Devil Seed

Contra todo pesimismo, Devil no es la bazofia que uno espera. Y lo curioso es que maneja elementos especialmente destinados a la estupidez, solo que de una manera inusualmente efectiva. No es El exorcista, su tono es mucho más adolescente, pero toma demasiadas influencias y uno no puede menos que sentirse ante un reflejo endulzado de la peli mítica de los setenta. Por otra parte busca, no lo logra pero tampoco le erra, cierta identidad propia: hay un trabajo muy puntilloso en torno a las féminas involucradas, y el secreto que se "guardan" gana en riqueza argumental, como si de un desengaño típicamente juvenil surgiera un relato de exorcismos al uso, un desenlace que no va al tono de ellas, las mujeres que copan el relato y que tan bien se desenvuelven.

Porque la forma de relacionarse entre ellas, muy convincentes y centradas, sostiene a Devil. No puedo menos que preguntarme si ya la historia no tenía suficiente sostén como para derivarla hacia algo tan visto, casi copiado. Sager había logrado un producto simple pero poderoso, no importaba que la había poseído, el "ente" o lo que fuera era inquietante sin necesidad de nombres ni alusiones bíblicas. Por otra parte, V. Broze no logra jamás mutar su ángel interno. Y me refiero a ese aura agraciada, al margen de su físico atroz, que la destaca. Aún poseída sigue siendo un ángel, y eso le resta magnitud a la maldad que pretende encarnar.

Devil Seed encontró en su modesto envase un producto efectivo. Pero quiso remitir a un clásico muy distinto, más oscuro, menos terrenal, y la fusión no le vino en gracia.

Parece que el demonio es un ser con mucho tiempo libre, ya que estamos hartos de verlo poseyendo a todo tipo de personas en todo tipo de lugares. Y aquí nos encontramos en algún lugar de América, en una casa donde comparten vivienda tres preciosas chicas, las cuales parece que no compran ropa nueva desde hace 10 años ya que todo les va bien apretado, y como no, nuestro querido amigo de los mil nombres llega para ofrecer algo de acción en esta acogedora casa.

Las vacaciones de verano han acabado y Alexandra vuelve a su ciudad, donde estudia junto con dos amigas las cuales también comparten el mismo piso. Después de una noche de baile y mucha, pero que mucha bebida, Alex y su amiga acaban entre risas y bromas entrando a la casa de una vidente. Tras una experiencia un tanto extraña, todo queda en una anécdota para las chicas... o eso pensaban. Alex empezara a experimentar fenómenos extraños alrededor de ella. Aquella noche algo atravesó el otro mundo para quedarse en el nuestro.

El film canadiense que nos ocupa hoy, Devil Seed, es la opera prima del director Greg A. Sager, el cual no solo dirige sino que también produce y firma su guion. Y es de esto último de lo que quería hablar, ya que es una de las partes más flojas del film, bastante plano y nada sorpresivo, nos narra lentamente los desgraciados sucesos que sufre la protagonista y cuando parece que el film empieza a despegar entrados en el último tramo sigue sin acabar de convencer. Para más inri nos regala un final algo previsible y carente de necesidad. Todos estos fallos de guion y de ritmo se intentan maquillar con unos efectos en ocasiones muy resultones pero en otras ocasiones desmerecen mucho.

En cuanto a las actuaciones hay que destacar la protagonista Michelle Argyris y a su inseparable amiga Shantelle Canzanese, que sin llegar a ser unas maravillas interpretativas sí que nos dejan buen sabor de boca, con unas interpretaciones convincentes en todo momento. Como contrapartida a esto tenemos a Vanessa Broze, la cual sobreactúa durante todo el metraje y resulta muy poco creíble. Entonces tenemos seguro que nuestras tres protagonistas que ganaran el próximo Oscar por su interpretación magistral pero al menos nos regalan unas vistas increíbles con los modelitos que se gastan.

Devil Seed es "otra" película más sobre posesiones, un género muy prolifero en los últimos años, que no innova en ningún aspecto pero sí que se convierte en una película resultona gracias a sus efectos en ocasiones muy conseguidos, y a unas protagonistas de muy buen ver. Recomendada solo a aquellos amantes de las cintas sobre posesiones ya que no defrauda si te gustan este tipo de films.

http://www.terrorweekend.com/2012/07/devil-seed-review.html

Alex vuelve de visitar a su abuela y sus dos compañeras de piso, la guay y la putón, que desde el minuto uno sabemos que se zumba al novio truño, se han mudado a una casa mayor. Después de una noche de fiesta en la que se queda sola con la guay, mientras la putón se trepa al truño acuden a una consulta místico esotérica. A partir de ahí, la poca imaginación del director, los escasos recursos, económicos y técnicos, y las pésimas interpretaciones en plan Reposeída hacen lo demás. Una cagada de las gordas.
Desde la fabulosa La semilla del diablo, y en gran parte movido por el morbo del asesinato Tate surgieron una ingente cantidad de pelis de posesiones y exorcismos. 3 años después William Friedkin estrenaba El exorcista, película que creó el verdadero género y puso a Linda Blair en el papel de posesa que ya quisiseran la mayoría de advenedizas que le siguieron. Pero hay que ser justos. No todo después ha sido malo en el subgénero, con ejemplos magistrales como Los creyentes de Schlesinger, El exorcismo de Emily Rose, Insidious, Exorcismo en Connecticut y alguna otra. Pero sí, ciertamente lo que ha abundado son mierdas del tamaño de esta Devil Seed, donde la intriga es nula, el chiste chusco y las interpretaciones, de culebrón.
No es la peor, pero sí de las peores.
La sombra de El ente es demasiado alargada.

Alexandra es una estudiante universitaria animada a volver a vivir con sus compañeras Jessica y Breanne después de las vacaciones de verano. Después de una noche de beber, Alexandra está de acuerdo con una lectura psíquica aprender acerca de su futuro con su novio, Brian, pero durante la lectura se da un dramático giro de los acontecimientos que hace que algo salga drásticamente mal.

Alexandra es una estudiante universitaria animada a volver a vivir con sus compañeras Jessica y Breanne después de las vacaciones de verano. Después de una noche de beber, Alexandra está de acuerdo con una lectura psíquica para aprender acerca de su futuro con su novio, Brian, pero durante la lectura se da un dramático giro de los acontecimientos que hace que algo salga drásticamente mal. Cuando Alex se despierta al día siguiente, ella no puede recordar los acontecimientos de la noche anterior. Ella comienza a oír ruidos espeluznantes, alucinaciones, y recibir marcas identificables en todo el cuerpo. Ella teme que se esta volviendo loca, ella busca la ayuda de sus amigos, pero Jessica, Breanne y Brian son incapaces de comprender el alcance de la oscuridad que desciende sobre ella. En cambio, Alexandra recibe la ayuda de un profesor de la escuela y su padre, que se han ocupado de lo sobrenatural antes. Pero a medida que empeora la condición de Alexandra, se hace evidente que ya es demasiado tarde para detener la entidad que está utilizando el cuerpo de Alexandra como puerta de entrada a nuestro mundo.