Pelotas en juego

Seguramente esta película le pareció demasiado estupida hasta para Jack Black, por eso "Balls of Fury" tiene a una especie de clon como protagonista, el neoyorkino Dan Fogler. Tampoco debía estar libre ni para hacer un cameo Ben Stiller, ni Owen Wilson (claro, éste convaleciente de su intento de suicidio) ni siquiera Will Ferrell. Digo todo esto porque ésta película va en la línea de esta ola de reciente comedia chusca, el referente de "Dodgeball" tal vez sea el más evidente, cambiando el balón prisionero por el ping-pong. Añadiendo eso sí, toda una trama policial aún más absurda si cabe de por medio. Ver a Christopher Walken en estos berenjenales empieza a ser también desgraciadamente habitual, una de dos, o el hombre ha ido perdiendo con los años el sentido del ridiculo o se ha vuelto un cachondo de cuidado. De cualquier modo el duelo de "espadachines" con paletas de ping pong con Fogler es sin duda el momento cómico por excelencia de la película, el más absurdo y descacharrante. Pero en conjunto es imposible pasar por alto tanta ruina fílmica, tanto sentido común vendido en pos del gag más o menos ocurrente, tanta desfachatez más allá de 4 o 5 risas. Sólo para eso no vale la pena pasar por taquilla.

Ésta es otra de tantas comedias del subgénero que yo doy en llamar "chorrada". Y es tan chorrada que me gusta. Entiendo que a la mayoría de la gente no le gusten estas películas que en España siempre hay un "pelotas" en el título. Y entiendo las razones por las que no gustan estas películas. Pero yo siempre digo lo mismo: son muy americanas, y es como ponerles a los yankis una de Paco Martínez Soria, cuyas películas son pésimas y auténticos bodrios, pero que en este país gustan mucho por distintos motivos.

Si te gusta el tipo de comedia de SNL, y las chorradas sin más pretensión que entretener, y con buenos gags de vez en cuando, esta peli sirve para pasar un rato agradable. Es del tipo Land of the Lost, Strange Wilderness, o Dodgeball. Chorra chorra. Y yo lo siento, pero a mí este tipo de pelis me gustan.

La recomiendo para gente con gustos similares, aunque podría ser mejor.

Sin gracia, estúpida, hueca, tonta, absurda, ignominiosa, decepcionante… ¡UN BODRIO!

El problema a de “Pelotas en juego” es que por cada gag o chiste divertido tiene otros 3.589.578 que no hacen ni puta gracia. No se han hecho muchas películas sobre el ping pong (decir tenis de mesa es de ‘modernas’) en la historia del cine. “Ping Pong” de Fumihiko Sori ya tenía su punto recomendable y humorístico. Pero no se han fijado en esta película japonesa sino que han intentado hacer un cruce de “Operación Dragón” y “Patinazo a la gloria” y les ha salido un BODRIO en forma de pelota de ping pong directo a nuestro estómago y rompiéndonos la boca. Vomitar, ya no es la solución.

La película se reduce a uno de sus monólogos:

«El Ping Pong no es ‘La Macarena’, exige paciencia. Es como una prostituta que ha sabido envejecer. Se tardan años en aprender sus trucos. Es cruel, se ríe de tu cuerpo desnudo… pero sigues volviendo a por más y más. ¿Por qué? Porque es la única prostituta que puedes pagarte».

¡Me voy llorando a Disneylandia! Hacen la parodia del saltamontes con grillo y sacar a Hiro de “Heroes” de ‘mozo de baños’… ¿Qué se puede esperar de un BODRIO que tan sólo vale para trollear la programación de los JJOO?

Randy Daytona (Dan Fogler) cuando tenía doce años fue campeón mundial de “Ping Pong”, pero sufrió un serio percance en un juego por el titulo y fue humillado para siempre.

Ahora, casi veinte años más tarde, el FBI requiere los servicios del antiguo campeón para que participe en un torneo que se celebrará en China. La idea es que no sólo juegue, también debe actuar como espía, que descubra pruebas de una organización criminal.

El film cuenta con estrellas de cine de la talla de Christopher Walken, Maggie Q, James Hong y Robert Patrick, que en realidad no son actores de comedia, razón por la cual sus interpretaciones no nos hicieron reír.

La película generó por venta de taquillas la cantidad de $41 millones, más $19 millones por la venta del DVD.

Película irrelevante, con meros propósitos de entretenimiento y diversión, ofreciendo situaciones disparatadas y absurdas, enmarcadas en el mundo del ping pong, alrededor de una investigación.
Ofrece una trama trivial y ligera, basada en situaciones de un humor forzado y rebuscado, previsible y carente de verdadera gracia.
Cuenta en su reparto, con rostros conocidos del cine asiático, que se suman a un pobre argumento, en el que destaca negativamente la presencia de Christopher Walken, que intenta demostrar su sentido del humor al participar en una producción de estas características, pero que no hace otra cosa que corroborar la situación descendente de sus recientes trabajos.
El hecho de que el argumento no se sujete por ninguna parte, hace que las secuencias humorísticas, estén entrelazadas por numerosas tomas acompañadas por temas musicales, que sirven para aligerar el proceso, dejando patente que nos encontramos ante una historia vacía e irregular, que no consigue despertar ni una mueca de sonrisa en el rostro del espectador.
Una idea original de basar la trama en el mundo del ping pong, para desarrollar una parodia de las tradicionales historias de superación deportiva, pero que no consigue hacer ni ping ni pong.