Call Girl

Realmente creo que estamos ante una de esas películas que constituyen un auténtico diamante en bruto, con un argumento, una puesta en escena, un contexto histórico que lo refuerza, etc etc ... pero que sin embargo, no acaba de funcionar.

Como he dicho el argumento es muy atractivo, y su puesta en escena portentosa (nunca he visto tan bien plasmados los 70), con unas interpretaciones de actores protagonistas y secundarios francamente buenas, pero al final te deja frío.

En primer lugar, creo que hay una mayor preocupación por la forma, la estética, la ambientación, que por la propia historia, lo cual rebaja mucho la tensión de la misma.

En segundo lugar, el esquema del film no me parece el idóneo, la historia particular de las dos adolescentes dura más de hora y media, y no empatizas mucho con ellas, ya que tampoco parecen sufrir en exceso, y la trama se torna en exceso repetitiva. La parte final, para mi la que podría tener mayor interés, apenas se desarrolla, toda la investigación aparece atropellada en el film, y el desenlace si bien te permite entender la implicación de todo lo visto, y de suponer una buena metáfora de los mecanismos del poder, tampoco te emociona demasiado, pues todo y todos aparecen reflejados con cierta frialdad.

Una pena, creo que podríamos haber estado ante un auténtico peliculón de referencia en el thriller político, y nos hemos quedado en un film simplemente interesante. Me pasa lo mismo que con "El topo" del también sueco Tomas Alfredson, muchos mimbres, excepcional forma, pero fríos resultados.

Nada más, una lástima, y simplemente reafirmarme en la intrahistoria de este país que es Suecia, a priori ejemplo de urbanidad y civismo, pero que entre magnicidios, historias como esta, y un sin fin de novelas negras que se dedican a sacar a la luz el supuesto lado oscuro de esta sociedad, da la sensación que no debe ser tan modélico todo lo que reluce.

Call Girl es la opera prima del director Mikael Marcimain, la película sueca se basa en un caso de 1976, mismo año en que transcurre el film, que consiste en una investigación sobre una red de prostitución que encuentran que está vinculada con nombres muy importantes de la política su país.

Call Girl transita varios géneros y resaltan sobre todo dos líneas narrativas.

Una, es la de una menor problemática a la que su madre se ve obligada a dejar en un asilo juvenil. Iris no habla con quien no le interesa y vive escapándose, sobre todo después de que una amiga llegue al mismo lugar donde está internada. Las dos llegan casi sin darse cuenta a terminar metidas como prostitutas de alto vuelo siendo manejadas por una señora que aparece tratándolas bien, haciéndolas creer especiales, para así apoderarse de ellas.

Por el otro lado, es la historia de John Sanberg y su investigación que está directamente relacionada con las chicas, aunque sólo al final lo sepan y los personajes se junten por primera vez. Y es que cada nombre de un político (hasta del Ministro) que surge, los acerca más a un destino inevitable.

El director logra captar la década del 70 no sólo desde las plataformas altísimas, los pantalones anchos y la música, sino también desde la esencia de esa época de cambios y de liberación.

Entre el drama, el thriller, y el policial político, la película transita sus poco más de dos horas entre lo que comienza como una diversión para las chicas y deriva en un infierno del cual no pueden escapar.

Es cierto que quizás su protagonista, hasta el último momento, es bastante pasiva, y tras unas dificultades termina, aunque no quiera, siempre volviendo a acostarse con estos señores por dinero. Quien no es nada pasivo es el personaje de Sanberg, que hasta las últimas consecuencias sigue con la investigación, aún ante cada amenaza (que no llega precisamente con palabras, sino con hechos hasta que ésta deje de ser una amenaza para pasar a ser una realidad). Es él el motor de la película que espera enfrentarse por fin a Dagmar Glans, la mujer que funciona como proxeneta, que seduce a las jóvenes con elogios y falsas promesas.

Cada uno de sus personajes están construidos de manera sólida pero con muchas capas. El bueno es bueno pero puede explotar en un ataque de violencia a causa de los nervios. La mala es mala pero intenta sin mucho éxito acercarse a su hijo.

Resumiendo, el film funciona tanto en cómo está llevado el relato como en la denuncia. El director no se pone precisamente en contra de la prostitución, sí, tiene su postura, pero lo que denuncia con más fuerza es el hecho de que en general el poder siempre termine ganando.

Un policial muy interesante y atractivo que sorprende por su ambición, sobre todo al ser, como había mencionado, una ópera prima.

visiondelcine.com.ar

La película comienza de forma complicada y pensaba que me iba a encontrar con una película como El topo, difícil de seguir. Tras media hora de película todo esta claro, a partir de aquí nos presenta el retrato de la prostitución impregnada en corrupción política y judicial.
El ritmo de la película es bastante lento, lo que se agradece ya que te permite entender mejor lo que va sucediendo. El montaje de la película es bastante bueno, pero creo que el guión es previsible y ese final ya ha sido muchas veces mostrado en el cine. Propuesta muy original de un cine nórdico que cada vez nos ofrece unas propuestas de mayor calidad. La actuación de Pernilla August es muy buena, como la dueña del club de citas donde acuden Iris y Sonja.

Esta película, además de su extensión, es realmente importante. Tiene todos los elementos para ser una gran cinta, sin embargo, en los últimos tramos se va dejando caer y eso, aunque no la malogra, no la deja ser tan extraordinaria como pudo haber sido.
Nos encontramos con un filme en el que se narra la vida sueca de los años setenta con políticos, proxenetas y pequeñas damas de compañía que iban consiguiendo una bonita suma de dinero gracias al candor de sus pieles.
Es un retrato completamente creíble y, hay que destacarlo, increíble en la forma de enfocar la vida de cada uno de los personajes involucrados. El arte de esta película es realmente importante: es como si viviéramos una vez más aquella década y nos sumergiéramos en los imperativos de la conducta rebelde e insubordinada que el mismo espíritu setentero motivaba. La música, con los Bee Gees, con Abba, con tantos artistas del Disco, completa esta pieza narrativa que sigue haciendo del cine sueco uno de los mejores de Europa.
Se disfruta de principio a fin, se siente y se vive con crudeza lo que pasa en cada situación. Muy bien hecha, y excelentemente dirigida.

Película muy bien ambientada en los 70. Muy cuidada, desde los vestuarios, música en los clubs, bailes de sus clientes, teléfonos y aparatos electrónicos, incluso hasta los pelos de la sobaca de alguna que otra fulana.
Una trama política y de prostitución que te enganchará poco a poco, hasta no poder separar ni un solo segundo la vista de la pantalla.
Muy recomendable.