El sheriff y el pequeño extraterrestre

En plena fiebre ufológica y con el taquillazo de Spielberg dos años antes con 'Encuentros en la tercera fase', el italiano Michele Lupo coge a Bud Spencer en solitario y lo mete en una peli con niño-extraterrestre. Producción italiana de 1979 ambientada en EE.UU. que de cierta manera y sin, obviamente, proponérselo, se adelanta a 'E.T.', tiene como co-protagonista del orondo puños grandes al niño actor Cary Guffey, el cual había protagonizado memorables secuencias de la película sobre ovnis de Spielberg citada al inicio.

Efectos especiales de cartón piedra y momentos simpáticos de relación paternal entre los dos protagonistas, los bofetones con la palma abierta y el mazazo en el cráneo se siguen dando como panes, y la secuela al canto… Llegó un año después, por si el niño se anticipaba a pegar el estirón: titulada 'El supersheriff'.

La peli demuestra el porqué Bud Spencer tuvo más éxito que Terence Hill a la hora de separarse delante de las cámaras de su atlético y delgaducho partenaire. De los filmes en solitario de Spencer me quedo con 'Como el perro y el gato', dirigida por el emblemático Bruno Corbucci en 1982, aunque 'Uno sceriffo extraterrestre – poco extra e molto terrestre' (título en Italia) o 'The Sheriff and the Satellite Kid' (en EE.UU.) tiene un aura nostálgica especial: un pequeño fetiche infantil hecho película, cuya historia central sería supermodelada y configurada de un modo más dramático con 'D.A.R.Y.L.' (Simon Wincer, 1985): otro hito de videoclub ochentero.

El sheriff y el pequeño extraterrestre" es una de las mejores películas en solitario de Bud Spencer. Surgida a raíz del éxito de "Encuentros en la tercera fase" de Spielberg, esta película es divertidísima, entretenimiento sin complicaciones y lleno de chistes malos que te hacen sonreir. Fue un éxito en la España del videoclub en los años 80 y reconozco que hay dos momentos en la película que se me caen dos lagrimones como dos soles, y todo por culpa de la magnífica banda sonora de Guido y Maurizio de Angelis, que te emociona y te dan ganas de llorar. Pero no nos asustemos, el punto fuerte de la película son los mamporros del gran Bud Spencer.
Gran película. Y tiene segunda parte.

Viendo la película puedo decir que es para todos los públicos. Es un film que para ser de Bud Spencer, es bastante más asequible para los pequeños de la casa. De todas formas, no faltarán las ensaladas de tortazos, los pifostios, galletas, y los mamporros de nuestro buen Bud Spencer que de eso, nadie sabe como él.
No es una película que digas que es un clasicón, pero bueno, se deja ver, es entretenida y tiene acción. El personaje del niño es lo que debe de ser: un personaje travieso y de "culo inquieto" que está siempre metiendo en problemas al bonachón del Sheriff.

Una de las cosas que no me gustó en su edición en DVD es que han recortado un poco la imagen por los lados, y por arriba y por abajo (salvo en los créditos iniciales y finales que sí se ve la imagen como debería (tipo pantalla de cine) y no entiendo porqué parte de la película se ve bien y el resto peor)...
Esta película conocería otra continuación llamada "El super-sheriff" (desde luego los traductores de esta película se exprimieron las meninges para ponérle título, les salía humo de las orejas de tanto pensar, ya que su título original era "Chissà perché... capitano tutte a me"
Y el título de este film que nos ocupa su título original podría ser "un sheriff extraterrestre: poco extra y mucho terrestre"... ya que en italiano es: "Uno sceriffo extraterrestre - poco extra e molto terrestre".

En fin, que me subo a la parra:
La nota, un 7. Se deja ver, es entretenida, vemos tortazos marca Bud Spencer y el film cumple los cánones standards de calidad sin ser tampoco una maravilla.

Tras la tempestad va la calma, que se dice. Y tras una de las cintas de Bud Spencer más adscribibles respecto a lo que esperamos del grandullón, repite con Michele Lupo para regalarse a sí mismo una de las más atípicas en la filmografía del golpeador de testas napolitano, subiéndose al carro de la comedia de ciencia ficción (¡¡!!), que no sería la última, valiéndose de un comodín que, no obstante, sí explotaría previamente: la vena más clown y ternesca de Bud cuando, entre leches y galletas, reparte meriendas con un criajo a cuestas. Las muecas de gruñón confundido de Spencer justifican con creces su debut en el género en cada "truco" o escena de F/X -no esperes algo revolucionario, ni falta que hace- que lo extraen de su aparente zona de confort, aunque a él eso tanto le da para empuñar un arma interestelar chupándose el dedete y utilizarla como si hojease una revista u homenajear, esta vez en alusión directa, a Laurel & Hardy.
Louis de Funès se sumó a la tendencia con su propio invento ('El gendarme y los extraterrestres'), y aquí los Calatrava aportarían su granito de arena, pero fue Italia la que se adelantó al Spielberg ochentero de E. T. aprovechándose del boom alien generado por el Spielberg setentero mucho menos emparentado a éste, el de 'Encuentros en la Tercera Fase', a la que únicamente se parecía en que comparten al mismo actor infantil, el resalao de Cary Guffey.
El actor y ex decatleta germano Raimund Harmstorf vuelve a interponerse entre Bud y el aire que respira Bud por segunda vez consecutiva después de 'Lo Chiamavano Bulldozer'. El resultado, con o sin ayuda de los poderes del resabiado retaco intergaláctico, es parecido. Tres tantos de lo mismo le sucede, otra vez, al boxeador Joe Bugner, que corría igual suerte desafiando a Spencer o a Muhammad Ali. Mejor ponerse de su lado en una batalla campal.
¡¡Alubias y rayos fotónicos!!