Tregua(s)

Una vuelta de tuerca a las películas de amor.

Tregua(s) es, como dice su Director, Mario Hernández, una anti historia de amor, donde los enamorados son los infieles, los que engañan (Festival de Málaga, marzo 2023)

Es una película que tiene como escenario el mundo del cine, pero que la puesta en escena es teatral. Con sólo dos protagonistas, en una habituación de hotel, la terraza-bar o una discoteca, con un breve paseo por la calle que rodea la catedral de Málaga.

Tiene un guión muy bien escrito, con situaciones de comedia, excelentemente interpretado, con ese gracejo natural de Salva Reina y con la buena réplica de Bruna Cusí, que también canta una canción completa de forma solvente y emotiva.

La historia plantea una relación clandestina de una actriz y de un guionista que, desde que debutaron en sus oficios y durante 10 años, se encuentran brevemente unos días al año, con la excusa y tapadera de un Festival de Cine, el de Málaga, engañando a sus respectivas parejas, con las que ya tienen una relación consolidada.

Es una historia sencilla, pero profunda, donde su trascendente guión y conversaciones plantean la pasión, los celos, el entendimiento, la complicidad, el cariño enfrentado a la pasión, la necesidad personal de mantener un reducto, una ilusión que te permita ser auténtico o lo que sueñas ser, para dejarse llevar en una fantasía. Es una tregua de pocos días que sirva para mantener el equilibrio en la vida real durante el resto del año.

Lo difícil comienza cuando te dices “Te quiero”. Donde el amor, a veces, es la complicación. No tienes por qué ser feliz porque te hayas casado o porque vayas a tener un hijo. Hay que tener espacio para ser tú mismo o para vivir tu fantasía, es una tregua.
Tal y como explica Mario Hernández, en un momento de la película se dice “no creo en la fidelidad, pero sí en los celos y en la posesión”, mostrando muy atinadamente el guión que no es lo que nosotros queremos sino lo que nos molesta es lo que la otra persona desea y no somos capaces de darle.

La película mantiene muy bien la tensión y la diversión con sólo dos actores en pantalla.
Excelentes diálogos con unas interpretaciones muy a la altura.
Disfrutable.

Cuesta creer que esta sea la ópera prima de un director.
Tiene un mérito tremendo que, sólo dos actores con su química aplastante, un guión y unos diálogos exquisitos, sostengan la atención del espectador durante todo el film.

En el apartado de la dirección, los planos, los juegos de luces (con esa iluminación mágica malagueña o el reflejo de la piscina en la escena de la terraza del hotel) son pura magia. Los cuatro bloques están perfectamente medidos, y dejan una estética fina, con imágenes que recordamos (los taburetes en el bar, las hamacas en la piscina...)

En ese sentido, por momentos me ha recordado a la genial La La Land, con todos los miles de euros de presupuesto que las separan. La química generada entre Bruna Cusí y Salva Reina merced a la alternancia entre humor y drama del genial guión y a la capacidad actoral de ambos (la escena de Salva mirándola cantar en el karaoke) es sencillamente de otro nivel. Creo que se han visto pocas historias de amor tan creíbles y tan naturales en la gran pantalla.

Bruna Cusí está a un nivel altísimo, pero quiero detenerme en un Salva Reina, a menudo encajado en papeles de alivio cómico, que esta vez se revuelve y demuestra que es un actorazo también en su vis dramática y que está, más que preparado para hacer papeles protagonistas de calado.

Por último decir que, si esta es la primera película de un director y guionista (con un presupuesto limitado) No puedo esperar a ver la segunda.

Mario Hernández se ha puesto el listón muy alto, y eso siempre es algo que debe celebrarse.

Irregular pero satisfactoria película, que no ha convencido demasiado en líneas generales entre los acreditados y acreditadas del festival de cine de Málaga.

Se comentó de ella que era demasiado teatral, toda vez que la palabra, los diálogos, son el eje fundamental del film, amén de que no hay demasiados escenarios. Sin embargo, en mi opinión, se sigue con gusto e incluso interés, dada la buena complicidad de los dos buenos intérpretes, el humor inherente en la historia y una agilidad expositiva hasta el punto de que no sólo no aburre sino que entretiene sin dificultad.

Es verdad que resulta irregular, con algunos momentos en los que baja el ritmo y por tanto el interés, pero mayormente hace pasar un buen rato.

