas y una buena oportunidad para ver una joven y bellísima Ida Lupino. La historia se destaca mucho más que el guión y quizás un personaje de Moriarty que debió haber tenido mas fuerza en el desarrollo de la película. Muy buena película con una realización cuidada como las que ya poco se hacen.

Un film sin demasiadas pistas, intrigas o conjuras, todo lógico y lineal.



El film se centra en una de las múltiples luchas que tuvo Sherlock contra Moriarty, donde el profesor a la vez que desea llevar a cabo su plan maléfico desea destruir la reputación del famoso detective, pero este con todo su ingenio deberá desbaratar su plan, ¿lo conseguirá?.

Las aventuras de Sherlock, sobre el papel y bajo la sinopsis parece atractivo e interesante, pero es un film a fin de cuentas mediocre y aunque la figura del famoso detective y compañía, estén bien representadas con actores de primer nivel y carismáticos, el guion acaba hundiendo a la propia película, y es que la eterna lucha entre Sherlock y Moriarty en este film no deja de ser un juego infantil, carente de imaginación, demasiado previsible, y las pocas sorpresas que hay son en cierta forma como las de un mago, se las sacan de la chistera, pero sin un previo calentamiento, que aún es peor si cabe.

Tengo que decir que no me ha gustado mucho, y si no me equivoco es de las peor, por no decir la peor, que he visto sobre el famoso detective.

Otra entrega de las aventuras del famoso detective creado por Sir Arthur Conan Doyle protagonizada por un buen Basil Rathbone en 1939. En esta ocasión la película no alcanza el nivel de otras de la serie, no tanto por la trama que realmente es interesante sino por la realización. El argumento es bueno y capta la atención del espectador al ver cara a cara a Sherlock Holmes con su admirado enemigo el profesor Moriarty, y cómo éste idea un ambicioso plan para dejar al detective en una vergonzosa posición profesional. El problema es que el director, Alfred L. Werker, no dota de un ritmo apropiado la narración y tampoco sabe explotar la presencia del malvado delicuente para crear más emoción (de hecho, fue la única película sobre Holmes que dirigió). El desarrollo de los acontecimientos es un poco superficial haciendo que perdamos el interés por los sucesos. También el guión adolece de alguna laguna y no llega a definir bien los personajes que protagonizan los hechos. Como ocurre en esta serie de Holmes, nos presentan a un torpe Dr. Watson que añade algunas notas cómicas a la cinta.
En definitiva, capta nuestra atención por la trama pero vamos perdiendo el interés inicial conforme pasan los minutos. Aún así, es entretenida para los aficionados al personaje, aunque no es la más afortunada adaptación de las aventuras del famoso detective.

Nada más quedar en libertad -contra los deseos de Sherlock Holmes- el profesor Moriarty comienza a planear nuevos crímenes. En esta ocasión, pretende despistar a Holmes con una pista falsa mientras trata de apoderarse de un valiosísimo brillante.
Segunda de las catorce películas protagonizadas por Basil Rathbone y Nigel Bruce como Sherlock Holmes y el Doctor Watson respectivamente y, sin duda, una de las más flojas de la serie. Sólo una magnífica ambientación y puesta en escena salvan una película de escaso ritmo y llena de incongruencias argumentales. Está claro que Alfred Werker no dió con la tecla adecuada como sí hiciera posteriormente Roy William Neill quien dirigió la mayoría de la saga con notable acierto. Pero Werker no sólo nos abure con su monótono ritmo sino que, además, no sabe sacar partido de la casi siempre espléndida Ida Lupino.

Se inicia con "Las aventuras de Sherlock Holmes", titulo original, y "El perro de los Baskerville", por la Fox, la tanda de 14 películas de irregular calidad con las que Basil Rathbone y Nigel Bruce inmortalizaron la imagen del famoso detective y su ayudante. Parece que el afamado actor teatral Rathbone tenía bastante parecido físico con los dibujos del personaje que ilustraban las novelas de Conan Doyle. En cualquier caso su imagen y su lograda composición del investigador, ayudados por la abundante filmografía y reposición en tv acabaron por dejar una huella imborrable asociando a Sherlock con el rostro de Basil. Por lo demás aquí se basa no en una de las novelas sino en una obra de teatro que tuvo bastante éxito en la que se inventaron y fijaron expresiones como el "elemental...." o la famosa pipa. La historia, hoy día es de una ingenuidad bienintencionada, recreando el Londres de finales del XIX con una puesta en escena muy influenciada por el expresionismo, con sus tomas angulosas y sus juegos de sombras. Ida Lupino nos regala su deslumbrante belleza y dado su escaso metraje aún aguanta una visión entretenida 63 años después.