Crime d'amour

Crimen es, casi por defecto, la definición de un carácter. Inicia exponiendo un homoerotismo hábil por el plano íntimo y culmina como un thriller al uso, sorprendiendo, sí, pero sin convencer del todo. La principal causa de ello es el cambio de tono ocasionado por el cambio de género, y es que en última instancia dudo que al haberse transformado en un policial la obra haya ganado en calidad, sí en efectismos, pero no en calidad. Está bien llevada, con interpretaciones correctas en donde un duo de mujeres se sacan los ojos con la mirada, allí donde el poder apesta y dos hembras se disputan el territorio siempre borroso del prestigio y del reconocimiento. Como peli intimista se potenciaba mucho más que como thriller y yo me debatía en si era necesario tanto cabo suelto solucionado con flash backs en blanco y negro, como si la peli hubiera ganado más (y no es así) demostrando que vivaracha era la Sagnier.
Un interesante desperdicio de verdaderas posibilidades.

Si ella no estuviese en el film no sé si lo hubiese visto.
Ultima película de Corneau que murió en agosto de 2010.-
Es un relato interesante sobre una magnífica venganza entre ejecutivas. Debo decir que lo mejor de este film es el comienzo con una fantastica (como siempre) Scott Thomas, a la que la madurez le sienta bien...y los minutos conclusivos....
Siempre en un relato de intriga interesa el final porque en general da sentido a todo lo demás...
Aquí eso se cumple.

Una decepción la despedida de Corneau. Se trata de un polar compuesto de un revuelto entre 'Eva al desnudo', 'Armas de mujer' y 'Más allá de la duda".

El aséptico mundo de la alta empresa y altos ejecutivos, con casas igualmente asépticas, música japonesa (o me lo parece), un saxo dando la tabarra, unas interpretaciones donde no se salva ni el apuntador y el polar propiamente dicho de libro.

Si es que me da pena despedirme así de Corneau, pero las cosas como son.

Historia de ambición y crimen diseñado expresamente como un duelo para sus protagonistas principales: las actrices Kristin Scott Thomas y Ludivine Sagnier: como jefa y subordinada respectivamente de una importante firma de inversiones. Algo así como una sonada versión femenina de Mad Men pero más oscura cuanto a su planteamiento porque no deja de ser una historia de cúspides al éxito con humillaciones dentro de los despachos e indirectas de tomo y lomo.

Su esquema podría asimilarse a otro film, de talla independiente como es “El Factor Sorpresa” (Swimming with Sharks, 1994) de George Huang en que Kevin Spacey se las hacía pasar canutas a un sufrido Frank Whaley pero lo más curioso de todo es que el tunecino Saïd Ben Saïd, productor de éste film francés, volvió a financiar dos años después un remake de éste “Crime d, Amour” tomando como título “Passion” misma pero ésta vez delegando la dirección a un asentado Brian De Palma y con Rachel McAdams y Noomi Rapace como rivales a muerte en esta puesta en escena sobre el escalafón al poder las consecuentes humillaciones y un plan criminal como respuesta a la fuga de méritos por parte de otros.