Danse serpentine (C)
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Documental
Cortometraje coloreado a mano fotograma a fotograma. Filmado a finales del siglo XIX, todavía hoy impresiona. Los hermanos Lumière graban a Loie Fuller bailando su 'Danse Serpentine'. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2012
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos con toda certeza ante la propuesta visual más hermosa del siglo XIX y de buena parte de la historia del cine en general.
Coloreado o sin colorear, este cortometraje posee el valor de un auténtico epítome estético que va más allá de la afición por la danza y de la pasión por el cine.
Belleza es la clave.
En un minuto de filmación resume un canon de hermosura y delicadeza grandioso e intemporal capaz de llenar las pantallas en la actualidad con idéntica vigencia a la que poseyó en el momento de su estreno.
Sí.
Belleza es la clave.
Coloreado o sin colorear, este cortometraje posee el valor de un auténtico epítome estético que va más allá de la afición por la danza y de la pasión por el cine.
Belleza es la clave.
En un minuto de filmación resume un canon de hermosura y delicadeza grandioso e intemporal capaz de llenar las pantallas en la actualidad con idéntica vigencia a la que poseyó en el momento de su estreno.
Sí.
Belleza es la clave.
29 de abril de 2013
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1985, los Lumère presentaron la primera película "Salida de los obreros de la fábrica" y algunas de entre sus primeras obras como "Llegada de un tren a la estación" o "Demolición de un muro" ya incluían ciertos elementos puramente artísticos en su realización, pero "Danse serpentine" de 1986, es en mi opinión la película más antigua que tiene más valor en si misma que como documento histórico. El baile de Loie Fuller es hermoso e hipnótico y la idea de colorear fotograma a fotograma para que su vestido no solo tenga color, si no que además vaya cambiando de tonalidad, es uno de los primeros efectos especiales realizados y probablemente el más sorprendente y con mayor valor estético hasta aquel momento. De hecho, me seguiría pareciendo bellísima incluso si se hubiese rodado ayer.
23 de febrero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los orígenes del cine, se erige una bella obra que basa toda su hermosura precisamente en su sencillez. Una bailarina se contonea mientras Lumière colorea cada fotograma, otorgando una escala de colores cambiantes en el vestido de la bailarina. Eso es todo. Es ni más ni menos que belleza visual. El cine comienza a ser el “séptimo arte”. No hay argumento ni falta que hace. Nada más que añadir, no tiene sentido hacer una crítica que tarde más en leerse que en ver la película. Véanla, porque es la mejor película del siglo XIX.
22 de febrero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantasía y primeros efectos especiales, cambien do el color, pintado, del vestido de la bailarina, que capta, hipnóticamente, nuestra atención. Muy logrado. Muy visual.
7 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto es arte, mezcla de la danza y la técnica de colorear a mano, fotograma a fotograma. Cuanto ingenio de Lumiére.
Sigue impresionando este corto de 1896, en estos tiempos donde abundan los programas de edición y tecnología
avanzada. Realizarlo en este tiempo y con las técnicas actuales, no tendría un mismo valor.
Sigue impresionando este corto de 1896, en estos tiempos donde abundan los programas de edición y tecnología
avanzada. Realizarlo en este tiempo y con las técnicas actuales, no tendría un mismo valor.
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