Superhost

Dos secundarios de "Supernatural" curiosamente, en este producto menor de.., no sé, ¿telefilm con un poco de sangre?, un papelito para Barbara Crampton, y Grace Phipps sonriendo, quizás la parte más entretenida, por no descartar todo.

"Superhost" es un blog, donde la pareja protagonista escribe reseñas y/o críticas de los lugares en los que se hospedan. No les va demasiado bien, e intentan no seguir perdiendo suscriptores, y bueno, la nueva "anfitriona" es la del póster promocional. Con eso y una neurona ya se sabe todo lo demás, y encima, no hay ninguna sorpresa de guión que pueda resultar medianamente interesante.

Poco o nada recomendable, floja en todos los sentidos, hasta el peluche de "Benny loves you" resulta más ameno y entretenido, pero sobradamente (aquí hasta meten con calzador una escena ilógica con un "tachaaaaaan!").

No pierdas el tiempo, y de todas maneras, supongo que en unos meses estará en algún canal de poca tirada durante la sobremesa. Esperemos que este director mejore sus películas de "terror", o al menos lo intente con otro género.

Wolf.

La pareja formada por Claire y Teddy tiene un canal, Superhost, con el que intentan ganarse la vida. El formato es sencillo: hay gente que ofrece sus casas para que los youtubers las valoren y promocionen, pero a veces las críticas no son buenas y otras veces los caseros resultan algo… turbios.

Brandon Christensen es un conocido de esta página por las reviews de sus películas anteriores, Still/Born y Z. Superhost es coherente con su carrera centrada en el terror, pero aun siendo su película más accesible también es la más convencional. En esta ocasión, Christensen prescinde de su mayor fuerte: la creación de atmósferas malsanas, ya que Superhost acierta con su apuesta de una historia en espacios abiertos, donde el terror surge a plena luz del día, pero falla en crear personajes que el espectador ame o, como debería ser en este caso, odie; el retrato que Christensen hace de los youtubers es convencional y solo en algunos momentos uno siente todo lo que oculta esta necesidad de falsear su vida: el dinero y la búsqueda de una vida mejor. Asimismo es interesante descubrir los esqueletos que este tiempo de gente guarda en los armarios: las reseñas destroyer que no tienen en cuenta a la persona o personas que están al otro lado. Para el que este escribe, el verdadero espíritu de Superhost se encuentra en la secuencia que tiene lugar en lo alto de una montaña: ahí es cuando sabemos “de verdad” como son los protagonistas.

La cámara de Christensen es lo mejor de Superhost: sabe desde dónde enseñar sin resultar pesada, aunque abusa demasiado de esos barridos de cámara para generar tensión, y la fotografía de Clayton Moore es limpia; por el contrario, la música de Blitz/Berlin confunde generar atmósferas amenazantes con subrayar la amenaza aun cuando esta no ha aparecido.

Brandon Christensen se maneja bien con solo cuatro personajes e interpretativamente no hay mucha pega aunque Sara Canning podría haber resultado más bruja y Gracie Gilliams menos predecible. Osric Chau, el único personaje masculino, funciona bien aunque resulta demasiado simple en esta ecuación, mientras Barbara Crampton – en su segunda o tercera juventud, ya no sé – hace de Barbara Crampton con un personaje que hubiera necesitado más secuencias ya que me resulta el más interesante.

La película de Christensen es agradable, se ve con facilidad y es capaz de ir subiendo la apuesta, pero en cambio resulta predecible y deja de lado lo que da más miedo de este mundillo: esa gente que muestra su intimidad a cambio de dinero, cuya vida no es más que un escaparate y que no tiembla en humillar a todo aquel que consideren por debajo suyo.

Ahí están los verdaderos monstruos.

https://www.terrorweekend.com/2021/10/superhost-review.html

Lo primero que se nos ocurre a todos los que vimos esta película el domingo es...¿por qué no le pegan un sopapo a la tía esta a los diez minutos y se acaba la peli? La segunda es...¿porqué los protagonistas no juegan al gato y el ratón sino que simplemente hacen de ratones y cuando logras cierta empatía por ellos pasan a ser personajes perseguidos, sin ninguna ocurrencia para cargarse a la pava insoportable ésta, que es para matarla a hostias de lo estúpida que es?. Paso a los spoilers.

Comienza siendo un aparente thriller que entrelaza la historia de una mujer que, los amantes de los thrillers sabemos estará loca y querrá arruinar la vida de otros, pero lentamente termina siendo una incoherente historia de la clásica psicópata que no aporta nada nuevo. Las situaciones son repeticiones de otras películas del género. Las actuaciones, bastante malas, parecen de un antiguo videohome ochentero. El guión cambia de ser prometedor e interesante a uno muy trillado y aburrido.

"Superhost" me ha resultado un torpe e inefectivo sucedáneo de home invasion, de mecha interminablemente larga, que revisita en clave influencer (más aún) la esencia de la muy superior "La visita" (2015) de M. Night Shyamalan. Por ello este trabajo de Brandon Christensen solo medio funciona en su disfrutón aunque muy postergado tercer acto, y eso que el metraje es de apenas ochenta minutos, gracias a una icónica villana.
Gracie Gillam es el gran, y a la postre único, atractivo de "Superhost". Una desquiciada y fotogénica psicokiller, digna de foto en la carpeta, que roba absolutamente toda la función. Gracias también en parte a dos insoportables protagonistas mimetizados en su papel de vloggers. Barbara Crampton también asoma la jeta por la cinta en un papel que aún sigo intentando discernir qué función tenía, más allá del clásico special guest star.
La reciente "Vigilados" (Dave Franco, 2020) también viene a la mente viendo "Superhost", y es que las tramas de ambas obras son prácticamente calcadas. La sensación generalizada de insatisfacción que dejan o un brusco volantazo a media película hacia los terrenos del slasher también las emparenta, al igual que la duda de saber si daban para más o es puro y duro autoengaño.
En resumen, "Superhost" es baja estofa sitgera.