Damas de hierro

Pamela Tola estrena su segundo film, que es el primero que llega a España. De la mano de un guionista experimentado como Aleksi Bardy, se aventura en una road-movie tan accidentada en su desarrollo narrativo como las peripecias que viven sus personajes.

El cine que acoge relatos sobre la tercera edad siempre es bienvenido y acostumbra a ser valiente, dado los tiempos que corren donde la adoración a lo joven y nuevo es toda una dictadura.

En este sentido, la historia de Tola y Bardy alberga los habituales balances que nacen en la madurez y, si no se resuelven, acaban lastrando la senectud. Hay destellos de nostalgia y otros de abrazar el presente sinceros y con sentido. No obstante, ni todos ni siempre se presentan con coherencia en un guion que tiene tantos altibajos como sus protagonistas.

El exceso de verborrea que marca el tono sonoro, en ocasiones, es agudo y cómico; pero resulta ruidoso y agotador, a la vez que se revela como una excusa para los giros argumentales caprichosos y los escarceos patéticos.

Como se habla tanto, parece que todo quiere decir algo en esta trama que, por el contrario, acaba banalizando la palabra y trivializando una realidad que merecía tomarse algo más en serio.

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La directora finlandesa, Pamela Tola, plantea una comedia rocambolesca con humor negro, sarcasmo e ironía inteligente. La protagonista, una señora de 75 años, mata a su marido de un sartenazo. El susodicho ha sido violento en la relación y ella opta conscientemente por quitárselo del medio drásticamente. Con sus hermanas comienza una road movie de huida evitando la cárcel.

Hay historias muy originales como cuando se da cuenta de que en la universidad están estudiando a una feminista radical de los 60 mítica que es ella. Crea situaciones en las que se plantea cómo una joven inteligente y concienciada renunció a su carrera por el matrimonio. Cuestiona los condicionamientos que la sociedad introduce en la vida de las mujeres. Se puede reflexionar sobre la historia del feminismo desde los 60, a través de la contrarrevolución de la era Reagan, representada en la figura de la hija hasta la actualidad donde la generación de la nieta tomará el relevo poniéndose del lado de su abuela. El humor irreverente de las tres señoras setentañeras provoca risas con mucho fundamento sin perder el contenido profundo que transmite. La película denuncia la construcción social que tolera y consiente la violencia contra las mujeres y la toma de conciencia de la protagonista con la ayuda inestimable de sus hermanas. El trío protagonista desprende humor en sí mismo y mantiene el pulso de la sonrisa a la carcajada sin decaer dentro de la situación dura en la cual se encuentran involucradas.


Un cine muy interesante que se introduce en la temática de la violencia de género desde el humor con una narrativa muy rica con muchos niveles de interpretación. Muy recomendable.
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El principal defecto de esta película es su indefinición: se inicia como una comedia negra (con escasa gracia, la verdad) que muda en una road-movie sin demasiado sentido. Sólo cuando las tres hermanas protagonistas llegan a su pueblo de la infancia, la historia adquiere cierto fuste: emerge entonces la figura de una de ellas, Inkeri, para mostrarnos, como diría el bolero, lo que pudo haber sido y no fue su vida, mejorando bastante el resultado.

*Un sartenazo en la cabeza

Damas de Hierro (Ladies of Steel) comienza con el primer plano de una mujer de setenta y cinco años que excava en su jardín. Hace un gran hoyo que bien pudiera ser para enterrar a su mascota. Llama al Centro de Emergencia sin llegar a hablar.

Esa mujer, Inkeri, Leena Uotila, va a visitar a su hermana Sylvi, Saara Pakkasvirta, que cree que desea plantar algo.

Juntas van a visitar a su tercera hermana, Raili, Seela Sella, que se extraña por su visita terminando Inkeri por confesar su crimen. Durante una discusión con su marido, Taipo, Heikki Nousiainen, le ha abatido con un sartenazo en la cabeza.

Una vez hecho el planteamiento inicial, la trama continúa con el posible último viaje que hacen juntas como despedida. A partir de aquí las tres hermanas un tanto alocadas y desmemoriadas discuten entre ellas sobre si acudir o no a la Policía.

Hay que destacar el humor negro que destilan los diálogos entre las tres y sus formas diversas de afrontar las incidencias que se les presentan. Ahí se marcan sus diferentes personalidades y cómo son las relaciones entre ellas.

Destaca la buena interpretación de las tres protagonistas principales y la buena dirección actoral. Dan buena réplica al cuidado guion que desarrolla las disparatadas aventuras de las hermanas.

Paralelamente Maija, Pirjo Lonkala, hija de Inkeri, comienza los preparativos de una gran fiesta para su madre. Va al banco tratando de que le concedan un préstamo para cubrir los gastos.

