Matrimillas

El notable encasillamiento del cine Argentino ya es preocupante, no hay ideas nuevas y los pocos actores que pueden ir surgiendo terminan haciendo estos papeles casi porque el mercado no les deja opción.
Juan Minujin es un actor que es lo personal me gusta mucho y considero que tiene un potencial que aun no explotó, pero el mismo mercado o las mismas opciones lo van encerrando a realizar este tipo de comedias televisivas que no van a ningún lado.
Nada para destacar ni siquiera el trabajo de Sebastián De Caro que se nota que esta entrando en el mismo pantano en el que esta casi todo el cine Argentino.-

Ves el trailer de “Matrimillas” y ya sabés que va a ser no sólo mala… ¡sino malísima! ¿Entonces por qué gastarse 1 hora y 40 minutos en esta esta cliché y pésimamente actuada comedia romántica? Quizás para hacer un servicio a la comunidad (la “anti-crítica”). A lo mejor porque Sebastián de Caro dirigió una hermosa y desconocida película en 2013 llamada “Los 20.000 besos”. No lo sé…

La cuestión es que “Matrimillas” utiliza un concepto de ciencia ficción muy leve para contar una historia trillada por donde la mirés. Todos los puntos de giro son absolutamente predecibles y el humor es apenas pasable.

La vimos con mi esposa una noche en Claromecó. Los chicos se habían dormido, teníamos café y estábamos demasiado cansados como para mirar algo complejo como el nuevo episodio de “Succession”. “Matrimillas” parecía una opción fácil para apagar el cerebro un rato.

Respecto al elemento sci-fi, sinceramente no hay que darle mucha rosca. El app para ir ganando matrimillas es pura fruta y tiene menos robustez que el peso argentino. La forma en que los personajes ganan o pierden puntos no tiene ninguna lógica. Es una excusa para generar algunas situaciones de comedia.

No hay nada de malo en dejar volar la imaginación, pero lo gracioso es que al principio se da una explicación re científica sobre el funcionamiento del aparato (neurotransmisores, dopamina, etc.) y luego esa coherencia se tira por la ventana cuando Luisana Lopilato y Juan Minujín –quienes al menos parecen divertirse con la historia– empiezan a mentir y fingir.

Por supuesto, “Matrimillas” busca capitalizar en este concepto tan utilizado en las parejas. En este sentido, sí está intesante que dispara algún tipo de debate o conversación con tu compañero/a. Compañere. ¿Compañerx?

Si bien la idea puede sonar divertida al principio, los personajes son increíblemente chatos y la mayor parte de la actuación es deplorable. Lopilato y Minujin hacen lo que pueden (que no es mucho) y los actores secundarios son todos patéticos. Puede que haya dos o tres momentos graciosos. Lamentablemente, “Matrimillas” tiene poca gracia, es trillada y su concepto está pobremente ejecutado.

==>> CONCLUSIÓN: “Matrimillas” no es horrible de ver y puede llegar a entretener un rato, aunque no podríamos considerarla cine de calidad. Pese a estar correcta desde lo técnico, su argumento es predecible, las actuaciones no ayudan y ni siquiera es tan cómica como uno esperaría. Para ver y olvidar. <<==

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Yo esperaba ver de "Matrimillas" una comedia romántica que sea por lo menos algo divertida y entretenida que me saque una sonrisa pero nada de eso.
La película es muy mala con ganas y eso que suelo darles una oportunidad a las películas para ver si me convencen y puedan gustarme más pero con "Matrimillas" no pude.
Creo que estamos ante una de las peores películas del año. Con todo respeto y para ser sincero.
Espero no ofender a nadie. No tiene mensaje como me gusta de una película que al ser malas tienen mensajes y se salvan del bajo puntaje pero acá no sucede eso.
No soy de criticar duramente las películas. Solo digo lo que me parecieron porque no soy de mentir.
Luisana Lopilato y Juan Minujín en una actuación mejorable.

Se trata de una película sosa, sin gracia, ni gusto. La idea es más que simple y se le suma un componente ficticio, que son las pulseras que miden las acciones y que responden a los "transmisores neuronales" de los protagonistas, recordando a ciertos artificios de Black Mirror, pero sin su esplendor.

La película no es romántica ni graciosa, y por sobre todas las cosas, es extremadamente predecible. Hasta en sus diálogos. Las actuaciones son mediocres, y más de una situación se antoja exagerada. El guión no ayuda, y las benditas pulseras funcionan al antojo de este guión.

Cuando uno ve estas películas, ya sabe más o menos qué va a ver, pero en este caso fracasa de tal modo que no cumple casi ninguna expectativa.

Matrimonio en crisis que comienza un programa 'freaky' de recomposición vincular basado en agasajar a tu contraparte en todas las áreas de la relación. No solo es malo el argumento, sino que las actuaciones resultan sumamente forzadas y la química protagónica (Juan Minujin - Luisana Lopilato) no logra empatizar jamás con el espectador. De comedia alguna que otra escena y de romántica -10. Es MALA desde todo punto de vista. Una pérdida de tiempo.