Son of a Gun

El debutante australiano Julius Avery dirige este thriller dirigido con buen pulso y con evidentes influencias de Michael Mann pero fallida en el terreno del guión.

Al propio Avery le falla su guión, en el que podemos encontrar tres o cuatro tonos diferentes dotando de irregularidad a un conjunto lleno de buena mano tras las cámaras. El filme nos lleva a momentos memorables y a otros poco interesantes y a veces incluso inecesarios y poco conexos.

Ewan McGregor parece divertirse como el jefe matón, alzando el vuelo de unos personajes ya vistos habitualmente en el terreno del thriller, liderando por delante de unos correctos Thwaites y Vikander el atractivo reparto del filme, que nos lleva desde el drama carcelario inicial a escenas de acción talentosamente resueltas.

Un guión irregular y previsible mancha un, por otro lado, prometedor debut de un cineasta que suponemos nos traerá grandes cosas en un futuro cercano.

Entretenida. Ewan McGregor está comodo en su papel. Empatizas con el personaje, que devora con su presencia al otro principal, un joven introvertido y novato en el mundo en que se mete, al que no terminamos de distinguir una buena actuación, de su verdadera forma de ser, el tiempo lo dira.
Pero bueno, que si os gusta el actor escoces lo disfrutareis en este drama carcelario, peli de acción, thriller e incluso calificable como romántica película. Tal vez esta última parte de la historia, la romanticona, la que mas desentona sobre el conjunto de la historia. También se echa en falta que profundizen en algun otro personaje, los mafiosos podrían haber dado más juego a lo largo del metraje.

Hay tiros, persecuciones, tacos y feos tatuados que no quisieras tener como vecinos,...cine de acción que aunque por momentos se despega un poco de la realidad, solo lo hace por momentos, como la facilidad de movimiento por Australia, los contactos,..., y solo lo hace un poco, ya que las balas hieren y no son infinitas. Simplemente, empezando desde la base de una posible realidad, a veces aparenta que sea fácil hacer lo que hacen y como lo hacen, por ello pierde un poco de credibilidad. Previsible...solo alguna parte, pero os provocara querer que les ocurra algo bueno a los bandoleros, te metes en su situación, y por eso hay que verla.

Interesante película australiana que nos cuenta la relación que se establece primero en la cárcel entre dos convictos, uno un joven y el otro un veterano y luego siguiendo fuera de ella. Veremos como se conocen, la protección de uno sobre otro en la cárcel y luego la enseñanza sobre algunos aspectos de la delincuencia. Hay un buen trabajo del siempre correcto Ewan McGregor y unas buenas escenas de acción. No pasara a la historia pero entretiene.

Hay cosas que por muchos años que pasen, seguiré sin entender. Si me montas una historia de casi dos horas, no me puedo sentir como que me han dejado de contar algo.

La historia está ya muy vista, pero no por ello es algo negativo. Un chico que llega a prisión con una condena corta, ni tan siquiera se nos cuenta qué hizo para tener que ingresar. Por lo visto perder dos minutos en comentar algo así, destrozaba la historia. Aprenda de los errores señor Avery. De repente se muestra muy rápido por donde van a ir los tiros, chico nuevo, chico solitario, chico que ve como son las jerarquías allí dentro y comprueba por si mimo en la piel de otro, (que extrañamente es su compañero de celda), como se las gastan, sino perteneces a un grupo que te proteja. Ahí es donde aparece el personaje de un magnífico Ewan McGregor, lo mejor del film sin dudas, y por casualidad gracias al ajedrez, lo recluta para su causa a cambio de protección. Lo que viene ya después ni me lo creo, ni me lo creeré. ¿Que te juegues el cuello por un tipo que te echó una mano durante 6 meses y le quedan muchos años de condena, para pifiarla y acabar allí otra vez? Si me cuentas una del oeste quizás me lo crea más.

El atractivo en mi opinión estaba dentro, fuera de la prisión y todo lo que viene a continuación, no solo pierde interés, sino que es muy confuso y difícil de creer.

En fin, para los no muy exigentes y con ganas de evadirse un rato.

Esta película de extraño título (no le veo relación con la historia, en principio), tiene dos partes diferenciadas. Al principio parece que va a ser carcelaria, y promete. Después cambia totalmente la situación y el escenario.
Lo malo es que entre el principio y el final, hay un tramo en tierra de nadie en el que lo único que nos cuentan son las relaciones entre los personajes y donde no pasa prácticamente nada.
El protagonista, completamente desconocido para mí, comparte cartel con Ewan MacGregor y Alicia Vikander, que últimamente (y seguramente en el futuro) está hasta en la sopa.
El ritmo, como digo, es irregular. Cuenta con dos o tres buenas escenas de acción, pero en las que todo pasa demasiado rápido. Tiene también toques de cine negro y thriller, pero sin que ni su trama ni sus giros argumentales sean demasiado sorprendentes.
La banda sonora es un poco fea. No me ha gustado.
Se trata de una de esas películas que pasan sin pena ni gloria por el cine y que a casi nadie le suena. En este caso, eso no impide que tenga un mínimo aceptable de calidad, aunque también se puede decir que podría haber estado muchísimo mejor. Y para eso les habría bastado no marear tanto la perdiz en el tramo central, porque tanto el principio (cárcel), como el final (golpe) resultan suficientemente entretenidos.