Znaki (Serie de TV)

*Una serie policíaca que pincha en hueso

Ya hace tiempo que se adivina un auge en la ficción polaca y gracias a Netflix estamos descubriendo su predilección por el thriller criminal o policíaco. Fueron los casos de las series En la ciénaga (Rojst) o Bosque adentro (The Woods), excelentes muestras de cine criminal arraigado a su propia idiosincrasia cultural, o de la película Las Plagas de Breslavia, psycho-thriller demasiado influenciada por el cine norteamericano de los 80. por desgracia, con esta nueva serie Znaki (Señales), pinchamos en hueso.

Se trata de un thriller que tiene un planteamiento de policíaco al uso. La aparición del cadáver de una chica, inicia la investigación policial de un nuevo comandante llegado a un pueblo con demasiados secretos. Además, el crimen parece estar relacionado con otro de similares características acontecido diez años atrás. Es un inicio que hemos visto muchas veces, pero uno espera que a partir de ahí se hilvane una trama atrayente que nos mantenga atentos a la pantalla.

Znaki no lo logra. Es una serie terriblemente aburrida, carente de la más mínima intriga, ni interés dramático. Resulta tan insípida que resulta extraño comprobar que ya existe incluso una segunda temporada.

*Una serie policíaca que pincha en hueso

Ya hace tiempo que se adivina un auge en la ficción polaca y gracias a Netflix estamos descubriendo su predilección por el thriller criminal o policíaco. Fueron los casos de las series En la ciénaga (Rojst) o Bosque adentro (The Woods), excelentes muestras de cine criminal arraigado a su propia idiosincrasia cultural, o de la película Las Plagas de Breslavia, psycho-thriller demasiado influenciada por el cine norteamericano de los 80. por desgracia, con esta nueva serie Znaki (Señales), pinchamos en hueso.

Se trata de un thriller que tiene un planteamiento de policíaco al uso. La aparición del cadáver de una chica, inicia la investigación policial de un nuevo comandante llegado a un pueblo con demasiados secretos. Además, el crimen parece estar relacionado con otro de similares características acontecido diez años atrás. Es un inicio que hemos visto muchas veces, pero uno espera que a partir de ahí se hilvane una trama atrayente que nos mantenga atentos a la pantalla.

Znaki no lo logra. Es una serie terriblemente aburrida, carente de la más mínima intriga, ni interés dramático. Resulta tan insípida que resulta extraño comprobar que ya existe incluso una segunda temporada.

*Conclusión

Znaki es una serie polaca de carácter policíaco. La primera temporada está compuesta por 8 episodios de unos 45 minutos. El descubrimiento de un cadáver inicia una típica investigación en un pequeño pueblo donde los habitantes guardan demasiados secretos. Es un inicio de manual que también parece apuntar a elementos sobrenaturales relacionados con la iconografía religiosa. Eso podría haber dado lugar a una historia inquietante. Son las señales a que hace referencia el título original, pero se quedan en eso, pronto descubriremos que la trama avanza con lentitud a través de unos personajes con los que cuesta identificarse y donde todo se vuelve mucho más convencional.

Znaki carece de ritmo y tiene una incapacidad absoluta para generar suspense. Todo sucede con tanta frialdad y distanciamiento que nunca acabas por engancharte a la trama. A medida que pasan los capítulos, el visionado se vuelve cada vez más cuesta arriba. Ya existe grabada una segunda temporada, pero conmigo que no cuenten. Si eres amante del género policíaco y del suspense, en Netflix dispones de una serie polaca muchísimo más interesante Bosque adentro (The Woods).

Escrito por Daniel Farriol

Más que una serie, esto es una novela negra. Es ideal para los que gustamos de intentar descubrir el misterio antes de que la historia lo revele; y no hay sólo un misterio: hay muchos. Los personajes son profundos, los puedes llegar a conocer muy bien. Además hay varias escenas que por la calidad de las actuaciones y el drama que expresan pueden llegar a enchinarte la piel.

Reconozco que solo he visto los dos primeros capítulos y no me he enterado de nada, ni de los parentescos, ni del lío de las estudiantes, ni de quién es a la que ve, dos veces, el comisario en su casa haciendo aquello y se queda tan ancho. Tampoco comprendo como el predicador chiflado y el cura de la barba encuentran carteras y cajas bien ocultas.
La acumulación de misterios en un malsano ambiente religioso es tal que me hace temer un final con toques sobrenaturales.
La producción, en cambio, es muy buena de modo que con una trama un poco menos rebuscada podría ser una serie muy interesante.