*El viaje más importante de mi vida

Damas de Hierro se convierte en una entretenida “road movie” con momentos muy divertidos en la aparente huida de la realidad que emprenden. Inkeri comienza el recorrido conduciendo para ir recogiendo cuantos certificados y documentos puedan eximirla de su culpabilidad.

Así sabemos de su juventud radical donde fue expulsada de la Universidad de Helsinki por sus escritos firmados como “Chica Libre”. Sin terminar la Tesis acabó acomodándose a un largo matrimonio convencional de cincuenta años de sumisión.

Aún siendo diferentes las hermanas tienen en común el comportamiento ácrata rebelde de quienes a la vejez ya no temen hacer nada. Sin embargo sus reproches mutuos agrian su relación a la vez que divierten al espectador.

En su cada vez más clara huida cómplice deciden apurar la vida viviendo con intensidad sabedoras de que su vida futura es improbable. Imbuidas de su particular carpe diem exprimen cada situación con gran vitalidad.

Hay secuencias deliciosas como la relación que mantienen con Jarkko, Samuli Niittymäki, el joven autoestopista que recogen en la carretera. Pasan con él algunas horas en la gran cafetería del Área de Descanso. También ahí rejuvenecen entre vodkas, bailes desenfrenados y revolcones en la cama. En su estancia nocturna en el hotel de carretera disfrutamos algunas de las escenas más rocambolescas de Damas de Hierro.

La música de Panu Aaltio, mayoritariamente finlandesa, se adapta a los cambios de registros de la acción, variando desde la alegría al drama. Los temas musicales elegidos dosifican bien las fluctuaciones emocionales de las alocadas hermanas.

*Las locas aventuras de las Damas de Hierro

En su viaje al Parque Nacional Koli llegan a la abandonada casa familiar. Allí los recuerdos evocados por los objetos les retrotraen a sus adolescencias felices. Inkeri añora al primer novio de sus quince años, Eino, Juhani Niemelä, a quien ahora desearía encontrar.

Como los deseos a veces se cumplen en la vida, le descubre sentado en el porche de su casa de campo. Recuperan el tiempo perdido compartiendo sauna, bañándose desnudos en el lago y entregándose al amor recíproco.

Una muy abierta y comprensiva Hannele, Rea Mauranen, pareja actual de Eino, comparte la propuesta de Eino de que se quede con ellos a compartir su amor.

Una vez más, por el vértigo del miedo a la libertad, la que fue joven rebelde huye de la vida libre que podría recuperar. Se va para refugiarse en el cómodo consuelo de sus hermanas.

Mientras sin saberlo Inkeri, prosiguen los preparativos de la fiesta sorpresa. Niños y mayores se desplazan en un lleno autobús alquilado para ir a la celebración.

Nuevas sorpresas bien dosificadas para espectadores y protagonistas van apareciendo en Damas de Hierro. Tapio, “el marido asesinado”, reaparece volando por el cielo en una vuelta de tuerca surrealista más del hábil guion de aventuras.

A pesar de todo, por fin llega la gran fiesta sorpresa del cincuenta aniversario de boda y cumpleaños de Inkeri. Como muchas veces pasa en la vida real la fiesta se convierte en una peligrosa catarsis donde se destapan sentimientos ocultados y verdades reprimidas.

Aquí la hasta ahora buena actuación de las tres protagonistas principales es superada en interés por el gran bang explosivo del guion. Salen a relucir a la superficie las verdades como bombas hasta la sorpresa final en la habitación del hospital con la convaleciente Sylvi.

*Conclusión

Damas de Hierro es una alocada tragicomedia negra con gran guion que entretiene con sus continuas sorpresas hasta su final imprevisto. Destaca la gran interpretación de tres veteranas actrices que encarnan a las otras tantas alocadas hermanas.

Película coral del muy desconocido cine finlandés que muy raramente llega a nuestras pantallas. Humor sarcástico que deja esparcidas causticas reflexiones sobre la juventud rebelde, la sexualidad libre, la pareja, el matrimonio y el envejecimiento.

Como cualquier persona en la vida también Inkeri debe decidir elegir entre la libertad o los convencionalismos.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez

Producción normal y corriente. Todo muy doméstico.
La dirección es un auténtico tostón, lenta hasta la saciedad y repitiéndose una y otra vez en lo mismo. Estuve a punto de abandonarla.
La historia es un dramón más que visto, que pretende tener un toque de comedia y de humor negro. Por supuesto que no lo consigue y se queda en un simple folletín, empalagoso y pringoso. Plagada de tópicos y de situaciones absurdas.
Las protagonistas más exageradas no pueden estar. Hasta el punto de que resultan cargantes, por no decir insoportables, en las interpretaciones que, por otra parte, son siempre las mismas.
Resumiendo: si lo sé no la veo.