A mi modo de ver, amena.

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Presenta una trama intrigante que se sumerge en los intrincados matices del amor, la infidelidad, la mentira y la nostalgia. Los personajes, Ara y Edu, navegan por estas aguas turbulentas mientras se reencuentran en un festival de cine después de una década de separación. La película equilibra hábilmente momentos ligeros y divertidos con otros más profundos y dramáticos, lo que refleja la complejidad de las relaciones humanas.

La dirección de Mario Hernández mantiene un buen ritmo a lo largo de la película, permitiendo que la trama se desarrolle de manera natural. Aunque la cinematografía no se destaca particularmente, cumple su función al respaldar la narrativa y los personajes.

Salva Reina y Bruna Cusí realizan un trabajo convincente al dar vida a Ara y Edu. Sus actuaciones capturan la profundidad emocional de sus personajes y transmiten las complejidades de sus sentimientos. La química entre los dos actores añade autenticidad a la historia, permitiendo al espectador conectarse con sus luchas y deseos.

La música en la película es adecuada y ayuda a establecer el ambiente emocional en cada escena. El diseño de producción, aunque sencillo, contribuye eficazmente a crear un entorno que se siente auténtico y relacionable.

"Tregua(s)" no depende de efectos especiales llamativos, lo cual es apropiado para su enfoque en las relaciones humanas. La edición mantiene un buen ritmo y permite que la película fluya sin problemas.

Explora con sensibilidad y autenticidad los desafíos emocionales que enfrentan sus personajes. Aunque no se destaca por su dirección o cinematografía, la trama y las actuaciones mantienen al espectador interesado y reflexivo. Esta película te invita a considerar la complejidad de las relaciones y las decisiones cruciales en la vida.

*Largo plazo, corto plazo

Eduardo y Ara se conocieron hace diez años, diez y pico, los con cinco y los y pico, son las medidas de realidad de la gente que todavía quiere seguir siendo joven. Rodaban la serie Cachorros, serie nefasta para todo aquel que la viese. Ella actriz en ciernes y él guionista con sueños. El director se acercaba a la actriz y la actriz se acercaba al guionista. Desde ese momento han pasado diez años y todavía se siguen viendo.

La pareja ha ido dibujando una vida paralela a cada una de las relaciones serias o menos serias que han ido teniendo a lo largo de la década. Cuando quedan hablan mucho del pasado y poco del presente. El día que ella cantó su canción por primera vez, cuando jugaban a ser otras personas en sus encuentros.

Todo es un juego y cada vez que se ven es una tregua. La desconexión del tedio, la rutina, del buenos días por la mañana y querer apagar la luz por la noche. Ellos vuelven cada vez que quedan donde lo habían dejado, nadie sufre, todos ganan.

*Cada día dedico un rato a dejar de fumar

Ara está dejando de fumar, todos los días le dedica una rato a ese cometido. Ese punto de desconexión a lo largo del día es en realidad lo que es la relación de Edu y Ara. Es el punto de fuga donde desconectar de la inercia de sus relaciones y de los compromisos que ambas les provocan.

Siempre han hablado con total franqueza, aunque hay silencios que hablan más que palabras. Llevan diez años con la comodidad de la falta de responsabilidad y la adicción al cuerpo del otro. Su relación es la vía fácil, en diez años ha ido pasando gente por sus vidas pero ellos han permanecido.

Ara mira al mar desde una habitación de hotel. Mira el horizonte y su cabeza esta en los dos hombres que tiene en su vida. El que estuvo siempre y el que se ha ido haciendo hueco. Sabe que hoy tendrá que dar la vuelta a todo y su relación ya no volverá a ser como antes.

*Insisto

Decisiones, Ara y Edu no toman decisiones, quizás no tomarlas también es hacerlo. Sus respectivas parejas quieren dar un paso más en la relación. Situaciones que ellos negaron siempre y que ahora, puede ser porque les quieran deciden afrontar. Edu y Ara entrados ya en la edad adulta, entran ahora en la vida adulta. Escoger, tomar, decidir con una persona a su lado. El proyecto vital ya no es suyo, es compartido.

Tregua(s) habla sobre las relaciones de pareja y las que no lo son, las que transitan por la zona gris de los silencios y los afectos más apasionados.

Escrito por Carlos Gómez Puebla