Playground (Patio de recreo)

A las 16:00 vi la última película de esta edición en el Kursaal, la soprendentemente incluida en la Sección Oficial Plac Zabaw (El patio), del debutante realizador polaco Bartosz M. Kowalski.

El director Bartosz M.Kowalski presenta esta película en competición oficial en la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián. Inspirada en hechos reales, el director polaco se adentra, con su primera obra de ficción, en la psique adolescente, tratando de indagar en las razones de la violencia.

A través de una estructura narrativa muy marcada, por capítulos, nos adentramos al retrato de tres jóvenes. Nos asomamos a su escasa interacción familiar, a sus roles de adultos, a la falta de calidez y nutrición familiar. Con una cámara aséptica, en tono casi documental, vemos su deambular por el entorno escolar, y sus primeras escenas de violencia y acoso. La cámara encuadra la violencia hacia una de sus compañeras, que ilusionada pretende declarar su amor. Son tiempos de confusión, de emociones que no encuentran cauce. Tras la escena, los jóvenes vuelven a deambular hasta encontrar otro objetivo. Atisbado el nuevo objetivo, la cámara no puede menos que alejarse, y desde la distancia mostrar unos actos brutales, dónde uno no puede menos que cuestionarse el origen de la violencia, y de la no menos brutal indiferencia.

La película actúa como un golpe seco a la conciencia. Podemos dar la espalda, pero lo cierto es que la violencia es un signo de nuestra época. Es una mirada perturbadora del presente, y una llamada al futuro. La película plantea preguntas difíciles de contestar. ¿Existe la maldad?, ¿es intrínseca al ser humano? Los hechos son contundentes, pero cada espectador encontrará su respuesta.

El director polaco Bartosz M.Kowalski nos presenta su opera prima, donde según el mismo el realismo era la muestra principal y prioritaria. El guión está basado en un asunto real ocurrido en los años 90 en Liverpool.

La historia está protagonizada por tres adolescentes, dos amigos y una chica que está enamorada de uno de ellos y por sus familiares. El director nos va mostrando las primeras horas del día de cada uno de los protagonistas, como se están preparando para vivir un último día de colegio bastante especial.

La verdad que no es nada fácil catalogar esta cinta en ningún tipo de género, podría ser un drama psicológico, una película de terror o incluso un Thriller muy duro. A mí sobre todo me recordó a unas de las películas más escalofriantes de Michael Haneke “Funny Games”.

Nos muestra muy bien como está la sociedad actual, sobre todo la psicopatía infantil, como unos adolescentes pueden tener tanta maldad dentro. En todo momento estamos viendo que algo tremendo está a punto de suceder.

Y finalmente ocurre lo peor, en un plano secuencia estático, escalofriante, con un gran número de insinuaciones donde se presenta la violencia de la manera más cruel posible, ejecutada de manera sublime por el joven director.

La película sobre todo no dejará indiferente a nadie, en su pase en el Festival de cine de San Sebastián provoco estampidas de gente antes de que terminará.

Lo mejor: Lo que provoca en cada espectador.
Lo peor: Es una película muy difícil de asimilar.

Playground es una buena película, con grandes pequeños actores, y una forma de contar precisa, limpia, desgarradora. Y sin embargo sólo puedo preguntarme si es necesaria, para qué ver algo así?
Pero bueno, la película recrea un crimen cometido por dos adolescentes de Liverpool contra un niño de dos años (es muy reconocible el momento en que desde las cámaras de seguridad de un centro comercial los dos chicos se llevan tranquilamente a un niño de la mano, esa grabación dio la vuelta lentamente al mundo). El resto de hechos y personajes del film son inventados, aunque podrían ser ciertos, una pequeña puesta en escena, un in crescendo de lo que va a pasar al final de la película.
Contesta el director en una entrevista que quizá el interés está en lo aterrador de que haya gente que nace malvada. No tengo dudas, por lo que pierdo esa parte de interés sobre quien hace el mal. La estupidez supera al mal, a esa maldad que uno imagina inteligente. Y la estupidez es poco interesante.

De entrada, sabemos que se trata de un hecho real...
Es lo que hace que esta opera prima sea realmente escalofriante.
El modo en que está narrada, desde la fría exterioridad del ojo vigilante,
colocándo al espectador cada vez a mayor distancia... y por eso mismo
pegado a la butaca...
Un documento excelentemente filmado que no puede dejar indiferente.